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Seth se mantenía observando a Haruki y a Taylor, quienes se encontraban sentados frente al escritorio de la oficina.

—¿Quién pudo dar esa información?— cuestionó frunciendo el entrecejo.—, tuvo que ser algo reciente ya que vimos a esos mismos hombres hace tres días y no sabían nada al respecto.

—Realmente no lo sé— respondió el castaño cruzando sus brazos sobre su pecho— El Señor Black tiene muchos enemigos pero no soplones... Además, dudo que alguien ajeno a ésta mansión sepa que tú venías aquí y que tienes un hermano, eso ni siquiera nosotros lo sabíamos.

—Precisamente por eso creo que fue alguien de aquí quien informó a esos sujetos.

Los tres quedaron en silencio por unos segundos, hasta que finalmente Seth volvió a tomar la palabra.

—Qué me dicen de esa chica... Hmm— Frunció los labios tratando de recordar el nombre— ¡Haneul!

—Imposible— respondió Haru al instante mientras negaba con la cabeza.

—Pero... ¿Qué no odia a Jimin? Tal vez ésto es parte de su plan para dañarlos.

—No— volvió a negar— Es imposible.

—¿Por qué estás tan seguro?

El pelirrojo soltó un suspiro y se puso de pie siendo seguido por la mirada de Seth.

—Ven, acompáñame.

Taylor se levantó también y los tres caminaron por los pasillos y escaleras, hasta que finalmente llegaron al sótano.

—¿Qué hacemos aquí?— cuestionó el peli blanco sin comprender.

—Lo que dice Haru es verdad— apoyó Taylor asintiendo— Es imposible que ella dijera algo, al menos no en éstos días.

—¿Por qué? ¿Van a decirme de qué se trata ésto?— insistió ignorando las palabras del castaño.

—Haneul no pudo haber sido, ya que Jimin la castigó hace una semana cuando la encontró escupiendole a la comida que posteriormente les sería servida en la cena.

En ese momento Haruki abrió la puerta del sótano y al bajar por los escalones de concreto húmedo, se podía escuchar el sonido de jadeos y de sollozos.

—¿Pero qué...?

Cuando la luz iluminó el sombrío lugar, Seth miró sorprendido a la chica que se hallaba sentada junto a una columna de cemento, encadenada del tobillo izquierdo mientras que de sus ojos hinchados y rojos seguían escurriendo lágrimas. Un plato con comida casi podrida yacía a su lado junto con un tazón de agua. Su ropa estaba sucia y también se podía percibir un olor putrefacto ya que ella había estado encerrada una semana entera.

—¿E-Este es el castigo de Jimin?

—En parte— respondieron ambos hombres al unísono—. Ella se lo buscó sola— dijo esta vez Taylor mirando a la chica con total indiferencia—, tenía una boca muy floja, además siempre se la pasaba jodiendo a todos en esta casa.

—Jimin se lo advirtió muchas veces, le dieron muchas oportunidades y ella siguió con la misma actitud altanera y estúpida.— concluyó Haru dándole la misma mirada que Taylor

—P-Pero...

—Sé que para ti debe ser un poco más impresionante éste tipo de cosas, después de todo, tú no te dedicas a matar gente... Pero créeme, hemos visto cosas mucho peores.— musitó el pelirrojo estirando su brazo para apagar nuevamente la luz.

—¿Y por qué no simplemente la corrieron?— preguntó Seth una vez fuera del sótano.

—¿Tantos años trabajando para el Señor Black y aún no sabes cómo funciona esto?

🂡♕Sᴇɴ̃ᴏʀ Black♛🂱Donde viven las historias. Descúbrelo ahora