Capitulo 19

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- ¿Que te dijo el ginecólogo?

- Nada guapo, solo que tengo que tomar estos anticonceptivos – Eva sacudió una tableta de pastillas

- ¿Hiciste las maletas?

- Si, guapo

- Ya para por favor, le dije a tus padres del viaje y están de acuerdo

- Creo que es hora de dormir

- Hace rato te vi caminando medio raro...

- ¡Me duele el maldito trastero, gracias a lo que me hiciste!

- Lo he hecho bien entonces

- Mejor vamos a dormí y solo a ¡Dormir!

...

- ¿así que este es tu ático?

- Sí, tengo otro en Kansas, mi padre me lo dio era de cuando recién llegó a la ciudad cuando era un jovencito, lo remodele, pero no lo utilizo casi

- Veo que inviertes muy bien el dinero

- Soy un hombre que le gusta ahorrar

- Ya veo ...

- Haz cualquier cosa. Tengo que terminar mi equipaje

...

Estaban sentados en el sofá cerca de la chimenea

- Pienso que eso no es lo debidamente correcto, después de todo aún sigues aquí en Estados Unidos

- ¿Y qué? Estudiar en Francia no sería nada mal, lo he pensado mucho

- Busca otro país...

- España

- Tal vez. Tendrás que aprender sus costumbres y varias palabrillas muy raras

- ¿Tu sabes?

- Muy poco - Eva se acercó a él tumbándose con la cabeza
apoyada en el regazo de Andrew, su cabello como un abanico en los muslos de él.

Andrew pasó los dedos entre aquellos densos mechones de seda y aspiró profundamente, saboreando el aroma vainilla.

- ¿Qué sabes?

- Saludar. Pero ¿Ya se lo has dicho a Thomson?

- Aún no, después lo haré

- Mm ¿Cuándo te gustaría irte?

- Después de un año, así que ve pidiendo traslado en una base militar europea, en Alemania hay y en Cádiz también

- Deja que digiera todo. Con calma, pequeña

- Si, guapo - Gira la cabeza, frotó la nariz contra la polla de él. El calor de su aliento le llegaba a lo más sensible de la piel a través del tejido de los pantalones. Se endureció para ella.

Le acarició el cabello.

- ¿Qué quieres, exactamente? - preguntó Andrew

- Esto - dijo, recorriendo con los dedos la largura de la erección.

- ¿Dónde lo quieres?

Sacó la lengua para humedecerse los labios.

- En la boca - musitó, desabrochándole el botón de la
cinturilla.

Andrew cerró los ojos un momento y respiró hondo. El sonido de la cremallera al bajar, la sensación de quedar libre de presión cuando ella le sacó la polla con cuidado...

Él se preparó para el calor húmedo de su boca, pero no sirvió de nada. Se puso dura en cuanto ella me hizo entrar succionándole con suavidad. Un cosquilleo ávido, ansioso, le recorrió la columna. Conocía sus estados de ánimo y cómo se traducían éstos en deseo sexual. Pensaba tomarse su tiempo, y hacerle gozar y volverlo loco.

- Eva - Gimió Andrew cuando ella lo acarició con la delicadeza de sus dedos al tiempo que se empleaba a fondo con la boca.

Le pasaba la lengua por el glande lentamente, saboreándole.

Andrew abrió los ojos y bajó la mirada.

Verla de aquella manera, tan arreglada, plenamente concentrada en el tacto de su polla, que tenía en la boca, era de un erotismo abrasador y de una ternura arrebatadora.

- ¡Dios! - exclamó con la voz quebrada, rodeándole la nuca
con una mano- . Métetela más adentro..., así, muy bien.

Echó la cabeza hacia atrás, tensos los muslos por la necesidad de empujar.

Pugnaba por contener aquella urgencia, para darle a ella lo que quería.

- No pienso terminar de esta manera - le advirtió el, sabiendo que era
su objetivo.

Eva susurró una protesta y, cerrando el puño, empezó a bombearle la polla con suavidad, pero con firmeza, retándole a que resistiera.

- Pienso follarte toda la noche, Eva.

Para Recordar

Los mundos de Andrew y Eva están ligeramente conectados a Countdown To War: Irán así que muy pronto será publicado dicho libro

Mi Capitán.Where stories live. Discover now