Fred algo serio miraba a Freddy, aún que éste no aguantaba su mirada por tanto tiempo.
El azabache tomo su rostro acercandoce cada vez más, a tal punto de sentir la respiración agitada de Freddy, su corazón latiendo lo que nunca había latido, los escalofríos y estremecimientos del pequeño con cada roze de la piel de Fred.
...
Y de pronto ahí estaban, uniendo sus labios en un beso suave y lento.
El limón mas agrio que podías probar, y una galleta tan dulce que empalagaba. Eso era ese momento.