Freddy limpiaba el cobertizo de su nueva casa, bueno, en realidad era casa de Fred.
Ahora vivían juntos.
El castaño encontró una caja que decía "No abrir", miro la cinta que envolvía la caja, fue por un cúter, razgo las cintas y la abrió.
Fotos, eso era todo lo que había.
Comenzó a mirar las, en todas aparecía una mujer de cabello azabache, y a su lado un niño de sonrisa alegre.
Mas abajo había fotos de la misma mujer, pero ahora se veía enferma, y junto a ella el niño con una sonrisa triste.
Y al final una foto del niño, solo, con el rostro serio y apagado.
Fred le quito la foto a Freddy y sonrío, sonrió como en las primeras fotos.
— ¿No sabes leer? Dice "No abrir".
— Lo siento, lemmon boy.
— Basta, deja de llamarme así.
— Suena lindo, y aun te queda.
Fred rió por lo bajo y dio un beso a la mejilla de su contrario, quien se lo devolvió en los labios.
— Hey Fred, ¿eres feliz a hora?
— Lo soy.
— ¿De verdad?
— Que empalagoso eres, sí lo soy.
Freddy rió tiernamente, y Fred no pudo evitar sonreía también. Era más feliz que nunca.
