-13: drabble

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Fluff and Humor

825 palabras

Para todo mundo era un secreto, y a tal grado un misterio quién le podría gustar a Jeon Jeongguk; aquel chico de apariencia adorable, que utilizaba suéteres tejidos de colores pastel, con un pantalón de mezclilla y una converse blancas. Simplemente el sueño de muchas personas.

Todo estudiante, e incluso algunos profesores, querían saber quién hace latir el corazón del chico de cabellos rosados.

Para todo mundo era la gran enigma del universo, menos para Min YoonGi, él sabía perfectamente quién le gustaba. Y la respuesta era: Min YoonGi. Fácil ¿No?

El joven de último grado con mirada felina y líder del equipo de basketball. Aquel chico amable, gracioso (algunas veces) y gruñón en muchas otras, es el que hace que Jeon suspire cada vez que lo ve.

¿Cómo lo supo?

Bueno, era un día como cualquier otro, solo con la diferencia que en el casillero de Min descansaba una caja de chocolates y una linda carta con una letra igual de bonita. YoonGi al principio se asustó, las únicas personas que sabían la contraseña de su casillero, era él y su amigo NamJoon, por lo que dudó un poco pensando que era una broma.

Pero al abrir la carta, se encontró con la letra de su amor platónico, o como dicen hoy en día, de su crush, por eso se le hacía tan bonita la letra; era de Jeongguk, el estudiante de penúltimo grado.

Cuando terminó de leer, sintió como sí campanita le hubiera echado de su polvo para volar; se sentía en las nubes. Tan emocionado y feliz estaba en ese momento que daba pequeños saltos, sin percatarse que su mejor amigo le miraba entre perturbado y preocupado.

—¿Qué rayos haces? —preguntó NamJoon, viendo a su amigo detenerse para mirarlo y después toser disimuladamente.

—¿De qué hablas? —sí, ese es el clásico comportamiento que hace Min YoonGi para evadir un problema.

—Hace un momento casi, casi estabas lanzando brillos por los ojos y un puto arcoiris por el trasero y ¿Ahora me preguntas de qué estoy hablando? —el menor hizo un gesto de indignación— ¡Esto es increíble, Min!

YoonGi rió por lo tonto que se veía su amigo haciéndose el dramático, pero ya era algo muy típico de él.

—Bien, bien, te diré —el menor dejó de disimular llorar y le miró— ¿Recuerdas a mi vecino Jeon Jeongguk?

—¿El chico que es tu platónico? —Min asintió— ¿El que siempre utiliza suéteres color pastel tejidos por su abuela? —Min frunció el ceño pero aún así asintió— ¿El chico con unos grandes muslos y sonrisa de conejo, no? —YoonGi estaba a nada de golpear a su amigo y que un tic saliera de su ojo, pero aún así afirmó— No, no lo recuerdo.

NamJoon se encogió de hombros como restándole importancia, pero por dentro muriéndose de la risa por la expresión de exasperación del mayor. YoonGi juraba que en ese preciso momento podría ahorcar al moreno, pero se contuvo porque no quería ir a la cárcel, porque casi nunca eres el platónico de tu platónico. ¡Eso pasaba cada milenio!
Y era un milagro si eso ocurría.

—Mejor me voy, sino te dejo sin hombría y luego JiMin me vendrá a reclamar —terminó de decir Min, cuando tomó sus cosas y salió del edificio, pero no sin antes de escuchar el grito de NamJoon.

—¡Con mi NamJoonConda no te metas, o te las verás con JiMin!

YoonGi rió y volteó a ver a los alrededor si estaba ahí su pequeño de cabellos rosados. Y efectivamente le encontró debajo de un árbol, guardando sus cosas. Sonrió y empezó a caminar hacia la entrada de su escuela. Caminaba con calma, pues quería esperar un poco para sentir la presencia del menor.

El menor siempre caminaba unos pasos atrás de Min, pues así podía apreciar sus anchos hombros, claro que YoonGi notaba la mirada de Jeon en sus hombros; y eso le gustaba, por lo que hacía unos movimientos extraños para que se marcara más su espalda.

Siempre era lo mismo cuando regresaban a casa.

Y cuando los dos estaban en el umbral de su puerta, se miraban antes de entrar, una costumbre que se hizo con el pasar del tiempo.

Otra cosa interesante es que sus habitaciones estaban una al frente de la otra, por lo que siempre se veían de reojo, o, bueno, Jeongguk simulaba pero aún así YoonGi sabía que lo estaba viendo... También otra cosa, es que JungKook bailaba en calzoncillos, en frente de su ventana, de una forma sexy (según él) mientras que YoonGi simulaba tomarse fotos, pero que en realidad se las tomaba a Jeon, pero él lo sabía porque hasta posaba, así que no había problema.

Pero, en fin.

YoonGi sabía que esas miradas que le daba Jeongguk eran de amor. Pero guarda silencio, que es un secreto para las personas quién le gusta a Jeongguk.

small worlds | yoonkookWhere stories live. Discover now