Capítulo Alternativo 2

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Una idea que tuve al inicio, además de que estas cosas no tendrían continuidad, era la idea de la reencarnación, en este caso verán a que me refiero. ❤

Pese a que amo la historia este capítulo de históricamente correcto, tiene lo mismo que el Marichat de canon en estos momentos.

Narrador. -

Un día común pasaba, no era especial ni mucho menos, apenas si caminaba por las calles de la ciudad en busca de algo que hacer durante el día libre que tenía una vez a la semana, pasaba por la ciudad con aburrimiento, desde que había entrado al ejército realmente las cosas le parecían más simples, decidió entonces, que podría ser una buena idea retomar su pasatiempo preferido, dibujar, entonces, regreso a su hogar tomo una libreta y un lápiz y se encaminó a las afueras de la ciudad, al punto que siempre usaba para dibujar, estaba junto a un lago el cual a su vez estaba rodeado de flores y algunos árboles, árboles de cerezo, era quizá la desbordante naturaleza del lugar la que siempre le daba inspiración.

Él siempre fue una persona un tanto extraña, principalmente su nombre, un nombre para nada común en su país, sus padres lo habían elegido para que sonará diferente, como si supieran desde antes que su hijo sería alguien especial, así como les gustaba el significado, su nombre fue entonces Nathaniel, significando "Dios ha dado", quizá con ello esperaban que dios le diera dones a su hijo era algo que comúnmente pasaba por la cabeza del joven, quien también por otro lado y aumentando su rareza, era pelirrojo, cabello heredado de su padre y, además, de ojos azules, heredados de su madre quien era una persona de ascendencia de otro país, igualmente su padre, dando así con estas combinaciones a este chico, quien muchas veces se sentía raro y en un intento de que las miradas hacia él fueran por otros motivos, se unió al ejército.

El día era calmo, una suave brisa corría por el viento, ondeando las flores del suelo y dejando caer desde sus ramas las hojas y pétalos de los árboles al rededor, el ambiente calmo y tranquilizador le daba paz, mucha paz, se sentía en calma, cada línea de su trazo era limpia, sencilla y pacífica, a la par de el ambiente en que estaba el pelirrojo, sentía todo tan perfecto, una paz que hacía tiempo no tenía, soltó un suspiro tranquilizador.

Pero, derrepente, aquella aura de paz fue destrozada por un grito agudo y desesperado, venido desde el lago frente a sus ojos, una persona se estaba ahogando, rápidamente dejó sus cosas de lado y corrió a ayudarle, por suerte pudo salvar a la persona a tiempo.

Era un chico de cabello un poco largo, le llegaba a los hombros, no pasaba a más, de cabello negro, como el de cualquier japonés normal, con una única leve peculiaridad, sus ojos eran de un color verde oscuro, ligeramente brillante.

La voz del chico estaba agitada, tomaba grandes bocanadas de aire - Mu… muchas… gra… gracias… - su respiración estaba entre cortada - Descuida, no fue nada, ninguna persona seria capaz de ignorar a alguien que estaba en esa situación - Sonrió tranquilo, el contrario callo unos momentos para tomar aire y finalmente levantó la mirada - No importa, realmente te lo agradezco.

-Ya te dije que no fue nada

-Insisto, de hecho - cerró los ojos un momento - ¿Qué tal si te invito algo? - Nathaniel se sorprendió ante la amabilidad del chico, quien era notoriamente más bajo - Bueno, si... si tu quieres

-¡Bien!, vamos sígueme

Nathaniel siguió al chico de cabellos negros, quien lo guió hasta una pequeña tienda, le pidió que esperase, entró dentro y luego de unos minutos salió con algunas cosas en la mano, entonces le pidió que le volviera a seguir y regresaron al lago donde lo había encontrado.

-Ten, es por haberme ayudado antes - Le dijo mientras le extendía un onigiri junto con un pan dulce.

-Gracias - Nathaniel sonrió - Hmm puedo, uh, ¿puedo hacerte una pregunta? - el contrario asintió mientras daba una mordida a su pan - ¿Cuál es tu nombre?

El azabache paso el pan y respondió - Mei Marc, ¿y el tuyo?

Nathaniel soltó una risa alegre - Lindo nombre, yo me llamo… - soltó un pequeño y ligeramente nervioso suspiro - Akiota Nathaniel.

-¿Eres extrajenro? - preguntó el joven con curiosidad - Ah, no realmente, bueno, no del todo - Marc lo miro curioso - ¿A qué te refieres?

-Mis padres no son del todo japoneses, y creo que se hace notorio en mi apariencia - suspiro - También en mi nombre, creo que lo único normal es mi apellido, apenas.

Los ojos del pelinegro parecieron esmeraldas, verdes y brillantes, su mirada se había iluminado y era notorio el parecido con la piedra preciosa - ¡Eso es sorprendente! - entonces, por primera vez en la conversación bajo la mirada - B-bueno yo creo que es, eh, increíble - su rostro estaba avergonzado, era notorio - Siento s-si te, uh, incomode con eso, no… no sé si eso te, eh, afecta.

Por primera vez en la vida de Nathaniel, alguien pareció preocuparse de lo que él sentía respecto a la situación, entonces sonrió con un ligero rubor en la mejillas - Hey, esta bien, Mei-San.

Tras eso, ellos siguieron hablando, de muchas cosas, Marc le preguntó si conocía esas culturas y el resultado no era sólo eso, si no que Nathaniel había aprendió ambos idiomas, haciendo que él hablara además de su idioma natal otros dos. Tras aquella agradable conversación ambos decidieron seguir en contacto, siguieron viéndose, en el mismo lugar y poco a poco, dentro de ambos, aunque esos sentimientos hacia personas del mismo sexo estuvieron prohibidos, comenzaron a crecer, de forma incontrolable, de manera desmedida, provocando que inevitablemente los sentimientos estallará de sus corazones un día, en que ambos dejaron en claro aquello con un beso y unas cuantas palabras, todo junto formó una relación que aunque escondida, era inquebrantable.

Hasta que fueron separados, un último día frente a el atardecer, con los brillantes ojos de ambos, en los que se reflejaba el ocaso, Nathaniel le dio la noticia, formando parte del ejército, tendría que acudir a la guerra, calmo a su querida pareja, quien lloraba en su hombro ante la preocupación e impotencia, haciendo la promesa de volver, de que volvería por él en un barco, un barco desde ese lago donde se habían conocido, que lo esperase y fue esa, la promesa que lo mantuvo en pie, durante los siguientes años.

Cartas llegaban cada tanto, cartas de su amado que siempre le devolvían la esperanza a su corazón, entonces, un día las cartas dejaron de llegar, la última la sostenía junto a su corazón, dentro de su corazón esperaba que él estuviera regresando y que las cartas no fueran enviadas por eso, esperaba cada día, frente al lago, la llegada de él.

Sin embargo, mientras esperaba, vio desde el cielo un resplandor, un resplandor increíble, solo por unos segundos, antes de perderse.

Pareció despertar en la oscuridad, todo estaba oscuro y en sus oídos había un pitido, un pitido constante, hasta que una voz familiar le habló - ¡Marc! ¿Estás aquí? - levantó su mirada, para encontrarse con los ojos de su pareja, él estaba sonriente y parecía buscarlo, entonces finalmente lo vio - ¿Qué haces tirado?, vamos, tenemos que irnos - se agacho y le extendió la mano, Marc sonrió y la tomó.

-¿Sabes, Nath?

Nathaniel volteo a verlo - ¿Si?

-Te estuve esperando un buen rato

Nathaniel sonrió - Yo también.






Uff termine, iba agregar fechas pero sentí que sería revoltoso y se quedó así.

Es referente a la segunda guerra mundial, sí, creo que se imaginan como murió Nathaniel y que fue ese destello que vio Marc, por si no es obvio, era la bomba atómica, ellos vivían en Hiroshima.

SÍ, no estoy del todo segura si esta correcto, pero hice el mejor esfuerzo.

Espero les gustará.

¡Bye, bye! ~

7 Moments (7 Días De OTP) (Marc X Nathaniel) Where stories live. Discover now