Capitulo 4

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                 Capitulo 4.

Me desperté y mi cabeza daba vueltas, me senté en el borde de la cama y… Oh no.

  Sentí como todo el alcohol de ayer se abría camino hacía mi boca. Corrí hacia el baño y bueno, fue a parar todo allí.

  -¿Te sientes bien? – Escuché decir a Gigi en la puerta. Levanté la mirada y entrecerré los ojos.

  -Saca tus propias conclusiones – Y ahí viene de nuevo.  Ella se volteó para no ver.

Estábamos sentadas en mi cocina comiendo como desgraciadas. Gabe se había ido a la universidad hace al menos 2 horas, yo tendría que haber ido con él, pero mi resaca me lo impidió, y ya que Gigi se había quedado, luego de aceptar la responsabilidad por mi borrachera, decidí que faltar un día, no haría ningún cambio.

  Por no decir que Walter se encontraría ahí.

  No era saludable para mí.

  -Realmente tomaste bastante anoche – Dijo Gigi con la boca llena de comida.

  -Nahh ¿Tú crees? – La miré con cara de  ¿En serio?

  -Sí, y creo que tendrás que darle a Gabe muchas explicaciones… Como por qué le dijiste que te llamara Kate Middleton y le exigiste que te vaya a comprar más alcohol. – Dijo riendo.  Golpee mi cabeza contra la madera, lo que hizo que riera más fuerte.

  -¿En serio dije eso? – Ella asintió

  - Ya basta – Dije dando un golpe más fuerte – Basta, basta, basta –

  -Dios Hannah! Tienes 19 años! Es demasiado que te hayas casado tan joven, no puede esperar que te quedes el resto de tu vida aquí adentro – Se notaba indignada.

  -Lo sé, pero… Me prometí que no volvería a tomar, y lo volví a hacer. Y me volví a avergonzar, soy una estúpida –

   -Ya, ya. ¿Sabes cuantas veces eh cometido errores? ¿Recuerdas cuando salía con Tony?  Agg, ese SÍ, es un error, ¿El mejor regalo que me hizo? Una subscripción a la revista Seventeen, según él, “Todas las chicas de mi edad leen eso”, ¡Por dios! ¡Tengo veinticinco años! ¿Tengo cara de leer Seventeen? – Su expresión de horror hizo que se me olvidara todo lo que había estado pensando, y comencé a reír.

   -Definitivamente no. – Dije intentando parecer seria.

  -Oh, oh. ¿Recuerdas ese chico que conocí en una disco? ¿John?  ¿Alguna vez te conté que estábamos a punto de hacerlo y me dijo que era virgen? Oh querida, salió de mi habitación como si hubiera una amenaza de bomba. Me vestí lo más rápido que pude y lo saqué de mi departamento de las orejas. – No podía dejar de reír ante el descaro de Gigi.

   -También estuve con una persona casada, obviamente no lo sabía, tenía una casa muy lujosa. Un día estábamos, ya sabes, en la cocina, y una niña de unos  5 años apareció delante de nosotros, era realmente tierna, nos pudiéramos haber hecho amigas si no fuera porque me encontraba desnuda sobre el mármol de la cocina con la cara de su padre entre mis piernas. – Mi boca estaba abierta, y la risa no cesaba. – Luego tuvimos que explicarle que una víbora me había picado entre las piernas y su papi, como el buen hombre generoso que es, me estaba intentando extraer el veneno. –

   -¡Eres increíble! ¡No puedo creer que hayas hecho eso!  ¡En la cocina! – Ella comenzó a reír conmigo.

   -Lo sé, es raro, pero fue increíble. Luego, la niña le mencionó a la madre que su papi era un héroe, que le estaba extrayendo veneno a “una linda chica” de entre las piernas, por donde ella hacía pis. – Estaba a punto de vomitar todo el desayuno, cuando a ella le sonó el celular. Me observó como pidiendo permiso y asentí.

Simplemente Amor.Where stories live. Discover now