Believe in Me [Marcelo Michelli]

Capítulo 19 "Suelta todo,ahora"

-Estúpida, despertate, nos dormimos- No de nuevo. ¡Mierda! Maldito despertador que no funciona. Ya es la tercera vez que esta porquería me hace llegar tarde.

Me levanté lo más rápido que pude, no me dio tiempo de darme una ducha, ni siquiera me miré al espejo antes de salir. Tomé un vaso de jugo a las apuradas y salí corriendo hacia el colegio...Justo cuando preciso un auto, Chelo no está y el mío está en el taller.


Diez minutos. Diez putos minutos tarde. Como odio el liceo. La maldita vieja histérica me dejó afuera. 
“Señorita Levine, debe aprender a presentarse en hora a clases” Como te odio Kristen Marshall. Maldita profesora de Literatura. ¿Qué tiene contra mí? Ni siquiera me dejó explicarle. 

Viernes y estoy de mal humor. Increíble.

“La La Land” Demi Lovato. Mi celular comenzó a sonar, mientras yo esperaba afuera, que la clase de la profesora Marshall terminara, para poder entrar a la siguiente.

-¿Dónde estás?-
-En el colegio.- 
-¿ Estás en clase?-
-Si estuviera en clase ya me hubieran echado por contestar el teléfono. Kristen me odia, me dejó afuera.-
-Eso me gusta...- 
-¿Qué querés Marcelo?-
-¡NO ME DIGAS MARCELO!-
-¿Que querés Chelo?- Repetí, remarcando lo último.
-Invitarte a un lugar.-
-¿Cuándo?-
-El año que viene.- Le estoy contagiando mi sarcasmo.- Ahora tontita.-
-No digas ”tontita”, suena estúpido.-Reí.-Y acá el único “tontito”-Imité su voz.- Sos vos. ESTOY EN EL COLEGIO.- Vocalicé bien las últimas cuatro palabras.
-¿Y qué?-
-¿Pensas que me voy a saltar las próximas clases?- 
-”Drop everything now,meet me in the pouring rain.” (“Suéltalo todo ahora, nos vemos en la tormenta.”)-Cantó un fragmento de aquella canción de Taylor Swift con voz muy aguda.- Vos lo pediste, no yo.- 
-¿Eh?-
-Tu primera presentación en 'Fear'. ¿Ya lo olvidaste?- Lo escuché reír, a través del aparato.
-Oh...sí.- Contesté nerviosa. Chelo no notó que le dediqué las canciones a él. ¿O sí? Mierda. Yo y mi manera de ser tan obvia.
-Entonces...¿Qué dices?-
-Que lo soltemos todo ahora.- Reí.
- Te veo en quince minutos, en la puerta de entrada.- Colgó. 


WOW ¿Enserio me voy a escapar? ¿Yo? ______ Levine, la estudiante perfecta..."Un poco de diversión no le hace mal a nadie" ¡Hagámoslo!


Como quedamos, quince minutos más tarde, Chelo tiene estacionado su auto, frente a mi colegio. 
Bajé los escalones, vigilando que nadie me viera y paré frente a mi amigo.

-Hola.- Me saludó agitando su mano exageradamente, yo reí.
-¿A dónde vamos?-
-Sorpresa.- Él y sus sorpresas.
-Me voy a arrepentir de esto.- Afirmé.
-Probablemente.- Me dejó ver sus dientes, con una de sus perfectas sonrisas. 
-¿Subo?- Pregunté, haciendo referencia al vehículo.
-Sí, pero antes...- Sacó una cosa parecida a un pañuelo.
-¡No! No me vas a poner eso.-
-Por favor, así es más divertido.-Hizo puchero.
-Es la segunda y la última vez Michelli.- Suspiré fastidiada y me di la vuelta, para que me cubriera los ojos con aquella cosa.
- Como usted diga generala.- Dijo, cuando terminó, para después ayudarme a subir al auto.


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-¿Qué hora es?-
-Ocho y cuarenta y cinco.-
-¿Hace cuanto conduces?-
-Un año más o menos. Saqué mi licencia el año pasado.- Rió.
-Que gracioso. Hablo enserio idiota.-
-Unos treinta y cinco minutos ¿Por?-
-Porque me estoy aburriendo.- Contesté con un tono de obviedad notorio.
-Falta poco. Diez minutos más y llegamos.-
-Voy a dormir, despertame cuando lleguemos.- Me arrecosté en el asiento.

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Algo me está sacudiendo...Alguien me lame la cara. ¿¡Qué mierda!? Abro mis ojos. Ya no tengo la venda cubriéndomelos. Aww, es un cachorrito.

-¿Cómo te llamas amiguito?-
-¡Zac!- gritó Chelo. Reconozco su voz. Pero...¿dónde está?
-Que lindo nombre.-Comencé a jugar con el tierno animal, restándole importancia a la ubicación de Chelo.

Me paré.

-Chelo ¿dónde estás?-
-¡En la cocina!- Volvió a subir el tono de voz.
-Cocina ¿dónde estás?- Escuché a mi amigo soltar una carcajada.
-Derecho por el pasillo.- Seguí sus instrucciones y me encontré con un Marcelo Michelli cocinando. WOW.

-Al fin decidiste hacer algo útil con tu tiempo.- Reí, apoyándome en la mesada.
-No.-Rió.- Pero vos ni hables que estabas durmiendo.-
-Tenes razón. Te dije que me despertaras. No lo hiciste, jodete.- Fui hasta donde estaba él .- ¿Dónde estamos?-
-En la casa de Andru. La usa para descansar.-
-Ya veo. ¿Qué cocinas?-
-La verdad, no sé, pero huele bien.- 
- No me arriesgaré a probarlo.- Me fumigó con la mirada.- Es chiste.-
-Más te vale, estuve toda la mañana preparando esto.-
-¿Toda la mañana? ¿Qué hora es?-
- Una y media de la tarde.-
-Supongo que no dormí bien anoche.- 
-Siempre decis lo mismo. Sos una especie de Koala.- Rió.
-¡HEY!- Golpee su hombro, pero no pareció dolerle. Yo que me creía fuerte.
-Sin ofender.-
-Tarde.- Lo miré mal, y fui a explorar la casa. 

Está frente a una playa, parecemos ser los únicos en el lugar. Es lindo, un poco...no sé ¿triste? De esos lugares en los que parece que sólo suceden cosas malas, un poco raro para mi gusto.