Capítulo 44. "Me olvidaste"

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Aunque parezca y sea estúpido: aún sigo marcando los días en el calendario, aún sigo esperando que llame y...aún sigo en mi habitación.
Llevo estos dos días sin siquiera ducharme. ¿Qué tan mal está eso? 
Lo único que he comido es un trozo de pizza congelada. No es que tenga una decaída, el apetito se ha ido por completo. No tengo hambre, ni siquiera tengo sed. Sólo necesito algo y ese algo tiene nombre y apellido. Supongo que no es necesario que lo nombre. 

-Hoy sí vas a salir de ahí. Quieras o no.-Dice Zoe.
-Sólo quiero quedarme en mi cama y escuchar música triste todo el día.-
-Haz hecho eso dos días seguidos. Arriba.-Tira de mi acolchado.
-No molestes mamá.-Me pongo de cara a la almohada.
-Enserio no puedo creer que estés así por un chico.-Se sienta a mi lado.
-Por Dios, Zoe. Sabés que lo amo.-
-Y también sé que si no fue lo suficientemente hombre para valorarte, no te merece.-
-Yo...yo no creo eso.-
-Pues deberías. Vamos, dije que te levantaras. Iré a preparar café.- 

Podría mentir y decir que ha mejorado, que ahora no se siente tan mal, pero no lo veo necesario. Me he cansado de fingir. O tal vez, nunca antes me sentí tan mal que no pudiera fingir estar bien. Y esta es la primera vez. Todavía estoy tratando de decidir eso. 

-Te ves terrible.-Me mira Aria.
-Gracias.-Le sonrío falsamente.
-Deberías darte un baño.-Habla Zoe.
-Mamá, llegaste en la mañana y ya comenzas a dar órdenes.-Reprocho.
-Si no estuvieras así, no sería necesario. Ve a ducharte. Luego del desayuno iremos de compras.-
-No quiero.-
-No te he preguntado.-

Ruedo los ojos y hago lo que me dijo. Había olvidado lo bien que se sentía el agua caliente cayendo sobre mis hombros.
Al salir de la ducha, me miro al espejo e intento sonreír. Mis ojos y mi boca muestran emociones completamente diferentes. Tendré que trabajar en ello.

Extrañaba los desayunos de mamá. Posiblemente porque comencé a aprovecharlos, poco antes de irme de casa. Antes omitía el desayuno, como todas las demás comidas del día.

-Dame tus llaves, yo manejo.-
-No sabés manejar mamá.-
-Lo sé, pero siempre quise decir eso. Andando.-

Abro la puerta y cuando pongo un pie afuera, las preguntas empiezan. Más de diez reporteros están en mi entrada, tomando fotos, y haciendo miles de preguntas a la vez. Cierro los ojos ante tan repugnante comienzo del día.

-¡____tn! ¿Qué tienes que decir sobre las palabras de Chelo?-
-¿Qué? Lo siento, no sé de qué habla.-Camino intentando esquivarlos.
-Ustedes han terminado, ¿verdad?- Eso me hizo frenar.
-¿Quién te dijo eso?-
-No me lo ha dicho nadie. Marcelo lo ha afirmado en el concierto de anoche.-
-¿Qué dijo?-Cuestiono al mismo hombre de gafas.
-Dejame ver.-Toma una libreta.- El ha dicho: “Soy feliz con mi situación ahora. _____ Levine y yo terminamos y creo que...” y una chica gritó “¿Por qué?”, a lo que él respondió: “Era lo mejor”. Y no quiso hablar más del tema.-
-Oh. Ya veo...eh, lo que dijo es cierto. Nosotros simplemente...terminamos. Con permiso.- Me di la vuelta y volví a entrar al apartamento, con las lágrimas saliendo sin previo aviso.

No esperaba que fuera tan fácil para él. Amar duele, y más cuando la otra persona no siente lo mismo. No lo entiendo. ¿Por qué no podemos decidir que sentir? Así sería mucho mejor. Habrían menos corazones rotos rondando por ahí.

Y lo que más me duele es que después de todo lo que pasamos estando juntos, él ni siquiera se ha dignado en devolver alguna de mis llamadas. ¿Siquiera pensará en mí? ¿En cómo me siento?

Parece que no.

***

Me enteré a través de Madison que los chicos han vuelto hace dos días.
Los últimos días han sido bastante diferentes a los primeros. Creo que he pasado de la etapa “no puedo vivir sin él” a la etapa “ya no me interesa”. O mejor dicho “no debe interesarme”, o “finjo que no me interesa ”, no estoy segura. 

En realidad, sí lo estoy, sólo que no me gusta la respuesta.

He visto pocas entrevistas de los chicos y Chelo no parece afectado en lo absoluto. Es como si estuviera más feliz que nunca. ¿Cómo es que no noté que no lo era conmigo? Él es un muy buen actor, de verdad creí que estaba enamorado de mí. 

Escribí una canción sobre esto, lo que (aunque no parezca) es un gran avance. Antes solía escribir cinco canciones luego de una ruptura. Creía que eso era normal. 

Lo malo es que no veo esto como una ruptura más, lo veo como el fin del mundo. Y eso me preocupa. Porque de a ratos, el “finjo que no me interesa” no es suficiente. 

-¿De verdad debes irte?-
-Sí, lo siento. Me necesitan en casa.-
-Yo también te necesito.-
-Lo sé y me quedaría si pudiera, pero papá llamó demasiadas veces.-Me mira y sé que lo que dice es cierto.
-Está bien. Te llevo, entonces.-

Un viaje en auto, un abrazo y algunas lágrimas después, veo a Aria perderse entre la gente del aeropuerto. 
Al salir de ahí, sonrío lo mejor que puedo para que no me fotografíen y relacionen mi tristeza con mi...ex-novio. Y al hacer eso recuerdo que prometí empezar este mes lo mejor que pueda. No permitiré que ningún chico me arruine el último mes del año. No esta vez. Pero sé que para sentirme bien, tengo que terminar las cosas bien, y para eso, necesito una explicación.

Me desvío del camino a casa, y me dirijo al apartamento de Michelli. Realmente espero que esté ahí.
Luego de estacionar y mirar a los lados en busca de algún fotógrafo, entro al edificio y subo en el ascensor hasta el piso de Marcelo.

Dudo un poco, pero después de tener una pequeña lucha interna, golpeo su puerta con mi puño cerrado. Abre inmediatamente. 

Mierda. ¿Por qué carajo tiene que ser tan atractivo? Usa unos jeans oscuros y su camisa está desprendida. 

Está tan bueno. 

-Hola.-Mi voz suena más aguda de lo esperado, mientras intento mirar solamente sus ojos.
-¿Hola?-Arruga la frente.- ¿Qué hacés acá?

Aparentemente, no tenemos la misma reacción al vernos.

-¿Puedo pasar? Necesito hablar.-
Él cierra los ojos.
-Sí, adelante.- Se hace a un lado y yo entro, sentándome en un sofá.

El lugar ha cambiado mucho desde la última vez que vine. Pasábamos demasiado tiempo fuera, o en mi apartamento, pero nunca acá.

Se prende la camisa y se sienta frente a mí, serio.

Es como que si no nos conociéramos. Como si yo no lo conociera. Como si nunca lo hubiera visto en mi vida. Parece otra persona. 

-¿Qué pasa?-
-No vengo a hacer algún tipo de escena ¿bien? Sólo quiero una explicación.-
-Lo siento mucho, pero no la hay.-
-Algo, no lo sé. ¿Te hice enojar? ¿Te aburriste de mí? ¿No soy lo suficientemente buena?-
-No, Dios no, nada de eso.-Frunce el ceño y niega con la cabeza.
-¿Entonces?-
-Sólo...pasó.-
-¡Tiene que haber un por qué!-Me altero.
-Ya no te amo.-Contesta tranquilamente, restándole importancia a sus palabras. 

Y a mis sentimientos.

-Eso es mentira. Es una puta mentira. No me podés hacer esto, Chelo. Te vas a arrepentir. ¿Entendés? No podés cambiar de opinión así de la nada. ¿Qué pasó con todo lo que me prometiste? ¡Estás tirando todo por la borda! ¿Ya no me amás? ¿Cómo mierda es posible? Explicamelo porque no lo entiendo.-Me pongo de pie, realmente enojada.
-Tranquilizate.-
-¿¡Qué me tranquilice!? ¿Hablás enserio? Chelo ¿cómo pudiste hacerme esto?-

Y al darme vuelta para no mirarlo los ojos, es cuando lo veo: un bonito portarretratos sobre la mesa junto al sofá.

Sam y Chelo. Están sentados en algún lugar. Ella está en su regazo, sonriendo mientras él besa efusivamente su mejilla. Una foto digna de una revista. 

Comienzo a reír a carcajadas. Grandes y abiertas carcajadas.

¡Tan fácil como eso! 

Tomo la foto en mis manos y se la enseño.

-Wow, ese es un beso muy tierno. ¡Se ven tan felices!-
Él me mira ¿apenado? No lo creo.
-Terminamos hace como una semana, ¿tan rápido lo superaste?-
-Pensé que lo sabías. Ha estado en las noticias varias veces.-
-Oh, ya me lo imagino. “Marcelo Rompecorazones Michelli. Cinco días después de terminar con ____ Levine, la estrella teen ya va por su siguiente conquista. Este chico sí que sabe de mujeres.”-Imité, riendo.- ¿Sabés por qué no lo sabía? Porque cada vez que te veo en la televisión, cambio de canal.-
-Lo...lo...sien...-
-No te atrevas a decirlo, ¿está bien? Sólo tengo una duda...¿La amas más que a mí? ¿De lo que llegaste a amarme?-Pregunté.

Pero él no contestó y eso liquidó lo poco que quedaba de mi corazón.

-Bien, sólo quería saber eso. Adiós Chelo, que seas muy feliz.-

Salí apurada de ahí y bajé por las escaleras. El nudo en la garganta no soportaría esperar el ascensor. 
Entré al auto y conduje al límite de velocidad hasta llegar a mi apartamento.

Mis lágrimas se mezclan con el agua tibia cayendo de la regadera. No esperaba arreglar las cosas, pero tampoco que la explicación fuera que se enamoró de su mejor amiga. Duele, tiene que hacerlo.

Pero a fin de cuentas, conseguí lo que quería ¿verdad? Ahora sólo me queda trabajar en superarlo. Completamente. 

Estoy preparando un té, cuando oigo que golpean la puerta.

-Oh mi...-

Me tiro sobre él y lo abrazo fuerte. 

-Pasa. Pasa. Oh Dios, ¿qué hacés acá?-
-No esperaba que mi visita te alegrara tanto.-Ríe.
-Lo siento, lo siento. ¡Jason! Dios, lo siento, es que estoy pasando por una mala racha y de verdad necesito un amigo.-
-Chelo michelli ¿eh? Leí varios de esos foros de chismes. Golpe duro. Lo lamento.-
Mi grado de emoción disminuye un poco.
-Sí, supongo que tenía que pasar, ¿no?-Me encojo de hombros.- Ven, adelante.-Tomo su enorme bolso y lo dejo en el sofá.- ¿Algo de tomar? ¿Café? ¿Té?
-Café.-Sonríe.

Le cuento todo lo que ha pasado. Que debería estar feliz porque mi trabajo va muy bien, pero que no puedo, aunque espero que a partir de ahora, las cosas cambien. Él me explica que su novia leyó cosas espantosas sobre la “escandalosa” ruptura y que le pareció buena idea que él viniera a apoyarme, para de alguna forma, reparar sus errores del pasado. Me pareció un gesto muy lindo de su parte, ya que ella ni siquiera me conoce.

-Y eso es todo. Es una buena chica, siempre piensa en los demás. Sé que eso es bueno y malo, pero la am...perdón, vos estás mal y yo hablándote de mi chica, soy un idiota.-
-No te preocupes.-Sonrío.- ¿Así que ella va a estudiar acá?
-Sí. Viene dentro de una semana. Viviremos juntos en un apartamento para el que hemos estado ahorrando.-
-Me alegro mucho, de verdad te lo mereces.-
-No, no lo hago. Lo que te hice fue horrible, si pudiera volver el tiempo atrás, juro que...-
-Ya hablamos de eso, ya te perdoné. Enserio, está bien. Si yo fuera un chico, Alison también me tentaría.-
-Gracias.-Sonríe.
-¿Qué tal si vamos a cenar? Conozco un lugar que está muy bueno a unas cuadras. Tienen música en vivo.-
-Está bien, si es lo que querés.-

Subo apurada las escaleras y me cambio. Acomodo mi cabello, y me maquillo. Lo he estado haciendo seguido.

Caminamos hasta el restaurante y siento varios flashes en el camino. Me siento algo vacía al no tener que preocuparme por los celos de Chelo. 

Luego de acabar de cenar (Jason spaguetti y yo pollo con ensalda) el dueño del lugar se enteró de mi presencia y me pidió que cantara una canción, ofreciéndome una buena cantidad de dinero. Yo lo hubiera hecho gratis. De todas formas, me pareció una falta de respeto hacia el chico que estaba en el escenario, pero a él no le importó, incluso se veía feliz. Entonces decidí hacerlo. 

-Quiero dedicarle esta canción a la última persona que hizo pedazos mi corazón. Él la va a entender más que nadie y espero que la escuche. Enserio lo espero.-

»¿Te olvidaste de que aún estaba viva? ¿Te olvidaste de todo lo que tuvimos? ¿Te olvidaste...te olvidaste de mí? ¿Te arrepentiste de haber estado conmigo? ¿Te olvidaste de lo que llegamos a sentir?«

»En alguna parte nos equivocamos. Llegamos a ser tan fuertes. Nuestro amor es como una canción: no puedes olvidarlo.«

»Lo tuvimos todo. Estuvimos tan cerca de enamorarnos como nunca antes.«

»Y al final todas las fotos han sido quemadas. Y todo el pasado es sólo una lección que hemos aprendido. Yo no me olvidaré.«

»Nuestro amor es como una canción. Pero tú no la cantarás más. Te olvidaste...de nosotros.«

{http://www.youtube.com/watch?v=HGgSB-1yQcc}

Rompiste la promesa más importante para mí, Chelo, y eso es algo que nunca te perdonaré. 

Bajo del escenario y sé que estoy hecha. No voy a seguir sufriendo por alguien a quien no le importo en lo absoluto.

Believe in Me [Marcelo Michelli]Where stories live. Discover now