Chapter 8.

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Los personajes que aparecen en esta obra son propiedad de Kohei Horikoshi.
Si es que encuentran algún error háganmelo saber, por favor.

Gracias por leer~

Cada que llegaba a casa se encontraba la soledad esperándolo, ya no estaba esa amable persona que siempre preguntaba por su día y lo atendía debidamente, estaba solo.

No quiere admitirlo, no quiere admitir que extraña a esa insignificante persona que en algún punto amó, pero ahora ni siquiera sabe lo que siente por ella, quizás la otra persona se sienta igual.

Era de esperarse que la noticia del aborto de Midoriya iba a darse a conocer en todo el vecindario, pero no se atrevían a especular sobre lo sucedido.

En su trabajo, todos sus compañeros mostraban cierta lástima por él debido a la noticia, pero él no lo entendía, ¿por qué les duele la pérdida de alguien que no tiene importancia?.

Siempre, siempre eran las mismas palabras:

"Lamentamos lo de tu hijo"

"Tu bebé debe estar mejor ahora"

"Esperamos que estés bien"

¿Por qué se lo repiten a diario?, ¿acaso quieren hacerlo sentir culpable del supuesto aborto?, si es así, lo estaban logrando.

Cada día pensaba más en el pecoso y en su situación, ese bebé, ¿pudo ser su hijo?; era obvio que lo fue, pero él no lo veía así, aún.

Aunque no lo parezca, Bakugou es inseguro, por eso sus arranques de celos con el peli verde, pero eso no justifica los insultos y el maltrato que recibió.

Poco a poco, su conciencia se encargaba de torturarlo, le hacia recordar todo lo que él no deseaba, los gritos de Izuku llenos de dolor, rogándole para que ya no lo lastimará, incluso cuando el peli verde le dio la noticia, estuvo a punto de sentir algo llamado tristeza, pero su mente enferma no se lo permitió y distorsionó las cosas.

Ahora se encontraba de nuevo en su casa, con botellas de alcohol a su alrededor, lo hacían sentir mejor de cierta manera y olvidar su culpa, pero una vez pasado el efecto, todo regresaba.

Escuchó la puerta de su hogar siendo tocada, no pudo darse una idea de quién era el que tocaba.

De mala gana se levantó y abrió la puerta, encontrándose con cierto pelirrojo.

—¿Qué quieres?

—Sólo vine a verte, escuché que no has estado muy bien desde...Ya sabes...

—Pasa...—Le abrió paso para que se introdujera a la casa y después cerró bruscamente la puerta

—¿Qué pasó con Midoriya y Todoroki?

—Ambos se largaron, como el fácil que es...

Kirishima sabe que eso no es verdad, pero no iba a discutir por eso ahora.

—Bro, ¿quieres hablar de algo?

—¿De qué podría hablar?

—Tu situación no es fácil, perdiste a tu hijo, y Midoriya se fu...

—Esa cosa no era mi hijo...—Se negaba a aceptarlo, pues sabe que si lo hace la culpa crecerá

—Fue tu hijo. Dime, ¿Midoriya salía constantemente?

—Midoriya te amaba, no hablaba de otra persona que no fueras tú, ni siquiera se tomaba importancia él mismo. ¿Sabes lo que provocó el aborto?

—Kirishima, no soy doctor y tampoco sabia que estaba esperando un puto bebé. ¿A qué demonios quieres llegar?

—Bakugou, tus abusos fueron los que mataron a tu hijo...—Respondió seriamente

—Eso no es cierto...

—Bakugou, Midoriya mostraba moretones y golpes constantemente, y sólo permanecía a tu lado, por favor, no digas que no es cierto, tú lo sabes, acabaste con el amor que te tenía y terminaste con la vida de tu...

—¡Cállate, maldita sea!—¡¿Qué tratas de hacer?! ¡¿Quieres que me eche al suelo a llorar?!

—Quiero ayudarte, porque no puedes seguir así, con tu actitud tan explosiva y tus enfermizos celos, terminarás solo y a los pies de la tristeza, eres mi amigo y no quiero que sigas equivocándote. Mira, acepta asistir a una terapia psicológica, la necesitas

—Yo no estoy loco

—Ir a un psicólogo no necesariamente quiere decir que lo estés, necesitas controlar tu ira y tus arranques, no quisiera decirlo, pero eres una amenaza, lo fuiste para Midoriya, y ten por seguro que si se arma de valor, puede demandarte por todo lo que le hiciste

—¿Demandarme?, él no podría hacer eso... Se supone que me ama...—Quería creer eso, quería pensar que aún era la persona que perdonaba todas sus malas acciones

—¿No crees que estaría aquí si eso fuera verdad?, ¿no crees que estuviera aquí si él no te tuviera miedo? Bakugou, debes entender que...

—Largo...—Le interrumpió

—¿Qué?

—¡Dije largo!—Lo tomó del brazo y lo encaminó a la salida

—¡Bakugou, por favor! ¡Déjame ayu...—Le cerró la puerta en la cara para después recargarse en la misma y dejarse caer

—No es mi culpa....Él me ama...No puede hacerme eso...Ese bebé...Ese bebé...Fue mi hijo...—Finalmente lo había aceptado

Había aceptado que él fue el único culpable de la muerte de su propio hijo y de todas las desgracias del peli verde. Pero aún no estaba listo para confesarlo delante de otras personas.

En lo que restó del día, no se movió de ahí, repitiendo las mismas palabras acompañadas de un llanto incontrolable.

Broken; [ᴵᶻᵁᴷᵁ ᴹᴵᴰᴼᴿᴵᵞᴬ]Where stories live. Discover now