Broken; [ᴵᶻᵁᴷᵁ ᴹᴵᴰᴼᴿᴵᵞᴬ]

Chapter 23.

Los personajes que aparecen en esta obra son propiedad de Kohei Horikoshi.
Si es que encuentran algún error háganmelo saber, por favor.

Gracias por leer~

El joven peli verde corrió desesperado hasta la sala, gritando con desesperación que su hija necesitaba atención médica de inmediato.

Rápidamente, una doctora acudió a su llamado arrebatándole a su hija para trasladarla a otra habitación y salvarle la vida.

Lo único que pudo hacer en ese momento, fue quedar sumido en llanto sin la posibilidad de tranquilizarse, incluso estuvo apunto de desmayarse.

De pronto, el bicolor que acababa de entrar de nueva cuenta al hospital trayendo consigo tres cafés, se le acerca rápidamente al ver al joven de pecas tan desesperado y mostrando innumerables lágrimas en sus ojos ya hinchados.

—¡¿Qué te pasó?! ¡¿Estás bien?!—Le preguntó mostrándose bastante preocupado

—¡Mi hija casi muere en mis brazos!—Confesó mientras dirigía su mirada hacia sus temblorosas manos—Sabía que algo malo iba a salir de esto, Katsuki aún no estaba lista para conocerla

—Un momento, ¿Bakugou?

—Todoroki, por favor, no ahora. Sólo quiero saber que mi hija se pondrá bien

—Está bien, pero, ¿puedes decirme lo qué pasó?

—No sé si fue su intención o de nuevo sufrió otra alucinación, Katsuki ...—Ni siquiera pudo terminar, el tan sólo recordar esa escena y recordar que su hija casi muere en sus brazos, le regresó el llanto—¡Sólo quiero que ella esté bien!—Confesó mientras hundía su rostro en sus manos

—Estará bien, es una niña muy fuerte, ¿recuerdas?

—¡No necesito que me recuerden cada que pueden que estuve apunto de sufrir innumerables abortos!—Le dijo al bicolor mostrándose molesto e irritado—Lo lamento, no estoy de humor

—No te preocupes. ¿Quieres que me quede aquí contigo?

El pecoso rápidamente asintió mientras trataba de retener sus lágrimas; sin embargo, el bicolor le otorgó un abrazo acompañado de unas cuantas palabras; "Puedes llorar, si eso es lo que quieres", al escuchar eso, no se contuvo, y de sus ojos pronto comenzaron a salir enormes gotas cristalinas que deseaban con salir desde hace unos minutos, el llanto del peli verde era lo único que lograba escucharse en el aquel hospital, y no le importó si alguien llegaba a opinar sobre eso o le pedían que bajara la voz, al fin y al cabo, ellos no saben el infierno que está pasando ahora mismo, con la angustia, temor y preocupación de perder a su hija.

Varios minutos transcurrieron, el llanto de aquel joven chico de cabellos verdes había cesado, ahora, se encontraba profundamente dormido mientras aún permanecía abrazado del bicolor.

Todoroki trató de no moverse para nada, no quería despertarlo, no recuerda cuándo fue la última vez que se le vio dormir, seguramente el desahogarse, el no reprimirse lo dejó agotado junto con su estado emocional.

El heterocromático se encontraba sumido en sus pensamientos ahora mismo, no logró percatarse de algo, el rubio los veía a ambos con una mirada que no hacía más que expresar el odio irrefutable que les tenía a ambos en este momento.

Odia verlos juntos, siempre ha odiado verlos juntos, se supone que el que debería estar abrazándolo en este momento es él, no el "bastardo" como él le llama al bicolor.

—Ese hijo de perra, ni siquiera con mi hija enferma deja de comportarse como una perra—Masculló con bastante odio hacia ambos

Tenía toda la intención de acercárseles e iniciar un escándalo por esto, pero de pronto, alguien lo toma del brazo y lo aleja