Capítulo 3. Despertar.

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Capítulo 3. Despertar.

"Despierta"..."Despierta." Un humo espeso inundaba la alcoba. Viento frío corría dentro de ella, haciendo de la exhalación un vapor transparente.

-"¡Despierta!"

-No...

-"Si, despierta. .."

Una rodilla impaciente se abrió paso entre las piernas de Roni.

-"Despierta"-sonaba en tono creciente-"¡y ponte a trabajar! "- La frase estalló como un grito estridente frente a su cara y cuando pudo abrir los ojos , allí estaba, sobre ella, el hombre espectral. Sonriendo. Mirándola fijo a los ojos . Tan cerca, que ambos respiraban el mismo aliento.

Eran tan vacíos, tan traslucidos . Eran ojos sin vida.

Roni sintió un ardiente entumecimiento en todo el cuerpo. Como si la quemaran viva. Su voz, llena de pánico, no podía salir de su boca.

-¡Despierta! Eyyy....Roni!- Alejandro sacudía a Roni que se retorcía en la cama como una culebra en la arena.

-noo..

-¿No que? -le pregunto asustado-¿que pasa?

Roni abrió lentamente los ojos, por miedo a seguir soñando.

-No es nada-respondió-tenía una pesadilla.

-¿Pesadilla? Pues...parecía mas bien otro tipo de sueño - rio Alejandro frunciendo las cejas.

- Idiota.

- Vamos a desayunar- dijo el. Y se levanto en boxers a calentar el agua.

Roni abrazo sus rodillas y se recostó sobre ellas.

Era la misma persona.

Quizá finalmente, si lo haya soñado todo. "Que horrible mirada" pensó.

-¡No! Solo soñé. Debo olvidarlo. - se dijo.

De pronto sintió un martillazo en la cabeza. Un golpe seco. El cuarto le dio vueltas, y debió reclinarse en la cama.

Ante el intenso dolor ; abrazó su cráneo y contuvo el aliento. Alejandro que llegaba con la bandeja del desayuno se apuró por sentarse a su lado, al verla languidecer.

-¿Una migraña? -le dijo, despejándole las manos del rostro- oh, no...¡Roni!¡ Demonios!

-¿Eh?-Roni noto la preocupación en la cara de él. Sentía algo caliente corriendo sobre su labio, y luego de acariciarse el rostro pudo ver en las yemas de sus dedos el rojo acaramelado y brillante de su sangre.

-No me levantaré hoy-murmuró

-¡Ya sé! Estoy llamando a tu madre.

Aquel estado era como un trance. No podía dormirse completamente por las  punzadas y el malestar general, pero tampoco estaba despierta.

De lejos se escuchaba una conversación.

-Debo ir al trabajo-decía Alejandro.

-Me quedaré aquí con Victoria-lo tranquilizaba Bárbara, quien en ese instante asomaba la nariz a la habitación para ver a Roni-No te preocupes-prosiguió- te avisaré si hace falta.

Pronto Victoria fue a la cama con su madre , a la espera de la leche prometida por su abuela. Bárbara bajó las persianas , oscureciendo el cuarto. Sabía que en el estado de Roni cualquier grado de luz empeoraría el cuadro, y traería consigo para empeorarlo todo, las indeseadas náuseas.

ENCANTADOR DE ALMASWhere stories live. Discover now