Capítulo 7. Un título. (FINAL)

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Capítulo 7. Un título.

Alejandro llegó muy entrada la noche, algo molesto. Dejo su mochila y su celular en la mesa. Beso a Roni en la nariz , le pidió un café y luego de contar alguna tonta anécdota del trabajo se fue a bañar.

Roni aun escribía, tratando de terminar, contrariada por no hallar las palabras.

" Antes del final , le pondré un título" pensó... y se debatió unos instantes antes de escribir en la primer hoja, que aun estaba en blanco : "Encantador de almas".

~~~~~~♡~~~~~~

La noche agitada gritaba desde la ventana, queriendo colarse en la cocina.

El aire era espeso. Turbio y caliente.

Un suave respiro despedía el humo de un cigarro, sostenido por los dedos temblorosos.

Con los ojos empañados, corrió la vista del pequeño aparato. La pantalla brilló un momento hasta que finalmente, se dejó morir , apagandose en la silenciosa habitación.

Ella trató de concentrarse en su trabajo, aunque ya no valiera el esfuerzo. Ahora sus dedos vibraban tanto, sus pupilas lloraban tanto, sin pestañar siquiera, que garabatear una sílaba era una tortura impensable.

Le dolía cada célula en el cuerpo. Con un dolor tan helado , que creyó haber sentido su corazón congelarse.

Era lógico a su parecer, haber sido traicionada por el. Aunque nunca entendería el porqué. Porque ya. Analizó mil veces su visita en casa de sus padres , tratando de notar algún detalle , que en su esperanzado optimismo le hubiera impedido ver que todo terminaría por romperse. Como el mismo Demian había prometido, pero mas pronto de lo que había asegurado.

Ya no quedaría nada mas.

Trató de pensar en Alejandro con amor.De revivir aquel sentimiento, y se sintió culpable. Hurgo dentro de si, para tratar de evitarle el mal que se avecinaria.

A veces la curiosidad y la incertidumbre humana son una hoja de doble faz. Llevados por estas podemos abrirnos las puertas de un mundo increíble, o las del mismísimo infierno.

A veces la suerte nos juega una broma cruel , y lo que ayer era, ya no será, ni seremos los que fuimos otra vez. Y es incluso, increíble pensar, como nuestro pobre organizmo puede soportar el peso de la pena. En ocasiones es tanta , que pareciera aplastarnos como una avalancha, hundiendonos en la mas rotunda miseria.

Se oía de fondo el ruido de la ducha. Alejandro tardaría en salir.

Sería por eso que al sonar su celular, Roni lo tomó , distraidamente , mientras trabajaba. Como un deja bu. Todo su semblante cambió en ese momento.

Una lágrima salada pasó entre sus labios, y su amargo sabor sería un bálsamo que la libertaria por segundos del peso de la verdad.

Dejó su pluma sobre el cuaderno. No podía pensar más.

Tomó de nuevo el teléfono, para terminar de hundirse la espada de la desesperación en medio de la carne:

"La chica dice que tú la golpeaste , y que la obligaste. Amigo, esto es serio. Mejor vallamos a darle un susto mañana o terminará llendo a tu casa, y todo será un desastre."

A Esas frases se reducía toda su vida. Enseguida recordó aquella noche, en que Alejandro volvió tan mal del trabajo. Pensó tal vez, en hablarlo... Pero no. De alguna manera Alejandro terminaría por reaccionar. Si no era con la extraña, con ella misma quizá. Esta no sería, una de las cosas que su buen trabajo podría cambiar. Porque claramente, Demian no dejaría que fuera así.

Al oír que la ducha se cerraba, lanzo el telefono lejos de si, en la mesa. Secó sus ojos en silencio. Y no le habló, mientras él se paboneaba en bata, camino a la alcoba.

Vio el reflejo de la luz apagarse, y supo que el simplemente, se dormiría.

Fue entonces cuando tuvo la certeza de que ya no quería vivir. Fue un rapto de aguda lucidez. Un espacio de calma, dentro del volcán.

El mundo seguiría girando, pero ella ya no estaría en él. El trabajo terminaría por no concluir jamás, y sería de seguro, una gran manera de burlar a Demian.

Aún así, el dolido viudo, a modo de homenaje, enviaría la obra a una editora que se demoraría en contestar, antes de irse enseguida del país con Victoria.

La gente compraría un libro , con relatos fantásticos y misteriosos ; que leerían en algún lugar apartado del bullicio, o antes de irse a la cama.

En todas partes se oiría hablar de la novela maldita, que ni siquiera tenía un final. Y sería una obra de culto por muchos, muchos años.

Y apuesto que hasta tú, lo habrás leído hasta aquí sin saber , que esta sería la primera y la última vez que tendrías en tus manos un pedazo de ese descuartizado corazón. Para cuando lo termines, ya se habrá extinguido hace tiempo, perdido en la putrefacción y el olvido, mientras que la nueva noche , agitada, grita desde la ventana, queriendo colarse en la cocina.

PD: ¡Te tengo!

Demian.



ENCANTADOR DE ALMASWhere stories live. Discover now