Sigue siendo Cass.

Tan Frágil como una Rosa.

Esta es Alexandra Daddario, Romerochan la menciono como su Cass femenina c: (a ella y a su hermano no les digo que no alv)

¿Tienen a alguien más en mente como Cass? Yo a veces me imagino a Anne Hathaway :v

Ya sé, repetí la canción en multimedia but lo que me gustó de esta fue el vídeo en sí. Ya sé, fracasé poniendo como soundtrack el tipo de música digna de SPN :c

-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Cass se levantó con dificultad apartándose algunos mechones de cabello del rostro, se limpió los labios manchándose la mano de sangre y gruñó ante la constante palpitación que sentía donde su cabeza había golpeado el auto. Miró aquella casa alzarse frente a ella como un mudo testigo de lo que había pasado y se apresuró a ingresar temiendo que Dean lastimara a Sam ya que sabía que de ser así su cazador no se lo perdonaría nunca.

Lo primero que la recibió al entrar a la casa fue un Sam siendo arrojado de una pared a otra, hizo una mueca de dolor pues sospechaba que el golpe que se dio crearía contusiones que no podría curar antes de que volviera Gabriel.

Dean estaba en medio del gran salón con el candelabro de cristal pendiendo sobre él, oscilaba de un lado a otro mientras el cazador contemplaba a su hermano furioso. Cass veía sus hombros sacudirse ante la acelerada respiración del hombre y cómo sus manos se convertían en puños sin dejar de mirar a Sam, que intentaba incorporarse con cuidado de entre toda la madera que lo rodeaba.

—Eres mi hermano—gruñía Dean mirando a Sam—Tienes a tu maldito arcángel, ¡¿No puedes dejar al mío en paz?! ¡No puedes tenerlo! Él es mío.

Cass volvió a mirar el techo, las bisagras que mantenían en su lugar el candelabro comenzaban a chirrear mientras éste seguía balanceándose peligrosamente sobre Dean, era como si aquello que lo poseía tuviera control absoluto de la casa haciendo que esta se moviera conforme su humor.

Castiel se puso en modo automático, ni siquiera pensó en las consecuencias, en su cerebro sólo estaba la idea de proteger a Dean, como siempre. Poco le importaba si Sam estaba mal herido o algo peor, ella sólo podía ser consciente de Dean estando en peligro, de su impotencia de hacer más, de salvarlo siendo una inútil humana.

Miró alrededor encontrando el arma de Sam, el hierro, y lo tomó antes de lanzarse contra Dean y caer hechos un manojo de extremidades en el momento en que el candelabro caía del techo. Cass apenas registro aquello pues coloco el arma en el cuello de Dean logrando su propósito pues el fantasma gritó y salió del cuerpo del cazador dejando un rastro de sustancia negra deslizándose por sus ojos.

Cass suspiró aliviada y dejó ir el arma. Se dejó caer sobre Dean recargando la mejilla en su pecho y sonrió cuando escuchó el acelerado ritmo de su corazón. Se permitió disfrutar de esa melodía unos segundos antes de levantarse e ir con Sam.

—Cass, ¿estás bien?—preguntó el pelilargo inseguro al ver el golpe en su cara.

—Lo estoy, al menos hasta que llegue Gabriel—admitió ayudándolo a levantarse—Dime que no es nada malo, Gabe me matará si te rompiste algo.

Sam sonrió y miró en dirección a su hermano que se acercaba presuroso para ayudarlo a salir de allí. El menor sentía una ligera molestia en el costado, nada grave o eso esperaba porque Cass tenía razón, capaz que si se llega a lastimar de una manera peor Gabriel masacra a Cass y a Dean sin resentimiento. Se apresuraron a salir de esa casa para investigar en dónde había sido poseído Dean.

...

—Hey, me duele—Castiel se apartó de golpe.

Dean alzó las manos en un modo conciliador sosteniendo el algodón con alcohol en una de sus manos.