5. EL BERSERKER

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— Señores tenemos acá uno de los más antiguos cuchillos, perteneció a Ivar; un berserker. Se dice que era una de sus armas favoritas, incluso cuentan leyendas que en él yace el espíritu del vikingo. La subasta se inicia con 250 USD, quien ofrece 300, vamos 350, ¡400!, 450, señores este es un arma legendaria no ha perdido su filo, ¡500 ¡al joven! Vamos 500 a la 1, a las 2, vendido al número 76; por favor puede finalizar su compra con uno de nuestros asesores.

— Adrián no creo q a tu tío le agrade que hayas invertido en un cuchillo — con resignación advirtió Malcolm; su mejor amigo.

— Espera que lo veas, de seguro llamara la atención en su museo, no todo debe ser obras de arte.

En estado de ansiedad Adrián finiquito los detalles de esa subasta, terminó de comprar otras antigüedades, más su atención estaba en aquel objeto cortante; tan pronto  sus manos lo sujetaron, sintió un gran peso

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En estado de ansiedad Adrián finiquito los detalles de esa subasta, terminó de comprar otras antigüedades, más su atención estaba en aquel objeto cortante; tan pronto sus manos lo sujetaron, sintió un gran peso.

Con poco entusiasmo su tío acepto que se exhibiera en la sección de armería.   — ¿Estás seguro de esto?, no me parece adecuado que enfoques tu atención en eso, no quiero verte afectado — sin dejar de ver la pantalla comentó el.

— Que me hayan apuñalado no signifique que viva con miedo a los cuchillos, ya supere todo eso, estaré bien — sentenció Adrián algo disgustado, recordando como aquel intento de robo por poco acaba con su vida, como su cuerpo recibió cortes y tres perforaciones, con cautela detallo la punta, hoja, fue hasta el mango y sin querer la piel de uno de sus dedos fue levemente rasgada, dejando salir un gotita de sangre que hizo vibrar aquella arma.

— ¡Sangre! — fue lo que creyó escuchar, culpó a sus nervios y a su imaginación, simplemente lo dejo en uno de los escaparates

Esa noche el mal trago de ese incidente lo alejaron de un profundo descanso, recordaba como su piel se estremeció con el frio de ese puñal atravesándolo, después el calor y humedad de su sangre saliendo de su boca, la angustia de no poder respirar lo llevaron a la necesidad de llamar a su amigo.

— Es normal que hayas tenido esa pesadilla, estuviste en medio de armas y cuchillos el día de ayer, no le des importancia — comunicó Malcolm.

— Lo sé, es que cambie después de todo eso, siento que esas heridas todavía están abiertas, como si algo me impidiera sanar.

— Debe ser porque no recuerdas con exactitud lo que paso, vuelve a dormir, tarde o temprano te recuperaras.

Se sentía tan estúpido volver a ese estado, ahora le daba la razón a su tío, << ni me conozco, en que estaba pensando a la hora de haber comprado eso >>, abatido decidió bajar a prepararse una bebida que lo tranquilizara, solo que al salir de su habitación un objeto brillante lo golpeó.

— Adrián, permanece acostado, te golpeaste muy fuerte, te encontré tirado a la salida de tu habitación — expresó su tío Evan.

— No lo sé, iba a buscar algo que me ayudara a dormir, de la nada algo vino hacia mí.

RETOS DE MISTERIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora