Mi princesa (Seiya x tu)

[1] Encuentro..

«Pov Shun»

Estaba muy preocupado por Seiya, se la pasaba todo el día en su cuarto sin hablar con nadie; nisiquiera conmigo. ¡Hasta no quería comer! Tenía que obligarlo lo cual no me daba nada de gracia, Saori ha estado muy ocupada con la Fundación así que no a estado con nosotros en un tiempo y no se ha dado cuenta de esto.

Los demás si estan bien, Hyoga se fue a Siberia, Shiryu a los cinco picos y Ikki está en la isla madre muerte (y yo estoy aquí porque el mismo me dijo), es muy solitario, y más si tienes como compañero a un Pegaso deprimido.

Estaba en la cocina preparando el almuerzo, cuando de repente mi teléfono sonó; me llegó un mensaje de mi hermano. Emocionado, cogí el teléfono y lo leí:

Ikki: ¡Hola hermanito! ¿Cómo estás?

Shun: Hola hermano, yo bien, pero Seiya está muy  deprimido y triste, me preocupa...

Ikki: ¿Qué le pasó ahora al Burro? ¿Lo rechazó Saori?

Shun: No, es que al parecer las heridas que sufrió lo desmotivó bastante...

Ikki: Ñah! Es una face de esas, ya se le pasará...

Shun: No lo creo, nisiquiera quiere comer...

Ikki: oh! Entonces la cosa si es sería...

Shun: Ya no se que hacer...

Ikki: ummm.... ya sé, ¿Qué tal si todos fuéramos a la mansión?

Shun: Eso estaría increíble! A Seiya de seguro le gustará que estén todos aquí!

En ese momento percibo movimiento, ¡Era Seiya! ¡Salió de su cuarto! Obviamente me emocioné que hasta se me cayó el teléfono en la mesa. Lo cual el notó.

Seiya: ¿Con quien hablabas? — preguntó con poco ánimo mientras abría el refrigerador.

Shun: Con mi hermano... — dije sin dejar de sonreír de la emoción.

Seiya: ... que bien, Mándale mis saludos... — dijo desinteresado volviendo a la salida de la cocina con una soda en mano.

Shun: ¡Espera! ¿No vas a almorzar?

Seiya: No se puede comer pasta quemada... — Suspiró saliendo de la habitación.

Shun: ¿Pasta quemada? Pero si no... — digo confundido hasta que veo la olla, ¡Se me estaban quemando el espagueti! Rápidamente tomó las agarra ollas y la pongo en el lavamanos sintiendo todo el vapor en la cara, pero ya era muy tarde. Suspire frustrado y volví con mi teléfono.

Shun: ¿Cuando vienen?

Ikki: En la tarde, pero el burro alado no puede estar mientras llegamos, para que sea sorpresa.

Shun: Entendido, nos vemos en la tarde...

En ese momento me fui rápidamente para la habitación de Seiya y toqué.

Shun: ¡Seiya! Arreglate que vamos a comer afuera...

Seiya: ¿Al final si se te quemó la pasta? — dijo sin abrir.

Shun: ¡Eso no es importante! — reclamó un poco enojado — ¡Pero vamos! ¡Será divertido!

Seiya: ¿Tengo opción? — preguntó mientras abría lentamente la puerta.

Shun: Nop — digo sonriendo mientras lo tomo de la playera roja y lo sacó de la mansion hasta un auto donde lo puse de copiloto, y él se quedó viendo por la ventanilla.— ¡Anímate! Hace tiempo que no sales...