❀T A E H Y U N G❀

432 51 4
                                    

Después de haber abordado el avión un poco antes que JiMin, TaeHyung comenzó a sentirse nervioso, nunca en su vida había viajado en un avión, claro, a comparación de su mayor que lo hacía constantemente para visitar a su familia de Seúl, porque claro, JiMin tenía familiares en la capital y esto era como un viaje de rutina para él. Para TaeHyung era como la mismísima muerte. Este era su primer año en la escuela de JiMin, por lo tanto estaba aterrado.

Aunque cualquier indicio de miedo se fue de su rostro al ver al que sería su acompañante. Era un chico tal vez menor a él, era curiosa la forma en la que su nariz se arrugaba un poco al tratar de enfocar su atención en su celular. Sin duda era adorable, como un pequeño conejito.

-Oh, tal parece que seremos compañeros de vuelo.

TaeHyung esperaba tal vez una sonrisa, una gran emoción, incluso podía esperar un golpe o una cara de pocos amigos. Pero no un asentimiento de cabeza, el castaño juraba que el pequeño parecía alguien muy social, casi como él. Tal vez se había equivocado.

-¿No hablas mucho? Que mala noticia... Pensaba que tendría un nuevo amigo.

Dijo TaeHyung tomando asiento a su lado, debía de pensar que demonios iba a hacer durante todo el vuelo, ya que estaba más que claro que su acompañante no iba a hablar. O eso creyó hasta que escuchó la voz dulce el chico.

-No... No me gusta hablar con extraños.

-Bueno, me acabas de decir 8 palabras seguidas... ¿Estás seguro de lo que dices?

Al parecer TaeHyung había acertado, pues el menor se encogió de hombros provocándole una enorme sonrisa al mayor, era como estar con JiMin sólo que... Mil veces mejor.

-Eres una monada, te pareces a mi mejor amigo, ¿qué edad tienes?

-Dieciocho... Probablemente le deba respeto, ¿no es así?

-Bueno, un poquito, tengo diecinueve.

Cuando el menor se le quedó mirando con una linda sonrisa, TaeHyung no pudo evitar devolversela, estaba demasiado absorto en los grandes y bonitos ojos del chico que no había notado que lo estaba llamando.

-Hyung... ¿Su nombre?

Justo cuando el castaño le iba a contestar, el celular de JungKook los interrumpió, para TaeHyung no era ninguna molestia que él contestara, lo que se le hacía verdaderamente adorable eran las expresiones de su rostro. Era como ver a un niño pequeño a punto de hacer una rabieta. Cuando terminó, volvió a centrar toda su atención en él.

-TaeHyung... Kim TaeHyung, pero puedes decirme Tae, si me dices hyung, te golpearé.

Cuando el contrario le dedicó otra de sus bonitas sonrisas, el castaño se asustó un poco por el latir tan apresurado que su corazón comenzaba a tener, ¿a caso se estaría sintiendo mal?

-Jeon JungKook, puede decirme JungKook si quiere.

-Te diré Kookie, y quita el formalismo, no quiero honorarios ni nada de eso, por favor.

-Eso sería maleducado de mi parte.

-Me enojaré si vuelves a utilizar honorarios y formalismo conmigo.

Cuando el menor abrió aún más sus ojos, TaeHyung no pudo evitar visualizar a un pequeño, lindo y adorable venado. JungKook era tan lindo que le causaba incluso más ternura de la que JiMin solía causarle frecuentemente.

-Bien, ¿vienes solo?

-Vine con mi hyung, está allá atrás, asiento 215.

-¡Que curioso, mi mejor amigo está en el 214! ¿Crees que ya se hayan conocido?

-Bueno, si fue así probablemente hyung no tenga mucho que decir.

-Bueno, Jiminnie tiende a ser penoso... Supongo que eso sólo nos deja a ti y a mi como posibles amigos.

-Ser tu amigo suena agradable... TaeTae.

TaeHyung estaba muriendo lentamente, ese niño en verdad era adorable, sólo esperaba tener la suerte suficiente como para poder verlo una vez más en Seúl, aunque su segunda opción podía ser pedirle su número.

No supo en que momento se encontró hablando con el menor sobre videojuegos y fotografía, sobre pinturas y técnicas de arte, sobre música y sus canciones favoritas. En verdad había sido un viaje interesante tanto para el menor como para TaeHyung.

Usualmente, TaeHyung estaba acostumbrado a los gustos muy diferentes a los suyos, los de JiMin por ejemplo, era curioso que le gustara una persona así, tal vez estaba comprobado que las personas opuestas se atraen. Pero con JungKook todo era tan diferente, sentía que podía expresar libremente sus gustos, sus disgustos, lo que le apasionaba y lo que más odiaba en el mundo. Era curioso, ya que las cosas no deberían ser así, pero a TaeHyung le gustaba esa sensación.

Tal vez su emoción eran demasiado obvios, lo notó cuando el menor lo miró con esa bonita y adorable sonrisa suya y después le preguntó:

-¿A caso a JiMin Hyung no le gustan las mismas cosas que a ti?

TaeHyung sonrió de medio lado y bajó la mirada.

-A JiMin le desagradan muchas cosas que yo amo, solemos pelear y tener muchos desacuerdos... Pero lo quiero, ¿sabes? Es... Lo más parecido a todo lo que odio con mi vida pero eso me hace amarlo... Es como amor-odio.

Y es que no había otra palabra para describir ese amor extraño que sentía por su mejor amigo, tal vez era sólo otro de sus tontos caprichos, tal vez se trataba de algo pasajero, tal vez JiMin tenía razón, tal vez su verdadero amor se encontraba en Seúl, pero no lo quería aceptar del todo, porque muy en el fondo de su pequeño corazón quería estar con JiMin, quería que el mayor viera que el amor sí podía ser algo maravilloso.

Second Chance »Y.M«Onde histórias criam vida. Descubra agora