¿Ángel guardián? (JIHAN)

Capitulo 4

Estaban almorzando en silencio, Joshua muy nervioso por la fría actitud de su compañero que no le converso nada desde que esa mañana le confeso que era un cambia formas. Ahora estaba igual, solo poniendo atención en sus plato e ignorando al otro ser vivo en la silla del frente.

- ¿Estás enojado? – El pelinegro estaba muy incómodo con el ambiente entre ellos. Jeonghan al fin se dignó en mirarlo a los ojos, pensativo.

- No – Fue cortante, ya que de inmediato volvió su atención a la comida.

- Jeonghan, por favor, olvidemos todo y volvamos a como estábamos antes – Rogo con tristeza. El castaño suspiro, pero no levanto su cara.

- No puedo olvidar que eres... una de esas cosas – Murmuro con disgusto lo último, provocando mayor dolor en el menor.

- ¿Hay algo que pueda hacer para al menos no incomodarte? – Jeonghan contuvo una sonrisa al conseguir al fin que el otro llegara a ese punto. Sabía que Joshua era de buen corazón, o al menos le perdonaría de todo por el simple hecho de que le salvo la vida, pero al ver que malinterpreto que anduviera pensativo, pensó sacarle provecho a ello.

Con lentitud al fin vio directo a esos felinos ojos, los que brillaron esperanzados. Fingió pensarlo un buen rato para luego abrir y cerrar la boca un par de veces, como si dudara o se arrepintiera de lo que pensaba decir, divirtiéndose de las reacciones ansiosas del pelinegro.

- Esta bien cualquier cosa mientras respete el hecho de que nos quedemos aquí en el sótano – El cambia formas se moría de nervios, pues deseaba estar en paz y tranquilidad conviviendo con aquel joven, el cual al fin pareció decidirse por algo.

- ¿En cuántos animales puedes transformarte? – Pregunto con precaución. Esos hermosos ojos se abrieron con sorpresa, para luego quedar pensativo.

- Son varios así que me da pereza contarlos, pero mi especialidad son todos los animales domésticos y los felinos. Al primer animal en el que me pude convertir cuando niño fue en un conejo, así que es el que más se me facilita – Hablo con cierto orgullo y alegre de al fin hablar con el que esperaba fuera su amigo.

- Ya veo... - Asintió con lentitud, sorprendido de eso – Te perdonare Joshua, si es que cada dia te transformas en lo que yo te pida cuando yo quiera, ¿Entendido? – Le apunto con los palillos con los que estaba comiendo, esforzándose al máximo para mantenerse serio.

El pelinegro se quedó procesando lo que había escuchado, a lo que al final asintió rápidamente, alegre de encontrar algo para no hacer sentir incomodo a Jeonghan.

Una sonrisa satisfecha adorno el rostro del mayor, pues había logrado su cometido, aunque se sentía culpable de haber tratado de esa manera al pelinegro solo para conseguir saciar su capricho de ver distintos animales.

Luego del almuerzo y en los siguientes días, cada vez que no estaban comiendo o se iban a dormir, le pedía que tomara la forma de algún animal diferente, asombrándose y muriéndose de ternura. En las noches solía pedirle ser un gato o un conejo, para dormir abrazado al pequeño y suave cuerpo. Le encantaba que el pelinegro le obedeciera sin dudarlo, haciendo feliz al lado más infantil del castaño.