Helga ━ paulo londra

Capitulo 4💫

NARRA PAULO.

Desperté de malas, llegue tarde al colegio y con una cara de orto encima; tome las clases de la mañana y salí al recreo, me acerque a donde estaba Luz pensando en que ya no estuviera enojada conmigo porque ayer le llame loca pero ella siempre está enojada conmigo.

—Hola—salude a las dos chicas.
—Holi—respondió Vilu, ella es más relajada.
—Hola—dijo Luz con tono frío.
—Hasta cuando vas a seguir odiándome?—pregunté haciendo que su mirada se dirija a la mía de manera sorprendida.
—A vos quien te dio permiso de hablarme así, peli teñido—se defendió.
—Vos también sos una rubia peli teñida.
—Yo soy natural.
—Claro, agradécelo a el agua oxigenada.
—Que dijiste?—dio un pison en el piso que hizo que me sobresaltara.
—Nena oxigenada, eso te dije—me levanté.
—Hey, hey basta, van a terminar casados—habla Vilu.
—Ni en sueños, Vilu—reclamó Luz.

Por alguna extraña razón, Luz se me hacía tierna cuando se enojaba y aunque se que me odia no pierdo la esperanza de que vuelva a ser mi amiga.

—Eu Paulo—habla Vilu.
—Que?—respondí.
—Hoy hay joda en casa de Mauricio, vas a ir?—pregunta la morocha.
—Ah si, me invitaron pero no tengo ganas de ir, aparte tengo que ponerme al tanto con los apuntes, estamos cerca de los parciales—me quejo—quiero sacar buenas notas.
—Ah entonces iré sola, tampoco Lu quiere ir.
—Hay Vilu lo que vos queres es garchar con alguien, no me mentís a mi.
—Ja, creo que tiene razón—dijo yo.
—Vos vete de acá—se queja Luz.
—Bue, parece que me odias más de lo que pensaba—me alejo de ellas. No quiero pelear con nadie ahora.

Al terminar las clases, me fui directo a mi casa, realmente no tenía tareas que hacer, simplemente no quería ir a la joda.

Llegue a mi casa y pase todo el día jugando en la play, pero me aburrí cuando empezó a oscurecer así que le dije a mis viejos que saldría a la plaza de ahí cerca a pasear o tomar un helado.

Cuando llegue a la plaza di un par de vueltas y fue por un helado, al cabo de veinte minutos choque con alguien, adivinen quien era, Luz.

—Oye que te pasa, mira por donde caminas—se queja.
—Perdón, no es mi culpa que vallas corriendo por ahí—me defendí. De pronto me di cuenta que le había tirado el helado en la blusa que tenía puesta, que tarado soy—perdón, enserio.
—Claro te disculpas cuando ya me gritaste, sos un...pelotudo—grita.
—Ya, dale cálmate—le susurro y me pego a ella en señal de que guarde silencio pero me acerque demasiado a ella, donde su mirada estaba directamente en la mía y sus labios entre abiertos; pude ver todas y cada una de sus facciones en su rostro.
—Perdón—se disculpa ella.
—Perdóname a mi, si—le pido y me alejo un poco de ella.
—Ya me voy—me rodea y me doy la vuelta para poder tomarla del brazo y regresarla a mi.
—Queres que te invite un helado, para disculparme—le sugerí.
—Ya que.

Después de ir a la heladería, nos sentamos en un banco y no cruzamos palabras, pero si miradas; sus ojos eran azules hermosos, sus labios eran gruesos y se podía notar un leve brillo que los resaltaba más, era tan bonita y no me había dado cuenta antes, lastima que me odia.

—Por que me odias tanto?—pregunto.
—No te odio—me responde.
—Entonces porque sos así conmigo.
—Porque me gusta hacerte bullying—dice con una sonrisa perversa.

Se despidió de mi y se fue. Seguía pensando que su sonrisa y su mirada y todo su rostro y toda ella está esculpida por los dioses. Acaso Luz me está gustando?