Capitulo 17💫

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NARRA LUZ

Me estoy haciendo el maquillaje cuando suena mi celular y el nombre de Violeta brilla en la pantalla.

—¿Estas lista? Voy para tu casa—dice atreves del teléfono.

—Si, ven en cuanto antes, tengo que decirte algo—digo y me miro al espejo.

Ella cuelga y me quedo en silencio, mis padres están en el trabajo y no se escucha ruido alguno. Mi mirada esta fija en el espejo y me miro completa, no estoy muy acostumbrada a vestirme tan elegante pero sin duda la noche lo amerita, y sonará muy superficial pero me siento mas segura así vestida, sabiendo que impongo algo y que me veo más, que llamo la atención.

El sonido de el timbre en la puerta me saca de mis pensamientos y me dejo de ver en el espejo, bajo con mucho cuidado las escaleras para que mi vestido no sufran ninguna desgracia y abro la puerta.

—¿Luz? ¿Sos vos?—pregunta sarcástica Vi y me rio ante su comentario.

—Te ves divina, amo el color rojo en vos—le digo y ella sonríe.

—Y yo amo el azul rey en vos.

Mi vestido era azul rey, hasta las rodillas, era sin tirantes y llevaba un pequeño estampado de flores al final de la tela, la cual llevaba brillitos en ella que le daba ese toque de "chick" que me encanta.

—Dale, péiname ya—le digo a Violeta quien no dejaba de mirar su teléfono.

—Ya voy—dice y se levanta a hacerme un peinado.

Tarda al rededor de quince minutos, dice que como mis hombros quedan descubiertos mi cabello lucirá bien, y solo me hace una corona de trenzas que queda muy bonita y que agradezco que Vilu me allá hecho, porque para peinar soy la peor.

—¿Y como nos iremos a la escuela?—pregunto.

—Tranquila, mi cita va a venir por nosotras—dice con una voz relajada que realmente me alarma más.

—¿Se puede saber que es?—pregunto, no estoy dispuesta a subirme a un auto de un desconocido, por más que sea de la escuela si no me hablo con el, no confío en el.

—Es Emilio, es hermano de Estefanía, la que era nuestra amiga antes.

—Ah si, si lo conozco, de vista pero si—digo.

Unos minutos más tarde llega el chico que supongo que es la cita de Violeta hoy, ella me dijo que iría sola pero ya la conozco, siempre es así.

Conducimos hasta llegar a la escuela, donde ya había un montón de gente. Nos bajamos y entramos al lugar, y me sorprende que Violeta halla terminado de decorar este lugar por si sola, bueno, con un poco de ayuda quizá.

Me siento en una mesa en la que no había nadie, me quedo esperando a que alguien conocido se acerque pero nadie nunca lo hace; hasta que Vi se sienta conmigo para descansar.

—Me ibas a contar algo, ¿no?—dice y me recuerda a lo que tenía que decirle.

—Ah si—digo cabizbaja—es que, creo que es hora de contarle todo a Paulo, y solo espero que no me lo tome mal.

—Tranquila, todo saldrá bien—dice—¿Pero vas a decirle que te gusta?

—Ese es el plan pero, no se si sea capaz—confieso—me pongo muy nerviosa.

—Hey, se valiente, si te lo propones lo puedes lograr.

Quien lo diría, Violeta me está dando consejos, cosa que sucede seguido pero nunca le presto atención porque no estoy segura de que sea consiente de lo que dice pero, esta vez me está diciendo algo que tiene sentido y que probablemente ahora necesito escuchar.

Vilu me anima a bailar con ella y mientras lo hago, volteo a la entrada repetidas veces para ver si entra Paulo, nunca había estado tan entusiasmada de verlo. Pasan minutos hasta que el chico entra por la puerta y quiero ir hasta el pero, claramente no puedo.

Sigo bailando hasta que me canso y me siento; pero me da sed y me voy a servir algo de la mesa de dulces y postres.

—Ahí está, ve y háblale—dice Vi, quien estaba arreglando unos cupcakes.

—Así nada más, no—replicó y me trueno los huesos, ya me estoy arrepintiendo de habérselo contado.

—Ve, no pasa nada—dice y me da un empujoncito pero igual me toca caminar un poco hasta el.

Llegó a la mesa donde se encontraba el con algunos amigos con los que conversaba.

—Hola, Paulo, ¿Podes venir?—pregunto con la voz temblorosa.

—Si, voy—responde y se levanta a seguirme.

Caminamos hasta el salón de detención, nuestro preciado salón de detención. Entramos y encendemos la luz, nos quedamos frente a frente sin decir ni una palabra, hasta que me decido a romper el silencio.

—Lo siento—digo—perdón por haber sido una mierda con vos por todo este tiempo y lo siento en serio, ya no quiero ser así.

—No pasa nada, te disculpo—habla después de un rato—y espero que puedas volver a empezar desde cero.

—Si, si, y tal vez, hasta nos hagamos amigos—digo—ya sabes.

Me temblaba la voz y mi cuerpo estaba rígido, me sudaban las manos y sentía que mis mejillas ardían pero, al menos ya le había pedido disculpas.

—Si, claro, como amigos—dice Paulo y trato de rodearlo para irme pero el me detiene con un "hey".

—Se te queda la vincha—dice y me entrega la vincha que decoraba mi peinado.

—Ah, gracias.

Salgo de ahí, no se como pero salgo; camino hasta donde se encontraba Violeta que para mi siente, estaba sola.

—Y, ¿como te fue ahí?—pregunta cuando me siento a su lado.

—Bien, supongo—espeto y ella me mira extrañada.

—Supones, ¿como que "supones"?—pregunta con un ademán de comillas típico en ella.

—Si, ósea no le confesé que me gusta y me ha gustado desde siempre pero le pedí disculpas y le dije que podíamos ser amigos.

—¿Amigos? Luz, así jamás te va a ver como algo más que su amiga, según lo que tú quieres es ser su novia.

—¿Que? No—digo alargando las vocales—solo quiero empezar a ser sincera con todo y todos.

—Como sea, espero que igual puedan ser algo, más que amigos—yo también querría pero no lo digo—ahora ven, vamos a bailar.

La sigo y me voy a bailar con ella y sus amigos, pasamos un rato moviéndonos hasta que dirijo mi vista al pasillo. Está Paulo besando a Melissa, cuanto desearía no haber visto eso.

De pronto Vi se percata de que miro hacia el pasillo y cuando ella ve el beso, me quita de ahí en seguida.

—No pasa nada, tal vez Meli lo obligó—replica tratando de sonar convencida—ya sabes como es.

—No, fue Paulo, yo lo incite a que saliera con ella, ya está, se dio cuanta que Melissa lo quiere.

Vilu no dice nada y solo me abraza, no quiero sentirme mal por esto ya que fui yo la que lo provoco; claro que Paulo no se va a fijar en a chica que le hace bullying, ademas estuve insistiéndole hasta el cansancio que invitara a Melissa al baile y también le dije que "tal vez podamos ser amigos". Era obvio que se iba a ir con Melissa.

Tuve mi oportunidad para decirle todo, pero la desaproveché y segundas oportunidades no hay.

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cuidado con Melissa

Helga ━ paulo londraМесто, где живут истории. Откройте их для себя