Capitulo 12💫

1.2K 82 5
                                    

NARRA PAULO.

La directora pasa a la dirección y nos mira a ambos, le sonreímos y ella levanta la ceja para después hacer un ademán de que pasemos a su oficina.

—¿Que hacen ustedes dos acá?—pregunta la mujer sentándose en su silla giradora.

—No entramos a clase, nos metimos al salón de detención sin permiso y gritamos en el pasillo—dice Luz antes de que yo pueda decir algo.

—Mira nada más, de llevarse mal llegaron a obtener un castigo juntos—vuelve a hablar la directora con misterio en su voz.

—Lo sentimos, no volverá a pasar—me aproximo a decir y Lu gira su mirada hacia mi.

—Solo porque ustedes no se llevaban bien antes, de las voy a dejar pasar—dice la mujer—pero la próxima vez si tendrán permiso de entrar al salón de detención.

—Gracias—decimos al unísono.

—Pueden irse.

Salimos de la oficina y nos dirigimos al salón que nos tocaba clase pero antes de que Lu pueda tocar la puerta para pedir permiso para entrar pregunto: —¿estamos bien?

—Estamos bien—ella asiente y presionó su cabeza desde arriba ya que ella es muy bajita.

[...]

Salí al parque a correr un poco y para ejercitarme, hace tiempo no hago eso y cuando lo hacía era muy bueno por que me despejaba y me sentía mejor.

Le aviso a mi mamá y salgo. Iba corriendo, escuchando música cuando me encuentro con Luz sentada sola en un banco leyendo un libro y escuchando música; no lo pienso dos veces cuando me acerco a ella a hablarle.

—Hola, ¿que lees?—pregunto para sonar interesante aunque no se porque me interesa tanto que ella piense que leo.

—¿Acaso te importa?—pregunta con ese tono de voz frío y que es como una bala en el pecho.

—No, pero lo que tú lees probablemente sea interesante.

—A todos los chicos de los que me enamoré—señala el libro—romance.

—Oh, ¿de que trata?—preguntó.

—De una chica que le escribió una carta a cada uno de los chicos de los que se enamoró pero jamás las envió—hace una pausa—hasta que alguien las envía y toda se vuelve un caos.

—Mmm, ¿y yo tengo una casta de vos?

—No, quien querría hacerte una casta de amor.

—Tal vez, vos—río y le peino el cabello pero ella me aparta.

—¡No! Yo no le dedico cartas de amor a personas del asco como vos—dice y ríe un poco.

—Ja, muy graciosa.

De pronto pasa en frente nuestro un señor con un carrito de nieves y le hago una seña al señor para que pare.

—¿Quieres una?—le pregunto a Luz y ella asiente.

Pido las dos y regresamos a nuestro lugar.

—¿Que tal tú familia?—preguntó con la esperanza de que no me conteste mal.

—Bien, seguro que te recuerdan—me dice comiendo su helado con el cual se mancha la nariz.

—Ups, te manchaste la nariz, ¿me dejas?—le digo señalando la servilleta y ella solo asiente.

La limpio con la servilleta y ella se queda inmóvil, hasta que sube su mirada y me mira fijo a los ojos.

—¿Que?—preguntó al terminar de limpiarla.

—¿Que? Nada, digo, no—dice titubeando.

—¿Que me miras?

—Em, nada, ni quien te quiera mirar—dice volteando a otro lado.

—Por favor, mírame, soy un galán.

—Ajá, claro—ríe y me acerco un poco a ella.

—¿Porque me odias tanto?—de nuevo hago aparecer la pregunta que tanto irrita a Luz.

—No te odio, y quizá si no fueras tan guapo, si te odiaría—dice y abre los ojos como platos y al instante se sonroja.

—Acabas de decir, ¿que soy guapo?—rio y ella se sonroja aún más.

—No, ya te dije que no te odio, punto.

Es raro, pero creo que es linda; siempre la había visto como mi rival o más bien, como un "estorbo" por decirlo así, pero ahora, ahora que hablamos más y que se que no es como pensaba, quizá esté sintiendo algo por ella.

Lo malo es que seguro ella no siente lo mismo, me ha odiado desde, uf, ni lo recuerdo pero si se que se le ha ido media vida en ello y creo que mis sentimientos ahora no son correspondidos.

—Y si no te importa, me voy—toma sus cosas, se levanta del banco y emprende el camino hacia si casa.

—Un adiós al menos—grito ya lejos de ella.

✧✦✧
ya salió Tal Vez me gusto muchoooo!

Helga ━ paulo londraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora