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El rubio abrazaba su ya desgastada mochila entre sus brazos mientras que esperaba impaciente el auto que se suponía que lo iba a buscar a las afueras del bar. Estaba nervioso ¿A quién quería engañar? Por primera vez iba a poner un pie en una casa tan lujosa, y no podía dejar de imaginarse cómo sería todo de ahora en adelante. Soltó un suspiro y miró todo a su alrededor esperando ver la camioneta que iba a recogerlo.

Eran aproximadamente las siete de la noche, y sentía un frío infernal recorrer cada parte de su cuerpo, supuso que esa sensación solamente eran los nervios.

— ¿Seguro que no quieres entrar? — Escuchó una voz a sus espaldas, Era Yeong Su, uno de sus compañeros. Lo contrataron hace tres años y Jimin se había convertido en alguien importante para él, pues Yeong Su fue rechazado por un Alfa anteriormente, y el rubio fue quién lo apoyó y ayudó a seguir adelante, y quién le dijo que nunca se desanimara a poder tener una manada sana y fuerte. Ambos se convirtieron en muy buenos amigos, y ahora, era muy difícil para Yeong Su la partida de Jimin.

En ese momento escucho el sonido de un auto aparcandose justo al frente del bar, sacándolo de sus pensamientos. Jimin tomó una bocanada de aire y antes de que un hombre saliera del auto corrió a abrazar a su amigo.

— Mierda, no te pongas sentimental ahora — habló este envolviendo al rubio entre sus brazos, cuando Yeong Su escuchó unos leves sollozos entonces se separó de él y lo tomó por sus hombros.

— No quiero irme.

— Muy tarde, Park— Con la yema de su dedo limpió las lágrimas que caían en la camiseta de Jimin— Además, estarás mejor allá que acá, Hyung. Confía en mí, ¿sí?

El Omega asintió regalándole una sonrisa. En ese momento alguien tosió para llamar la atención de los dos muchachos, era el Alfa que anteriormente había visitado el bar, y que lo quería trabajando en su hogar.

— ¿Todo listo? — Preguntó este. Debido al tono de voz en que le habló Jimin se asustó un poco, pues tenía una voz muy demandante y era más alto que los dos Omegas que se encontraban allí — Oh no te asustes— Soltó una risa leve — Todos dicen que parezco una persona intimidante, pero no es así. — Al decir eso, Jimin se relajó un poco. — ¿Y bien?

Jimin suspiró y se volteó para darle un último abrazo a Yeong Su.

Luego el Alfa ayudó a meter su equipaje en el maletero y seguido de esto se subió en el auto, esperando al rubio.

— No me olvides, imbécil — Yeong Su le dio un leve golpe en el hombro del mayor.

Jimin lo miró con una sonrisa y negó con la cabeza para luego subirse en la parte de atrás del auto. Cuando ya el vehículo comenzó a moverse se despidió con la mano desde la ventana de este, Yeong Su también hizo lo mismo desde la puerta del bar, y después de unos segundos, desapareció de su campo de visión. Entonces se dio cuenta que desde ahora estaba completamente solo.

Escondió sus manos entre sus muslos debido al frío, el hombre había puesto el aire acondicionado, claro.

— Soy Jeon Shi Yoon— habló el Alfa después de unos minutos, llamando la atención de Jimin, mientras lo miraba por el retrovisor. — Lo siento, creo que debí presentarme antes.

— S-Soy Jimin. Park Jimin. — Mencionó con evidente nerviosismo.

— Lo sé. — sonrió, el Omega lo miró con el ceño fruncido. — Tu jefe me contó todo sobre ti cuando charlamos sobre esto.

— ¿Por qué me necesita? — Preguntó con curiosidad.

— Verás — Comenzó, sin apartar la mirada del camino — Vivo en una casa muy grande, y nuestra última mucama se enfermó tanto que tuvo que renunciar, por eso te necesito, me gusta la actitud que tienes en el bar, o mejor dicho que tenías, también te quiero encargar a mi hijo, es demasiado desordenado y aveces caprichoso— rió— aunque creo que no será problema para ti, también hay otras mucamas, pero se encargan de otras cosas de la casa.

—¿Hijo?

— ¡Ya llegamos!

Jimin arqueó una ceja al no recibir una respuesta.

Al bajarse del auto quedó perplejo al presenciar la casa de los Jeon frente a sus ojos, o mejor dicho mansión. Jimin soltó un "Wow" inconscientemente y pensó que tendría aproximadamente más de diez habitaciones. Cuando el Alfa bajó sus maletas y comenzó a caminar junto a él hasta la entrada principal, no dejaba de observar cada cosa detalladamente a su paso, estaba fascinado además de que tenían un gran y espacioso jardín. No pudo evitar sonreír al imaginarse a unos pequeños cachorros corriendo de un lado a otro mientras que se mordían entre sí y se revolcaban en la hierba.

En un movimiento rápido, Shi Yoon abrió la puerta principal, y Jimin quedó aún más sorprendido. Todo era increíblemente grande y ordenado.

— Luego te mostraré tu habitación, ahora te explicaré algunas cosas.

— ¿T-Tendré una habitación? — Una sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios— ¿Una propia?

Jimin se emocionó por eso, antes tenía que compartir cuarto con Yeong Su, y aunque fuese su mejor amigo, no era muy cómodo. La habitación era pequeña, los colchones algo duros y cabe recalcar que hacía calor, aunque el frío de la noche ayudaba un poco.

— ¡Por supuesto! ¿Qué esperabas? ¿Qué te dejara durmiendo en el jardín?

Jimin se encogió de hombros. — Tal vez.

— Tonterías, ¿alguna otra pregunta?

— ¿Soy el único chico? — Se atrevió a preguntar, ya tenía la duda en su cabeza antes de que llegaran, pero que no tenía el valor suficiente de decirlo. Además, resultaría un tanto incómodo ser el único sirviente hombre entre chicas.

— De hecho no. — El Omega se tranquilizó por eso. — Hay un chico más aquí, y también preguntó eso la primera vez que pisó esta casa— rió— Desgraciadamente en ese entonces la respuesta fue un sí, pero para su suerte llegaste tú y creo que se alegrará por eso.

— ¿También se hospeda aquí?

— No, él se queda en un departamento no muy lejos de aquí.

— Oh, ya veo.

— Comenzarás mañana, ahora solo descansa. Te veo muy cansado, y debo admitir que yo también lo estoy, así que Ha Neul te enseñara tu habitación — Shi Yoon le dio una leve palmada al hombro de Jimin, dándole ánimos. Seguido de esto se retiró de la sala para subir las escaleras y desaparecer de su vista.

Una señora de que tenía seguramente más de cuarenta años, se acercó al Omega que se encontraba sin saber que hacer ahora con su equipaje colgando en su hombro y le mostró una cálida sonrisa, entonces supo que podría confiar en ella.

— Tienes mucha suerte por tener la oportunidad de quedarte aquí, chico. — Comentó la mujer, que al parecer era una Beta. — Jeon Shi Yoon es dueño de una de las empresas más beneficiarias de Busan, así que no te faltará nada, pero tienes que pagarle al señor Jeon por la estadía y eso es trabajando aquí.

— Claro, comprendo.

Jimin siguió a Ha Neul hasta una habitación en el primer piso. A pesar de ser el cuarto para un empleado, era bastante amplio y limpio, y eso le agradó bastante al Omega. Además percibió un aroma a frutos rojos que inundó sus fosas nasales en cuestión de segundos, y eso lo hizo relajarse aún más. Dejó sus bolsos encima de la cama y miró todo a su alrededor con curiosidad, luego su vista volvió en la Beta, que estaba recargada en el marco de la puerta.

— Mañana te enseñaré algunas cosas ya que te dejaron a cargo del joven Jeon, él es muy exigente con lo que pide, así que no te asustes si amanece de mal humor.

El rubio asintió. La Beta le regaló una última sonrisa y salió del cuarto, dejando al Omega completamente solo, con la lujosa cama hecha de seda y el aroma a frutos rojos. Lo único que tenía que hacer en el momento era descansar, y esperar que sucedería al día siguiente. Pero lo que no sabía era que estaría lleno de complicaciones.

Home with You ➳ Kookmin [𝙤𝙢𝙚𝙜𝙖𝙫𝙚𝙧𝙨𝙚]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora