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Iba de un lado al otro, guardando su ropa en una pequeña mochila.

— ¿Dónde irás? — Preguntó nuevamente el menor ganándose una mala mirada del castaño.

— A ver a Yoongi, ya te dije. Vendrá por mi Hoseok dentro de unos minutos. — Jungkook ignorando completamente lo que decía, agarró las puntas de sus cabellos.

— ¿Debería de teñir mi cabello? — Jimin lo ignoró, poniendo la mochila en su hombro y saliendo de la habitación.

Jungkook se levantó de la cama y lo siguió.

— Oye — Lo llamó y Jimin se detuvo para mirarlo. —, ¿qué le dijiste para que no viniera más?

— ¿A quién? — Acomodó la mochila y siguió caminando.

Llegando a los sillones, se sentó en uno de ellos. Jeon seguía mirando desde atrás de él, parado junto al umbral de la puerta.

— Taehyung o como se diga. — Jimin lo miró de lado.

— Creí que no lo querías aquí. Dudo que venga, ya va una semana desde que no viene. Seguramente arregló sus problemas con su hermano. Solo le dije que fuera honesto, en resumen, nada más. — Jeon asintió, caminando y sentándose en uno de los sillones.

— ¿Qué pasa si vuelve?

— ¿A qué viene esa pregunta? — Se rio bajo. Parecía un juego, Jimin comenzó a creer que Jungkook estaba necesitando a alguien que lo persiga de esa forma.

— Digo, no estarás aquí, quizás esté peor.

— ¿Te digo una forma para qué él no te moleste? — Sonrió y el menor asintió.

— Solo se amable con él, no lo molestes y no trates de herir sus sentimientos, ¿si?

Jungkook tragó saliva pero asintió. En eso Jimin se levantó del sillón, el timbre sonó. Sin despedirse se fue, dejando a Jeon sentado en el sillón, aún pensando al respecto.

Sin más, decidió ir a la cocina pero en el camino se detuvo al escuchar algo que venía de detrás de él. Al darse vuelta se encontró con Taehyung.

— Oh, ya decía yo que te estabas tardando mucho. — Mostró una sonrisita.

No hubo contestación, por eso, Jungkook se acercó un poco más, notando que el cuello de Tae tenía sangre.

— ¿Estás bien? — Tocó su brazo levemente, él tembló con el contacto haciendo que Jeon retirara su mano.

— Mi hermano — Murmuró. —, me mordió. — Terminó por decir.

— ¿Morder? — Lentamente Kim se fue desvaneciendo, para su suerte Jungkook logró agarrarlo.

Tocando con su mano levemente su frente, notó que estaba ardiendo por la fiebre.

Los Demonios También Se Enamoran ;; kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora