Capítulo 18: 운명 Final

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Taehyung puso su denuncia, al ser un hombre importante, su palabra valía más para la "justicia", al menos en Corea.

Pidió ver a SooRi mientras su esposa se mantenía alejada. A paso lento caminó por la delegación, ella estaba en una celda de allí, temporalmente.

SooRi levantó la vista a Taehyung con expresión seria, viéndolo a través de las rejas. Ella abrió su boca seca para dejar salir su voz vacía, sin emoción alguna.

—¿Qué quieres ahora?

—vengo a decirte que aún puedes escoger, no tiene que terminar así. Sí aún quieres te daré dinero para que te vayas lejos.

—¿Por qué?

—creo que a Jungkook no le gustaría verte en prisión. Lo conozco lo suficiente para saber que siente mucha culpa. Así que, sí quieres aceptar, retiraré los cargos inmediatamente.

—no importa... Ya no me importa. Diré toda la verdad. Mi nombre quedó manchado en todo el país. odió el día que pensé en ti para sacarte dinero.
Jungkook se alejó de mí y es tonto porque ahora maldigo el día que lo conocí —expresó lo que había pensado un par de horas atrás—. De cierta forma me usó para hacer todo lo que hicimos, yo sólo tenía un sueño.

—bueno... Él no te amenazó para seguir su plan, pudiste haberte negado y no lo hiciste —su voz gruesa sonó bajo. SooRi bajó el rostro haciendo una leve mueca, Taehyung tenía un punto, pero no le daría la razón—. Y también es tu decisión estar aquí, yo te doy la opción de irte y no la tomas. En cuanto a mí... —colocó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón—, fue tu codicia la que te llevó a mí, además tengo entendido que fuiste tú la que convenció a Jungkook para que estara conmigo.

—soy tan.... —no terminó la frase.

—piensalo, si dices algo sobre lo que hiciste con tus estafas, probablemente nunca vayas a salir de prisión.

—lo sé. Pero le informaré a la policía los nombres de las personas con las que estuve, buscarán pruebas y las encontrarán cuando vean mi habitación y los testimonios de esos cerdos.

Ya no tienes pruebas....

—no... Ahora sólo será tu palabra, SooRi —al escuchar eso, ella abrió los ojos, pensando, nerviosa, sus manos apretaron el colchón sucio donde estaba sentada—. Sí das los nombres y esos hombres vienen, te reconocen y deciden ponerte una denuncia... Sólo ahí tendrás pruebas.

—Jungkook era mi cómplice, él tendrá que pagar también.

Taehyung apretó la mandíbula. SooRi era terca.

—te advierto que si metes a Jungkook en esto, él no irá a prisión porque yo no lo permitiré. Cuando dije que quería a Jungkook, realmente lo quiero... conmigo. No contigo ni en prisión; ni con nadie más, ni solo. Conmigo.

—eso es.... —murmuro SooRi, sin terminar la frase.

—¿obsesivo? Tal vez... No lo sé. Pero estoy seguro que amo a Jungkook, haría lo que fuera por él, no importa si es algo estúpido. Es lo que mi corazón desea.

—¿Y si él no quiere estar contigo? ¿Lo dejarías ir?

Taehyung lo pensó serio, esa decisión era difícil. Lo analizó e imaginó que Jungkook realmente le decía que no quería estar con él.

—si es su voluntad, sí... Por más que me duela, lo dejaría. Tampoco lo tendría a la fuerza, pero en este caso... Yo no lo estoy obligando, él quiere estar conmigo. —un silencio incómodo vino y Taehyung observó a la chica—. Piénsalo, piensa en lo que te dije, considera mi oportunidad, es mejor que una vida en prisión.



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