Parte 2 | CAPÍTULO QUINCE

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Parte 2 | CAPÍTULO QUINCE

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En la mañana del lunes, un día después del ataque, hubo otra reunión con los Inefables. Solo que esta vez fue en los niveles superiores del Ministerio. A Izar no le gustaba este cambio de manera particular. No solo mostraba al resto de los empleados del Ministerio que Rufus tenía a los Inefables en una soga corta, sino también exponía su privacidad e identidad al ojo público.

Sin embargo, había algo positivo en ir a los niveles superiores del Ministerio.

Era obvio y tangible el cambio en la atmósfera. E Izar pudo sentirlo en carne propia.

Ayer había sido el primer día de Rufus como Ministro. El lugar se había llenado de empleados esperanzados y caos por la emoción de la nueva elección. Hoy, el aire de solemnidad y oscuridad era substancial. Todo el trabajo y las dudas en el Ministerio nada más aumentaban con las cartas volando por todas partes que reportaban el ataque en el Valle de Godric. La mayoría de los periodistas habían cambiado de idea y ahora advertían al público del nuevo Señor Oscuro de Gran Bretaña—el primero desde Gellert Grindelwald. Otros reporteros iban por la segura y aseguraban a sus lectores que eran solo los terroristas de nuevo y que el Ministro Scrimgeour tenía todo bajo control.

Era justo lo contrario en realidad. Las pérdidas de anoche habían sido casi el doble para los Aurors que para los Mortífagos.

Izar se detuvo entre los Inefables cuando llegaron enfrente del Ministro y su Secretario. Detrás de los dos políticos estaban los miembros del grupo de Inefables de Scrimgeour, nuevamente tenían rollos de pergamino en sus manos, plumas rojas y túnicas iguales. Aún no habían hecho cambios en el Departamento de Misterios. Pero Izar estaba seguro de que habían tomado suficientes notas y se las habían pasado a Rufus.

Al otro lado del salón había un grupo de Aurors de pie y en uniforme, sus expresiones enmascaradas con seriedad. Si Izar prestaba atención, podía identificar a Sirius a solo unos metros de él. El heredero Black no intentó hacer contacto con su tío. Aún no estaba seguro de cómo proceder con Sirius.

Y lo mismo iba para Riddle. No el Señor Oscuro, Riddle. ¿Se iría con el hombre después del almuerzo como si todo fuese normal? ¿O ya no era bienvenido en la oficina del Secretario tampoco? Al contrario, Izar no quería estar ni cerca de la presencia del hombre.

"Gracias por venir con tan poco aviso," comenzó Scrimgeour como si no supiera que no habían tenido opción más que venir.

Oh cielos. El Ministro definitivamente lucía mal, eso pensaba Izar con una sonrisa presumida. Su pelo normalmente grasiento estaba peor que nunca y peinado descuidadamente hacia atrás. Izar casi que podía ver el aceite en las puntas. Y el rostro normalmente iluminado de Rufus ahora estaba pálido, las cicatrices resaltando. Sobre todo eso, el Ministro se apoyaba mayormente sobre su pierna izquierda.

Todas las heridas que Izar le había infligido debían habérselas curado la noche anterior, antes que el público pudiera ver al Ministro derrotado. Pero la salud mental del hombre era igual de obvia que la física. Y aun así, esos ojos amarillos estaban más brillantes que nunca. Una presa determinada era igual de deliciosa que una derrotada.

Riddle estaba de pie al lado de Rufus, impasible e irritado por tener que estar allí. Mas allá había una gran caja cuyo contenido no podía verse.

Death Of Today - TomarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora