Parte 2 | CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

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Cultivando Setas: Los siguientes capítulos serán subidos sin revisión previa.

Advertencias: Otra vez, sangre, muerte...

"¿Cuántos capítulos quedan?" Bueno, si les dijera entonces delataría algunas sorpresas. Sabrán cuando termina cuando el capítulo diga 'fin'.


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Parte 2 | CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

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"... eres idiota si crees que voy a dejar que lo hagas, Hermione."

Draco se apoyó contra la esquina de la habitación mirando la completa oscuridad frente a sí. A pocos metros, del otro lado de una gran pila de basura apilada, había dos Gryffindor de pie frente a una joya. Una diadema para ser exacto. Si Draco cerraba los ojos y se concentraba, su mente podía proveerle con una imagen exacta de cómo era. Había pasado horas mirándola después que Izar se la diera. Conocía la ubicación de cada zafiro y diamante en el metal. Y también recordaba cómo se sentía.

Rodó el cuello hacia arriba y miró el techo. Se estaba acostumbrando a la oscuridad. Había pasado casi una hora desde que la luz y la magia habían desaparecido del castillo, dejando al edificio frío aterrador. Los estudiantes se habían aterrado al volverse vulnerables en forma tan súbita y ver la batalla desde atrás de las ventanas rotas; pero los profesores ya los estaban transportando a una locación segura. Ahora que ya no había magia ni protecciones en el castillo podían Desaparecerse con libertad.

Era un desastre, pero también era fruto del trabajo de Izar. Draco no podía pensar en ningún otro con el poder para desmantelar las barreras del antiguo castillo. Las escaleras inmóviles, los cuadros vacíos, las luces apagadas, todo estaba muerto. Aunque le era difícil ver toda esa destrucción, más las ventanas rotas y la falta de magia, también estaba agradecido... con Izar. Los Mortífagos permanecían afuera de Hogwarts y no parecían interesados en atormentar a los estudiantes cuando el castillo ya estaba debilitado. No habría muertes innecesarias a menos que fueran lo bastante tontos para unirse a la batalla.

La guerra lo hacía sentirse enfermo y desconcertado. La Marca en su antebrazo izquierdo denunciaba su lealtad y su deber para con sus camaradas. Y aun así, ahora estaba lejos de ellos. En ese momento recordó la mañana en que habló con Izar en la Mansión Malfoy durante las festividades. Había negado ser un Mortífago solo porque Lucius así lo deseaba. Pero naturalmente, como en todo lo demás, Izar tenía razón.

Draco admitía no estar hecho para ser un Mortífago. Aun quería que su padre se sintiera orgulloso, pero en los últimos meses sentía que había terminado de madurar. Impresionar a su padre no era lo único que importaba. Lucius lo amaba y preferiría verlo feliz que haciendo algo que lo hiciera miserable.

Su padre tenía a Izar cuando se tratara de guerras y batallas. Draco podía compartirlo con otro, especialmente cuando le debía tanto al joven Black. Pero cuando todo terminara, Lucius volvería con él sin remordimientos por su falta de interés en la guerra.

Anoche, Draco y Daphne habían asumido que tendrían que participar en la batalla. De hecho, lo habían creído hasta el punto de reconfortarse entre sí para relajar la tensión.

Sus mejillas enrojecieron y sonrió en la oscuridad, ignorando a los dos Gryffindor discutiendo a su espalda. La otra noche había sido...brillante. Y cuando todo hubiera terminado, la guerra, las muertes, seguiría los pasos tradicionales con Daphne para completar su propuesta. O por lo menos eso era lo que pretendía.

Death Of Today - TomarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora