De luto, no de Pluto

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Linda

- Gracias Manuel - bajo del auto - Te llamo para que vuelvas por mí - cierro la puerta.

- ¿Aun no entiendo qué quieres hacer aquí a las 6 de la mañana? - gruñe al ver su reloj.

- Quería ejercitarme - miento.

- Tienes un gimnasio privado en casa - me mira mal, puedo ver unas bolsitas negras bajos sus ojos.

- Por la piscina - recalcó.

- Tienes una alberca para ti sola - me mira mal.

- Bueno si, pero... - miro el letrero "Club Deportivo" - Quería probar algo nuevo, no estar encerrada en casa.

- Vienés aquí por ese chico - bosteza - A mí no me engañas.

- ¿Qué chico? - Trago saliva.

- Espero su llamada señorita Morrinson - enciende el auto - Suerte, el agua de la piscina está muy helada a estas horas.

El auto arranca y desaparece por la calle. Me giro, camino hacia la entrada, el club era muy gran más de lo que imagine. Había una alberca inmensa, una sección de máquinas para ejercitarse, un pequeño bar y los vestidores.

Tengo que pasar por la alberca para llegar a los vestidores, pero me detengo en ella al ver a la persona que buscaba.

A que fue buena idea traer el bañador bajo la ropa

Me recordó mi conciencia, me quito el short y me blusa, los guardo en la pequeña mochila que llevaba conmigo, dejo está en una banca cerca y me siento al borde de la piscina.

Dejando que mis piernas se mojen. Joder esta helada.

De la nada aparece Emiliano del agua, con sus manos acomoda su cabello hacia tras. Que sexy.

Cierra la boca

- ¿Qué haces aquí?

- Que modales - rio bajo - Buenos días - él no dice nada y sonríe - Solo viene a nadar.

- Entra al agua - sujeta mis pies como señal que me jalaría.

- Hey no... déjame acostumbrarme a la temperatura del agua - hago puchero, está muy helado no quiero entrar.

- Teniendo todo en tu castillo de princesa fresa, dudo que hayas venido aquí para nadar - ríe y suelta mis pies.

- No soy fresa - hago una coleta en mi cabello y miro hacia otro lado.

- ¿Cómo sabias que esta aquí?

- Yo no vine por ti, no te crees tan importante Emiliano - puedo ver su sonrisa arrogante adornando su lindo rostro.

- Quiero besarte - siento que dejo de respirar con eso, pero el rompe en carcajada - Si vieras tu cara - aprieto mi mandíbula - Te la creíste.

- Eres un idiota - no se ni por que vine aquí.

"Yo creo que a Emiliano si le gusta Linda, lo eh cachado muchas veces revisando sus muros por Facebook y fotos en Instragram"

Recordar las palabras de Aarón me hace enojar.

Eres tonta quien te manda escuchar una conversación ajena.

Me levanto y me giro comienzo a caminar hacia los vestidores - Linda era broma no te enojes.

Un silbado llama mi atención - Hey hermosa ¿quieres compañía? - me dice un chico.

- De un baboso como tú, ni loca - sigo mi camino, siento como me sujeta del brazo y era el idiota de hace unos segundos - No me toques.

Todo Menos OrdinariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora