Secreto bajo la luna llena

3. De cuentas pendientes y problemas.

- ¡Wei Wuxian idiota! - gritaba el futuro líder de Yunmeng Jiang.

Su día había comenzado muy mal pues para empezar se les había hecho tarde para llegar a su primera lección con Lan Qiren, todo gracias a Wei Ying que no estaba acostumbrado a madrugar. Luego de eso, por si fuera poco, el mismo culpable de que estuvieran llegando tarde había tenido la audacia de hacerlo enojar al doble.

Iban apresurados casi corriendo hacia el salón correspondiente mientras acomodaban sus ropas y se peinaban cuando su dashixiong comenzó a bromear con él diciéndole que parecía un anciano amargado preocupándose demasiado por trivialidades y que si fruncía demasiado el ceño comenzaría a vomitar sangre. En su intento por cambiarle la expresión a su hermano, Wei Wuxian le arrebató la cinta morada con la que se ataba el cabello y comenzó a bromear con él hasta que, gracias a una pequeña ventisca, el listón morado se le escapó de las manos.

Wei Wuxian llevó ambas manos a su boca con expresión de sorpresa y se quedó parado mirando como el listón se alejaba. Eso hizo enojar más a Jiang Wanyin que empujó a su hermano y se fue casi corriendo a buscar aquella cinta. Ya había intentado agarrarla dos veces, pero ésta se escapaba de sus manos gracias al aire y terminó siendo arrastrada hasta arriba de un pequeño puente.

El de Yunmeng comenzó a caminar sobre aquel puente maldiciendo a Wei Wuxian. Salió de su ensimismamiento debido a que casi chocaba contra alguien. Por un momento no supo que decir, simplemente se quedó mirando fijamente a la persona frente a él. Aquel hombre de piel más fina que la porcelana, de cabello muy largo y más negro que el cielo nocturno lo miraba a los ojos algo sorprendido hasta que de pronto una hermosa y cálida sonrisa adorno su rostro.

Jiang Cheng se quedó paralizado. A excepción de las sonrisas de su shixiong y su shijie, nunca nadie le había sonreído de forma tan desinteresada y genuina. Tal fue su asombro que no pudo evitar sonrojarse. Aquella reacción tan espontánea le pareció encantadora a Lan XiChen.

- Joven amo Jiang, ¿Es suya? - preguntó con demasiada amabilidad mientras sostenía la cinta con su mano derecha.

Wanyin seguía mirándolo fijamente sin parpadear ni hacer un solo movimiento.

- Es una fortuna que haya llegado hasta mí - dijo XiChen mostrando la cinta al no haber obtenido respuesta.

Entonces los labios de Jiang Cheng se separaron.

- A...a... sí, yo... lamento haberlo importunado Zewu Jun, pero el viento la alejó de mí - contestó al fin el futuro líder de Yunmeng mientras se apresuraba por hacer una seña de respeto con las manos.

Ambos ya se conocían y se habían presentado formalmente cuando viajaron para hacerse cargo de ciertos gouls acuáticos, pero en realidad no habían tenido oportunidad de intercambiar palabras de forma un poco más amena. En sí, era la primera vez que se observaban el uno al otro con detenimiento y atención.

- No se preocupe - dijo XiChen sonriendo nuevamente con el rostro calmo - no lo ha hecho, incluso me parece que ha sido la excusa perfecta para saludarnos.

Al ver de nuevo esa expresión tan agradable y escuchar la voz tan cálida del jade mayor, Jiang Cheng notó que, si bien ambos hermanos jades se parecían demasiado físicamente, Lan XiChen al mismo tiempo era demasiado diferente de Lan Wangji y entonces logró sentirse extraño de nuevo. Tanta amabilidad le asustaba y le daba un raro sentimiento que de alguna forma se sentía reconfortante. De nuevo quedó casi paralizado sin saber qué responder. Ante su falta de respuesta, Lan Huan prosiguió estirando su brazo hacia el joven para entregarle su cinta.

- Aquí tiene - dijo y sonrío.

Y de nuevo las mejillas de Jiang Cheng adquirieron un leve tono rojizo. Se sintió estúpido al reaccionar así de forma involuntaria pero no era su culpa, simplemente no estaba acostumbrado a recibir un trato tan amable y tan desinteresado de alguien que no fuera su hermana o su hermano.