¡ No, hyung！[在] HyunIn. (CANCELADA)

-ˏˋFourteen.

-¡Hey, Innie! -gritaron a sus espaldas-. ¿Cómo te fué el catorce de febrero? -preguntó Jisung al llegar a su lado.

-Hm... bien, supongo -respondió algo dudoso.

-¿Supongo? ¿acaso no te gusto mi regalo? -hizo un puchero.

Rió-. No es eso, sí me gustó... -calló, pensando en una excusa.

-...¿Entonces...?

-Nada, realmente me fue bien -dijo, manteniendo una pequeña sonrisa falsa en su carita, cosa que Jisung notó, pero seguidamente ignoró.

-¿Recibiste el regalo de tu padre? -preguntó devuelta, teniendo como respuesta un pequeño e inaudible "mhm". -. ¡Genial! ¿qué cosa?

Inhaló ruidosamente, miró sin disimulo alguno a Jisung, pidiéndole que se callara ya mismo.

-Ok, fiera. Tengo que irme -sonrió y luego plantó un casto besito en la mejilla del contrario para salir corriendo hacia su respectivo salón, iba tarde y lo sabía, pero realmente no tenía ánimos para absolutanmente nada desde lo ocurrido en San Valentín.

Pasilleó por un rato, sin ganas de entrar para escuchar al aburrido profesor que le tocaba a esa hora.

Bueno, todos eran aburridos exepto uno, el profesor Hoseok.

Él era divertido y no colocaba casi nada de clases, casi siempre se la pasaban jugando y cantando en su hora clase, pero eso no le impide poner trabajos, maquetas, expocisiones, proyectos, ectcétera, y para su desgracia todo en grupos, eso era lo que más odiaba de él.
Lamentablemente no podía estar con Jisung porque este iba un año más adelantado que él, ya que JeongIn tuvo que repetir séptimo grado debido a sus bajas calificaciones.

-Joven Yang. -una voz gruesa y rasposa lo llamó, haciendo que se tensara y palidezca en cuestión de segundos. El horrible supervisor de los pasillos, ese hombre le ponía los pelos de punta a cualquiera, todos los días se encontraba un estudiante nuevo atrapado entre sus garras.

-¿S-sí? -no deseaba tener ningún contacto con ese hombre, tenía la garganta seca y se encontraba temblando horriblemente.

-¿Qué hace usted pasillando? -se cruzó de brazos, haciéndose ver un hombre poderoso, impotente e indestructible- , no lo creía tan rebelde, joven.

-N-no... y-yo lo siento señor -suspiró- es que realmente me duele mucho el estómago -siseó y abrazó su barriguita- por eso estoy andando por los pasillos, para ver si se me alivia un poco el dolor

-¿Y porqué no fue a la enfermería? -preguntó curioso.

-Extrañamente no he pensado en eso, señor -suspiró- bueno, tengo que irme, lo siento denuevo, no volverá a pasar.

-Espero que así sea, joven Yang. -y seguidamente volteó mostrando su ancha espalda para buscar a su próxima víctima.

Suspiró y caminó hacia la enfermería, tenía un plan, se quedaría allí hasta la clase del profesor Hoseok, osea, a última hora, se quedaría acostado toda la tarde, y si venía alguien, el supervisor en específico, le diría que todavía se sentía mal y ninguno de los remedios funcionaban, y si tenía suerte, cosa que dudaba, que llamasen a su casa para avisar que iría allí.

Tiró su mochila y se tiró en la camilla, suspirando por décima vez en el día al sentir el frío de la camilla chocar con su caliente cuerpo.

🐝

-¡Llegué! -anunció su llegada, recibiendo un extraño silencio como respuesta. -¿Hay alguien? -gritó devuelta.

-No.

Volteó rápidamente asustado por la repentina aparición del mayor, HyunJin, se encontraba saliendo de la cocina, traía una gran camiseta negra y unos pantalones cortos negros.

-Me asustaste -se cruzó de brazos.

-No me dí cuenta. -imitó su acción.

Suspiró- ¿Qué comes? -se acercó hacia él para ver qué traía el plato, sonriendo inevitablemente al ver varios mochis se distintos sabores allí. Miró suplicante al mayor, haciendo un puchero queriendo parecer lo más tierno posible para tomar un mochi. -Uno, uno -dio saltitos.

-No, no. -rió leve al ver la cara del menor.

-Porfi~ ¿sí? Uno solo...

-Te daré dos, pero me debes un ferrari.

-Mhm, como digas -dijo con un pedazo en la boca.

-Traga primero, niño asqueroso

JeongIn, para molestarlo, saco la lengua con restos de pedacitos de mochis masticados, sonriendo al ver la cara de disgusto/asco que traía el mayor.

-Alta cara de culo, HyunJin

-No me estás viendo la raya en medio, JeongIn

-Ajá sí, como digas

Su relación había mejorado un poco, solo un poco, JeongIn aún seguía molesto ya que HyunJin no había pedido perdón desde aquel incidente. Pero había pagado el espejo, hasta le compró uno más lujoso, así que se quedó callado.

HyunJin, aún seguía raro desde la partida de su hermana, casi no hablaba, raramente lo hacía, en ese corto tiempo siempre respondía cortante. Podía escuchar perfectamente los sollozos ahogados provenientes de él en el baño.

Por alguna razón le preocupaba, pero le preocupaba más el hecho de que no sabía nada de su papá desde el año anterior.

Suspiró, se iba a quedar sin aire.

-¿Y mamá?

-Salió a algo importante, estaba algo nerviosa, pero dijo que era por algo importante.

-Oh, bueno -subió las escaleras- ¡Iré a cambiarme, déjame algunos mochis!

-¿Acaso quedan? -rió.

:(.

-muun.