•†• Sally Face 1 •†•

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Las primeras horas de escuela fueron las peores que Sally había tenido en semanas. Estaba por dormirse a cada rato y la nueva maestra suplente, aquella que había llegado después de la muerte de la maestra Packerton no ayudaba en lo absoluto a cambiar eso.

Habían pasado dos semanas desde el accidente de la mortadela. Incluso cuando era tan reciente, todo el grupo evitaba hablar del tema, e incluso habían prometido jamás bajar de nuevo al escondite del culto de los Devoradores de Dios. Las cosas en los apartamentos Addison se habían vuelto cada vez más extrañas, aunque desde la muerte de Packerton todo parecía en completa calma. Incluso el demonios de ojos rojos... del cual no supieron nada más.

En cuanto la nueva maestra dio la clase por terminada, Sally se levantó cual zombie de su pupitre y salió por la puerta en busca de su casillero. Incluso cuando era hora de almorzar, no sentía hambre, y solo quería echarse en cualquier lado a descansar. Al mismo tiempo, la idea de dormir le aterrorizaba.

     —Vamos a comer, muero de hambre— la mano de Larry en su hombro lo hizo voltear y cerrar su casillero de una vez. Recordó el sueño de anoche y no pudo evitar quedarse callado por un rato—. ¿Estás bien?

     —Sí— respondió el de cabello azul a la vez que agradecía tener una prótesis que cubriera sus ojeras—, solo tuve una mala noche.

     —¿Pesadilla otra vez?— preguntó el castaño. Ambos comenzaron a caminar hacia el comedor, y Sally solo asintió con la cabeza— ¿Quieres hablar de ello?

     —No realmente. Probablemente sea mejor olvidarlo— respondió Sally.

     —Oye, hay algo que quiero mostrarte en la casa del árbol, ¿vamos después de clases? Podemos hablar un rato— ofreció el mayor, mientras abrazaba por el cuello al de coletas. Sally soltó una risa, casi divertido.

     —Claro, será genial. Podemos escuchar algo de música— sugirió Sally, a lo que el otro movía las cejas.

     —Estás hablando mi idioma— respondió Larry, mientras aún lo sujetaba del cuello.

Travis se cruzó en el camino, quedó frente a ellos y miró a Sally fijamente. El rubio llevaba un ojo morado y enormes ojeras, junto a las rodillas raspadas. Larry se puso a la defensiva, esperando a que Travis dijese algo, pero el rubio solo volteó la mirada y pasó de largo, evitando a ambos.

     —¿Qué demonios pasa con él?— preguntó Larry, confundido. Sally recordó el como había encontrado a Travis llorando en el baño unas semanas atrás. No le había contado a nadie acerca de esa pequeña charla que habían tenido, ni siquiera a Larry.

     —Seguro no tuvo una buena noche— dijo el de pelo azul encogiéndose de hombros.

Ambos se dirigieron a la cafetería. Allí se juntaron con el grupo entero a comer. Ashley mostraba algunos de sus dibujos a Larry, mientras que Chug devoraba la comida y Todd hablaba sobre un nuevo experimento que quería llevar a cabo. Sally, sin embargo, estaba suficientemente metido en sus propios pensamientos como para aportar algo a la conversación. Desde su perspectiva, podía ver en otra mesa a Travis, ésta vez con los ojos hinchados... ¿habría estado llorando de nuevo?

     —En serio, Travis se ha comportado demasiado raro— mencionó Ashley—. No ha molestado a nadie en semanas.

     —Seguramente entendió que si dejaba de ser un idiota con todo el mundo, podría tener una vida más tranquila— siguió Todd.

     —¿Travis sin ser un idiota? Ni su padre podría hacer tal milagro— dijo Larry a broma.

     —Amigo, quizás su padre no, pero... mira esos golpes— balbuceó Chug mientras que masticaba la comida. Sally no pudo evitar sentirse mal por el rubio. Estaba solo, y había pasado de ser un idiota, a ser un idiota triste de ver.

•†• Memories & Dreams •†• || Sally Face Fanfic  #SallyFaceAwards2020Where stories live. Discover now