¿Por qué a mí? •Gay/Yaoi•

Capítulo 26: Juego.

Narra Mitsuki

-Nozomi...

-¿Mitsuki?, ¿eres tú?, me pareció ver a Ho, ahí- Señaló la banca en dónde estaba sentado

Volteó a ver y cómo por arte de magia,Ho ya no estaba.
¿Ahora que hago?, ¿Qué le digo?
¿Por qué a mí?, Sólo a mi me pasan estas cosas.

-A-ah,¿Si?, no, no, ¿Ho? ,¿Min Ho? , no , a lo mejor lo confundiste, yo estaba aquí con...Mi abuelo, si, con él, y ,pues ,el se acaba de ir baño.
¿Se te ofrece algo? -Sonreí.

Ojalá y no haya notado mis nervios.

Nozomi alzó una ceja y me miro.

-No, no se me ofrece nada, sólo me pareció ver a Ho, pero, creo que me he confundido.

-Si, creo que deberías ir al doctor, a lo mejor ya estás quedando loca.

-¿Qué?

-Noo- negué con mis manos -Digo, que, creo que deberías ir a ver si no tienes miopía o algo así.-Que ya se vaya,por favor.

-Ah, sí,creo que lo consideraré.
Y, aprovechando que estás aquí, le puedes decir a Ho que mañana habrá una cena con mis padres, ya sabes, cosas de matrimonio - Sonrío.

¿Matrimonio?, esto debe ser un error.

-¿M-matrimonio?-Que sea una broma,por favor.

-Si, Ho y yo estamos comprometidos, ¿No te lo dijo?,bueno, no tiene por qué decírtelo, sólo eres un empleado más de la empresa de su padre.

-A-ah, pues felicidades señorita, y no se preocupe, yo le pasaré su recado al señor Ho,si me disculpa me retiró, se me hace tarde- Me pare del banco y me di la media vuelta, avanzando lo más rápido que podía, y así, evitando que Nozomi vieran las lágrimas que caían por mis mejillas.

Al parecer todo lo que me dijo Ho era mentira, y yo como un estúpido creyendo en sus palabras.

Cuando por fin puedo admitir que Ho me gusta, que me siento bien con él, resulta que todo fue una broma, un juego de Ho.

Más lágrimas caen por mis mejillas, pero no de tristeza, si no de coraje, coraje por qué soy tan estúpido, tan estúpido que creí en las palabras de Ho.

-¡Mierda!,mierda y más mierda-estoy sumamente enojado, ¿Por qué tenía que jugar de esa manera conmigo?

-Buenos días- saludé a mis compañeros de trabajo.

Me dirigí rápidamente a mi oficina, dejando mis cosas en uno de los sillones.

Justo cuando iba a sentarme y empezar con mi trabajo llamaron a la puerta.

-Señor Mitsuki, perdón que lo interrumpa, pero el señor Ho me dijo que lo necesita en su oficina.

-No pasa nada, y gracias por avisar, en un momento voy.- le sonreí.

La señorita, cuyo nombre no me acuerdo, me devolvió la sonrisa e hizo una reverencia y se fue.

Vamos Mitsuki,es momento de enfrentarse a Ho y si se puede pegarle  unas dos o tres cachetadas.

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Ya enfrente de su oficina toque la puerta y a los tres segundos escuché un "pase" por parte de él.

-Oh, Mitsuki, eres tú- Se paró de la silla y de acercó a mí, iba a darme un beso, sin embargo no lo dejé,

Lo siento Ho, pero yo ya soy más un juguete.

-Me dijeron que me buscaba-dije serio

-Oh, si, quería disculparme por ayer, e irme sin despedirme de ti ,pero en momento que escuché a Nozomi no me quedo más opción- agarro mis manos.

-Lo entendiendo señor Ho, y hablando de su novia, me pidió que le dijera que hoy tiene una cena con sus padres- me separé de su agarré.

-Ah, si, la cena, pero...¿Qué te pasa?,te noto muy serio, bebé, ¿Te hizo algo?- mejor ahórrate toda esa mierda y cállate.

-No, no me hicieron nada señor , pero por favor, me gustaría pedir que dejará de llamarme así, es incómodo y más en un horario de trabajo.

-Mitsuki, ya dime qué tienes, ¿Por qué me estás diciendo todo esto?- se notaba molesto.

Me aleje de él.

-Si esto es todo lo que quería decirme,me retiro.
Y perdone lo que sucedió ayer entre nosotros, todo fue un malentendido.-me di la media vuelta pero antes de llegar a la puerta me detuve- Oh, si, es verdad, también me gustaría felicitarlo por su compromiso con la señorita Nozomi, espero que me invite a su boda.

-¿Qué?,¡No! , Mitsuki, bebé todo esto es un malentendido, tú sabes que Nozomi es mi novia y...

Me volví a girar quedando cara a cara con Ho-No son necesarias las explicaciones señor, al fin y al cabo ,yo sólo soy un empleado más.

-Pero...

Y ahora sí, me fuí , dejando a Ho con las palabras en la boca y yo, con un nudo en la garganta y una que otra lágrima.

¡Sorpresa!