Capítulo 26...

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ÁNGEL.

No sé en qué estaba pensando al momento de invitarla al parque, y sobre todo a esa horas de la noche, pero ella me inspiraba bastante confianza, ella me provocaba un sentimiento extraño, me sentía bien, me gustaba estar cercas de ella, pero si yo dejaba que ese sentimiento creciera sabía que tendría problemas, así que lo mejor sería que solo fuera pura relación laboral, no involucrase mucho.

Lo que me preocupaba es lo que le dije, aunque sabía que ella no diría nada, sabía que era de confianza, porque aunque no la conocía, algo me lo decía, pero de todas formas no debí de haberlo hecho.

Ya en la mañana me entró curiosidad por irla a buscar, quizás me intrigaba lo que ella estaría pensando de mí, sé que no me comporte de la manera adecuada cuando la conocí y aunque ya me había disculpado con ella, no dejaba de sentirme avergonzado de solo recordarlo, está bien, lo acepto, suelo ser un patán, y sé que no es justificación decir que es por todo lo que he vivido, porque sé que nadie tiene derecho a soportarme, solo que, no quiero hablar de mi pasado, aunado que voy a ser el padre de una criatura que no estaba en mis planes.

Abrí lentamente la puesta de su oficina, pude ver que estaba muy entretenida, perdida en sus pensamientos hasta que la interrumpo con mi saludo.

–Buenos días.

Ella me responde de igual manera, pero puede sentir que se sorprendió bastante al verme aquí, en su oficina.

Intente disculparme, fui muy imprudente, tanto por gritarle, así como llevarla al parque y quedarnos hasta la madruga, aunado de que andaba un poco pasado de copas.

Aunque me dirigí de la manera más respetuosa ella se mostró un poco confundida, incluso me sugirió que la tuteara pero o me sentía bien así, quería guardarle el mayor respeto posible y no mantener una relación tan confianzuda.

Le di mis disculpas y ella las acepto, estaba seria pero amable, nunca se portó grosera conmigo, a pesar de que tenía sus motivos, y eso me encanto.

Debo admitirlo, su mirada me encantaba, era fría pero dulce, era tierna pero con algo de malevolencia, en sus ojos se reflejaba un silencio que gritaba bondad si la ganabas, pero malicia si buscabas, era como encontrar ángeles en el infierno.

Me marche de ese lugar sin quitarme sus ojos de mis pensamientos, había algo en ella que me ponía a pensar en muchas cosas, cosas que no puedo definirlas, solo sentirlas, y aunque sé que eso era inaplicable para mis planes, me gustaba sentirlo, me gustaba estar cerca de ella, era como una especie de imán, tenía la necedad de estar cerca de ella aunque yo mismo me lo prohibiera.

ALINA.

El día iba bastante bien, hasta el momento todos se habían portado de una manera muy atenta conmigo, hasta Ángel, eso me causaba alegría, ser la nueva no es algo agradable y no conocer a nadie no mejoraba las cosas.

Estaba justo en comedor de la empresa, en una mesa, comiendo una ensalada, revisando mi celular, o más bien tratando de aparentar que estaba ocupada cuando llega una chica acompañada de un chico y se sientan en la misma mesa que yo.

–Hola, ¿Alina Verdad?

–Sí, Alina Fernández –Respondo sin entusiasmo

–Bueno yo soy Elia, pero me dicen Eli, trabajo en conjunto con Rebeca en Recursos Humanos, solo que ella atiende un área y yo otra, es por eso que ella se dirige contigo, pero me comento de tu llegada.

–Un gusto. –Creo que socializar no es lo mío, estoy muy seria.

–Bueno él es Patrick –Dice mientras su mirada se dirige al chico que estaba a un lado de ella.

–Un gusto Patrick.

–El gusto es mío, soy diseñador gráfico, cualquier duda que tengas, no dudes en buscarme.

–Que gentiles, muchas gracias.

–No tienes que agradecer Alina, sabemos que el primer día de trabajo es algo complicado, y más que tú no eres de aquí. –Dice Elia mientras toma mi hombro y lo aprieta.

–Exacto, es por eso que decidimos hacerte compañía, estamos en la disposición de ser tus amigos si así nos lo permites. –Señala Patrick mientras me observa detalladamente.

–Yo encantada, no conozco a nadie por aquí y me agradaría hacer nuevos amigos.

–Pues no se diga más, cuentas con nosotros para lo que sea, de hecho hoy en la noche hay una pequeña fiesta en el departamento de Patrick, ¿por qué no vienes y así te presentamos mas personas? –Eli se mostraba muy entusiasmada, me estaban invitando a una fiesta.

–Suena interesante pero... –Estaba dudosa, no sabía si ir o no.

–No te preocupes, yo paso por ti a las 8, te la vas a pasar muy bien. –Eli estaba insistente.

–Okay, estaré lista a esa hora.

–Perfecto, bueno hay que seguir con el trabajo. –Patrick se levanta rápidamente

–Si yo también tengo que seguir trabajando si no Ángel se enfadará. 

–Ese Ángel está tremendo. –Eli sonríe ligeramente, se levanta de la mesa y mientas se aleja con Patrick me desea suerte por trabajar al lado de Ángel.

Me dirigía rumbo a mi oficina cuando me topo con Rebeca por un pasillo.

–Alina, te estaba buscando, solo para entregarte esto.

Me entrega una argolla con dos llaves, no entendía, y por mi cara de confusión ella sabía que no comprendía que significaba ese llavero.

–Son las llaves del auto que te entrega la compañía para que te puedas desplazar, solo te pido que seas prudente con la velocidad y lo demás que ya sabes.

–O por Dios, esto no me lo esperaba, muchas gracias, y por supuesto que seré prudente.

–No tienes nada que agradecer, tu trabajo hablará por ti, el auto está en el aparcamiento, es color negro, aprieta el botón de la alarma y sabrás cual es.

–Así será y gracias nuevamente.

Rebeca me sonríe y se aleja, yo me quedo observando las llaves, esto era magnífico, era como un sueño.

Después de que terminara el día laboral sin complicaciones, me dirijo al aparcamiento, y apreté el botón del que me habló Rebeca y justo prendió las luces un auto negro, era un Chevrolet Malibu 2018, estaba hermoso, prendí el GPS de mi teléfono con la dirección del apartamento donde estaba viviendo y arranque el carro para dirigirme a casa.

Eras las 6 de la tarde, estaba buscando un vestido que ponerme para la fiesta a la que asistiría esta noche, buscaba algo casual pero a la vez formal, no sabía qué tipo de fiesta era así que estaba buscando un vestido que se adecuara a cualquier ocasión y lo encontré, uno negro, pegado, hasta las rodillas, manga larga pero un gran escote en la espalda, se veía bastante elegante y a la vez casual, me solté mi cabello y lo ondule un poco, retoque mi maquillaje, me puse un collar dorado que hacían juego con unos aretes largos, listo, me veía bien, eran las 7:40 y ya estaba lista a que Eli llegara por mí, me senté en el sofá, tome mi teléfono y me puse a ver vídeos, jamás pensé que esa fiesta me trajera tantas sorpresas y buenas noticias.

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*Se despide de ustedes su bella escritora...

Todo lo maravilloso llega sin esperarlo, solo se paciente.

BELLEZA, FAMA Y TRAICIÓN (De la fama al crimen)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora