Tu sonrisa

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Narra Alba

-Adiós mama!- grite mientras corría para entrar al recinto

-Adiós cariño, pásatelo bien!-grito mientras me perdía

Hoy era un día especial, me encontraba en un evento de teatro, era una jornada de 9:30 a 2:30 del mediodía. Había sido invitada para recibir charlas y enseñarme algunas cosas para poder interpretar mejor, para quien no lo sepa, soy una fan del teatro y del arte en general, y que contaran conmigo me hacía especial ilusión, porque solo habían seleccionado a 15 personas más.

Como llegue tarde ya estaban dos amigas mías que también habían sido invitadas, María y Sabela

-Alba siempre llegando tarde- me decía María

-Joe lo siento de verdad, pero nos hemos perdido dos veces y encima ya saben cómo es la Rafi, tarda medio año para terminar de preparase

-No pasa nada cariño, si esto todavía no ha empezado-me tranquilizaba Sabela

Mientras hablaba con mis amigas no pudo resistirme a echar un vistazo por el recinto, siempre he sido muy observadora, y hoy no iba hacer menos, sin darme cuenta, mi mirada paró en un grupo de unas 5 personas, en ella, había alguien que destacaba más de la cuenta, una chica alta con el pelo negro a la altura de los hombros, llevaba una chaqueta vaquera que le quedaba bastante grande y un top negro debajo de esta, también llevaba una falda con unas medias de rejilla que dejaban ver sus piernas kilométricas. Cuando me quise dar cuenta le estaba dando el repaso del siglo y esto no pasó por desapercibido a la chica, que cuando volví a su cara sus ojos me miraban, y en su boca se dibujaba una sonrisa pícara, me había pillado.

-Albi recoge la baba- decía entre risas María

-Déjala, no seas capulla, que es muy de su estilo- decía Sabela intentando ayudarme

-Joder tío, me ha pillado haciéndole el repaso, ¿tú has visto lo mismo que yo? Es súper guapa y sí, es muy de mi estilo

-Querrás decir malota, porque tiene una pinta de que te destroza en la cama que flipas- hablaba María mientras se volvía a reír

-Me puedes dejar en paz ya, jodia pesada- le decía mientras le pegaba

-auch, deja de pegarme y no mires para ella que te está haciendo el mismo repaso que le hacías tu antes

Obviamente me gire para confirmar lo que había dicho mi amiga, y para mi sorpresa era cierto.

-Id entrando chicos, que ya vamos a empezar- decía la encargada del evento

Nos fuimos sentando en una sala no muy grande donde había justo las 16 sillas. ¿Pueden imaginar quien se sentó a mi lado no? Efectivamente, la morena

-Hola, soy Natalia un placer- me decía ella al oído, gesto que hizo que todos mis pelos se pusieran de punta y me diera un escalofrió por toda la espalda

-Y-yo- s- soy Alba Reche- dije atropelladamente, gesto que al parecer le hizo gracia a la morena, ya que se empezó a reír disimuladamente, mientras yo me sentía la persona más estúpida de este planeta

-Tranquila rubia, que no muerdo, bueno, aquí no- decía con esa sonrisa lasciva que me encantaba

Desde ese momento empezó la charla, me gusto bastante la verdad, aprendí mucho, aunque no me podía concentrar del todo, ya que cierta morena no dejaba de jugar conmigo, que si me tocaba la mano, que si ponía su mano en mi muslo, que si me tocaba la respalda, en definitiva que no me dejaba tranquila, y yo lo único que podía hacer era quitar su mano e intentar no ponerme roja, gesto que no conseguía del todo.

One-shots AlbaliaWhere stories live. Discover now