Criminal [Jensoo]

Capítulo 12 [T2]

Narra BamBam

Sin Jennie en el país, las cosas se habían tranquilizado un poco, pero todavía toda la comisaría sigue en alerta ante la fuga de Park Jimin.

— BamBam. — Escuché a Jin decir mi nombre, sacandome de mi pequeño trance.

— ¿Qué quieres? — Respondí notablemente cansado.

— ¿Pudiste dar con la ubicación de Jimin?

— Ja, como si fuera tan fácil. — Dije mientras suspiraba y cerré mi libreta. — Rosé se encargaba de eso.

— Pero Rosé ya no está, Jisoo tampoco, los únicos que estamos al mando de esto somos tu y yo.

— ¡Estamos incompletos, Jin! — Grité. — Cada quién en el grupo se encargaba de una cosa distinta, todos eramos importantes aquí, si falta uno, todo se va al carajo.

— ¡Acepta de una vez que Jisoo ya no está! — Gritó Jin mientras me agarraba del cuello de la camisa. — ¡No puedes estar sentado en esa silla sin hacer nada! Un criminal sumamente peligroso se encuentra en las calles... ¿y tu piensas quedarte aquí sentado? — Decía el mayor con odio.

— ¡SI JISOO NO ESTÁ CON NOSOTROS ES POR TU PUTA CULPA! ¡SI TAN SOLO TE HUBIERAS DADO CUENTA DE LAS VERDADERAS INTENCIONES DE NAMJOON Y NO HUBIERAS CAÍDO COMO UN IMBÉCIL, ELLA SEGUIRÍA AQUÍ! — No pude evitar gritar yo también.

Caí al piso a causa de un fuerte puñetazo que impactó en mi nariz. Casi automáticamente dirigí mis manos hacía esa zona en un intento de detener el ardor y la sangre que empezaba a brotar de a poco de mi nariz. Miré a Jin y el tenía una expresión sumamente molesta y a la vez un poco triste por lo que dije.

— No era necesario que me recuerdes que por mi culpa Jisoo murió y Rosé se fue del país... — Murmuró, haciéndome sentir pena por el.

Me gustaría decirle la verdad, pero por ahora es un secreto que solamente Jennie y yo podemos saber.

— ¿Qué está pasando aquí? — El silencio fue roto por cierto rubio que entró a mi oficina junto a su compañero.

— Nada de tu incumbencia, Taehyung.

— Media comisaría escuchó el lío que provenía de aquí aden... ¡Capitán BamBam! ¡Está sangrando! — Gritó Jungkook al darse cuenta de mi estado.

— No es nada... simplemente... — Jin y yo hicimos contacto visual, por lo que suspiré. — Me tropecé y me di la nariz contra el escritorio. — Mentí para no meter en problemas al mayor de todos nosotros.

— Tengo cosas que hacer. — Murmuró Jin para luego salir de la oficina, dejandonos solos a Tae, Jungkook y a mí.

— Venga. — Me dijo el rubio mientras se acercaba a mi y me tendía su mano, ayudándome a levantarme. — Esa herida que tienes no se ve nada bien. — Dijo viendo con más detenimiento mi nariz.

— Esto no importa. — Dije tomando un pañuelo para limpiar la sangre que había quedado. — Necesito que me hagan un favor. — Ambos me miraron atentos. — Saquen a la prisionera número 37 de su celda y llevenla a la sala de interrogación.