Inuyasha le sonrió a su mejor amiga y Sango rodó los ojos. Otro semestre y nada había cambiado, claro, nada a excepción de las cartas que guardaba en su cajón para que nadie la descubra.
-¿Todavía no sabes quien es la chica?-Inuyasha negó soltando un suspiro.
-Dice muchas cosas, pero no recuerdo a ver vivido momentos así con nadie-confesó soltando un bufido de fastidio.
-Te trae loco-murmuró su mejor amiga con una sonrisa.
-Siento curiosidad, ella me ve de una manera que... nadie me ha visto-su mejor amiga palmeó su espalda a la vez que el abría su casillero. Una carta que empezaba a reconocer por el sobre cayo a su pies. Inmediatamente Inuyasha sonrió levantándola.
-Léela-lo animo sango. El abrió la nota rápidamente.
Es hermoso vete sonreír
Es hermoso verte vivir
Es hermoso verte soñar,
Pero me enamora tu manera de pensar.
Te estoy viendo, eres tan lindo, me encantan tus mejillas sonrojadas. Eres realmente una persona muy tierna para ver.
Inuyasha levanto la mirada de la nota, pero los tacones ya conocidos para todo el mundo se escucho. Kagome Higurashi había entrado junto a Kikyo una de sus lacayas y Ayame. Con una sonrisa sensual haciendo que todos los chicos baben por ella. Inuyasha rodo los ojos, Kagome se paro frente a el y le arrebató la carta en cuanto la vio.
-Que tierno, recibes cartas-la burla en su tono hizo que todos rieran de Inuyasha.
-¿Algo mas por decir Kagome?-preguntó mirándola con fastidio, como la detestaba.
-Nada, solo que eres realmente patético Taisho-le regaló una sonrisa que hizo fruncir el ceño de Inuyasha, pero cuando se topó con la mirada de desprecio de la chica rodó los ojos.
Lo único que Inuyasha sabía era que la chica de sus cartas podría llevar cualquier nombre, menos Kagome Higurashi.
KAMU SEDANG MEMBACA
365 razones para amarte
Fiksi PenggemarKagome ha vivido toda su vida bajo el encanto de aquel chico de mirada risueña que le sonría a pesar de ella no ser lo que el buscaba. Un día, cansada ya de todo, sus cartas comienzan a volar.
