Razón #100

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Kagome caminaba atenta a su teléfono, era tan complicado lidiar con todos esos chicos que buscaban más de un beso con ella. Rodando los ojos y sin ser conciente entró a la sala de música donde el sonido de una guitarra invadía todo el lugar.

Se acercó atrayente de la melodía y se sorprendió al ver a Inuyasha sentado tocando unas melodías. Inuyasha levantó la vista y vio a la persona que más detestaba frente a él.

—¿No me das descanso de tu horrible presencia?—Kagome se recuperó de la sorpresa y su pose cambió radicalmente. Su sonrisa pasó a ser una burlona y su expresión de total asco.

—Ignoraré lo que dices, total, eres alguien insignificante—con paso apresurado se acerco al rostro de Inuyasha haciendo que los ojos del chico se abran—te dije que tengas cuidado conmigo Inuyasha, sabes que lo que pasará en cualquier momento—dicho esto se alejó.

365 razones para amarteWhere stories live. Discover now