Inuyasha caminaba hacia al auditorio de manera tranquila. Su pose de desinterés causó que alguna chicas voltearan a mirarlo. La única radón por la cual Inuyasha no era considerado el chico más popular del lugar era por ser el juguete de una chica con la cual nadie quería problemas. Kagome Higurashi. Todos la conocían y sabia que era mejor tenerla de aliada que de enemiga.
Inuyasha solo tenía en mente encontrar a la persona que le regalaba aquellas cartas que hacian su corazón explotar de felicidad.
—Vaya, al parecer te confundiste de lugar idiota—Inyasha suspiró cansado de que Kagome lo moleste. Esa chica era insufrible. Con su uniforme totalmente en su lugar. Su mirada coqueta y sus ojos, algo que alguna vez atrajeron a Inuyasha puesta en él.
—Seré el principe en tan ridícula obra—contestó con aburrimiento.
—¿Así que serás mi príncipe?—dijo Kagome con asco—¿no encontraron a alguien mejor que tú?—Inuyasha solo miró a otro lugar.
—Lo mismo digo—ella lo miró y rodó los ojos.
—Algo acaba de caerse de tu cuerpo—comentó mirando al piso.
—¿Qué es?—preguntó Inuyasha temiendo que haya sido algo que Kagome usara en su contra luego.
—Tu dignidad—ella entró sl lugar con una carcajada. Pero en realidad había una nota ahí.
Lo harás increíble, eres grandioso Inuyasha y eso yo lo se.
Att: I.
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365 razones para amarte
FanfictionKagome ha vivido toda su vida bajo el encanto de aquel chico de mirada risueña que le sonría a pesar de ella no ser lo que el buscaba. Un día, cansada ya de todo, sus cartas comienzan a volar.
