Tenemos derecho a ser felices

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AL DIA SIGUIENTE

-¿realmente crees que funcione?- pregunto Valentina a su hermano

-Eva cree que comeremos en familia- sonreía

-nos va a matar cuando se entere que estamos detrás de esto- comento

-¿nos?- la miro sorprendida -te matara- la joven le dio un pequeño golpe en el brazo, para después seguir acomodando la mesa.

-quedo perfecta- contemplaban el acomodo que le habían dado -¿a que hora llegara Eva?-

-si sigue siendo igual de puntual, llegara en 20-

-¿y Lucia?-

-esta en el jardin-

-iré a hablar con ella-

La joven salió de la casa y ahí estaba, de brazos cruzados, mirando a la nada

-¿estas bien?- pregunto acercandose

-no se que le voy a decir- hizo una pausa -también tengo miedo de como va a reaccionar-

-cuando la veas sabrás que decirle- le sonrió de manera amable -ya me tengo que ir, tengo clases y después quede de comer con Juls-

-es muy agradable, no sabes cuanto gusto me da que hallas encontrado el amor, porque te seré muy sincera, ese tal Lucho nunca me gusto para ti- le sonrío

-últimamente escucho muy seguido eso- también le sonrió - en fin, Chivis las atenderá y cualquier cosa que ocupes me puedes llamar-

-Val gracias por todo-

-no me agradezcas, es algo que debí hacer hace mucho tiempo- se abrazaron por un momento, al separarse se despidieron.

Valentina se subió a su coche para regresar a la universidad, mientras Guille tenia algunos pendientes en la oficina.

LUCIA

Me senté a la mesa y me serví un poco de vino, no pude evitar tomármelo de golpe, me sentía demasiado nerviosa así que mire mi celular para distraerme, hasta que escuche unos firmes pasos, me acomode en la silla y ahí estaba ella, tan perfecta como siempre, pero al verme se paro de golpe.

-¿que...haces...aquí?- me pregunto sorprendida

-prometí que regresaría por ti- nos miramos fijamente a los ojos

-¿crees que es así de fácil?- camino lentamente hacia la mesa y se sentó, parecía no estar segura de lo que había hecho

-yo se que no, pero quiero intentarlo-

-no tienes ni idea de cuanto sufrí por ti- le costaba trabajo mantener la calma y no comenzar a gritar -te espere, pero tu nunca me mandaste un mensaje, correo o algo, yo pensé que habías encontrado a alguien mas-

-en este tiempo solo me dedique a trabajar, no tenia energía para otra cosa, no te voy a negar que tengo infinidad de borradores con cartas que pretendí enviarte pero por miedo no lo hice- tome aire -un día vi en internet que te habías casado, fue ahí cuando conocí lo que realmente era que te rompieran el corazón, te odie por haber hecho eso, pero con el tiempo entendí que estabas en tu derecho, nunca volví a buscar nada relacionado contigo o tu familia-

-¿que querías que hiciera?-

-no se, pero no entiendo el porque de casarte-

-lo hice por despecho- no me sorprendió que fuera tan directa

-cuando vivía aquí escuche en muchas ocaciones que tu y tu padre se parecían mucho, no solo fisicamente, en su temperamento, nunca lo creí, hasta ahora-

Llegaste tu (juliantina)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora