CAPÍTULO XIII: Su error

2.8K 436 140
                                    

A por los pañuelos, campeones. Este cap fue algo fuerte para mí hacerlo, me instruí lo mejor que pude por internet, para intentar explicarles a ustedes mi punto de vista. Ojo, no soy ninguna profesional (ni siquiera estudio :v), solo analizo lo mejor y más coherente posible. Y con ayuda de mi padre cuando necesito juas. Aunque él no sepa en donde lo usaré 7u7. Bien, dentro cap :v. 

-------------------

—¡SUÉLTAME! ¡NO-NO ME TOQUES! Tin... qui-quiero a Tin – Grita con lágrimas en los ojos, un pequeño omega asustado, se estaba repitiendo lo de hace años. –

—Así que eres un omeguita. – El maltratador solo sonríe espeluznantemente haciéndole asustar. No podía creer el parecido físico que tenían. —Mi hermano no tiene tan mal gusto después de todo.

—N-NO, YO NO SOY OMEGA. N-NO... - Sabe que es inútil, en su posición, negarlo, está claro, pero más que para convencer a su atacante, lo exclama para convencerse a sí mismo lo fuerte que debe ser ahora. –

         Sigue golpeándolo en las costillas, en las piernas, cerca de su pelvis. El pequeño, ya para esta altura había dejado de gritar, entre más lo hacía más lo golpeaba, solo se limitaba a llorar y a temblar. Su Tin lo va a salvar, lo sabe.

POV's Can

          Me retuerzo, ese maldito ha golpeado varias veces en mis muy antiguas heridas ya sanadas. Sinceramente no sé si deprimirme o molestarme o ambas, no sé si molestarme con él o conmigo por mi maldita debilidad, solo sé que mis lágrimas salen incontrolables de mis ojos, junto a pequeños gemidos de dolor. Mi cuerpo una vez más es víctima de una golpiza. Solo por ser omega.

          De repente los golpes cesan y pienso que ya estoy muerto. Antes de este concierto de golpes ya estaba demasiado débil, más delgado que nunca, sin fuerzas siquiera para levantarme, llegué hasta hacerme encima... Lo que podría decir que estaba a mi favor es que tenía a Pete, que se encargaba de sacar fuerza de donde no las tenía para intentar calmarme, me abrazaba así yo oliera mal. Pero cuando llegaba ese ser del lunar en el pómulo, nos daba una cachetada a cada uno para que dejáramos la mariquera, nos desnudaba a la fuerza y nos echaba agua, pues él no soporta el mal olor.

          Me sigo culpando de que Pete la esté pasando mal, justo ahora no sé donde está y me preocupa de sobre manera, lo pueden estar matando y yo aquí, sin poder hacer nada, esperando a que este tipo se canse de golpearme. O me mate. Lo que pase primero.

—Mira lo que traje. – Dice de repente. —Un collar anti-mordida para que podamos divertirnos. – Sonríe tan malévolamente que me erizo del terror. –

NO, NO, NO.

            Me empiezo a remover con urgencia gimiendo por el dolor de los golpes previos, pero estar atado de pies y manos no me deja mucha escapatoria. Entro en pánico respirando rápido con mucha dificultad, prefiero morir, pero no puedo dejar a Tin.

—¡MÁTAME! ¡HAZLO! – Suplico ya sin fuerzas. Este no es el Can que conozco. —Una vez muerto, haz lo que quieras. – Trato que mi voz no tiemble, este sí es Cantaloupe Kirakorn. –

—¡Quédate quieto estúpido! – Me da un golpe cerca del ojo. Dejándome más atolondrado. Bien, ambos hermanos me pueden dejar tonto de dos formas totalmente distintas. Prefiero los besos de Tin.

           Aprovecha de ponerme el collar y saca muchos condones del bolso que traía. ¿Por qué tantos? ¿Cuántas veces piensa violarme? Pero vaya, que considerado en no querer embarazarme.

—Sé que es más rico sin condón, pero no soy idiota.

           Empieza a pasar su lengua por mi pecho de manera obscena, rompiendo esa franela que ya casi no era blanca, arranca el pantalón sin contemplaciones, como no tengo ropa interior no es un problema. Me remuevo, intento soltarme de las ataduras pero es más el daño que me hago que el lograr mi misión.

Necesito a mi (NO) omega - TinCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora