Close The Closet [Minsung]

13

Minho estaba asustado, Jisung había ofrecido su ayuda para alimentar a los perros callejeros del parque y arrastró a Minho también, quien ahora estaba rodeado de perros queriendo las croquetas que este tenía en las manos.

—¡Han Jisung!

—Tranquilo Minho, no te van a hacer nada.

—¿C-como puedes asegurar eso?

—Ven acá.

Jisung tomó las manos de Minho y lo ayudó a alimentar a aquellos cachorros que le rodeaban.

Mientras Lee era ayudado por Han, el cuidador del parque reía junto con su compañero por aquel chico tan miedoso.

Había sido una tarde agotadora, Lee quería descansar, pero aunque ya fuese un poco tarde y no hubieran comido nada aún -aunque no había señales de que alguno quisiera hacerlo- quería seguir caminando con Han de su mano.

—Min, necesito volver a casa...

—Oh...bien, te acompaño.

—Gracias Minho— Le sonrió nuevamente.

Y ahí estaban de nuevo esas ganas de lanzarse a besar los labios del menor.

Pero aún no podía.

Quizá sería difícil de creer pero su primer beso había sido con un ebrio Jisung que le había dicho una tonta frase que -no se explica como- lo había enamorado.

Cuando llegaron a casa del menor el pelinegro realmente tenía el impulso de besarle y salir corriendo.

Pero no quería que fuera algo que Sung no quisiera, así que tomó lo que quedaba de su valor y habló.

—S-sung...

—¿Si?

—Tú...y yo...¿Que somo exactamente ahora?

Lastima que su valor no alcanzaba para más que hacer esa pregunta.

—Digamos que amigos.

—Pero...¿Pensarás en mi propuesta?

—Te doy permiso de conquistarme, Lee, hasta entonces seremos amigos.

Han se adelantó y le robó un beso en la comisura de los labios ajenos.

Algún día sería un beso real.

—Daré todo de mi entonces.

Los dos se sonrieron con amor y el menor entró a su casa mientras el otro caminaba hacia la suya.

Que suerte había tenido ese día, y todo mejoró cuando se dió cuenta de que sus padres no estaban en casa; así podría contarles a los chicos sin tener el miedo de que alguien escuchase.