Máscaras

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~¡Hola, hola!

Pues aquí está la siguiente parte de mi loca historia, muchas gracias a todos por sus comentarios y apoyo. Me disculpo por la tardanza pero me encontraba fuera y sin posibilidad de subir cosas u.u

Enjoy!~

Pasado un tiempo, Near empezó a intentar liberarse.

Pese a no tener las cuerdas apretadas al punto de cortar su circulación, los brazos empezaban a entumirse por estar en la misma posición y la mordaza le había secado la boca. No creía poder pasar una noche entera así, no quería pasar una noche así, pero el revolverse no lo llevó a ningún sitio.

Por si fuera poco, el miedo seguía recorriendo el cuerpo de la manera más incómoda. Estaba feliz, si, Mello estaba vivo en lugar de muerto por su culpa, pero sus palabras no eran un "Conversemos para ponernos al corriente de todo lo que ha pasado en este tiempo." Si ya había llegado tan lejos como para secuestrario, entonces su salud mental estaba en riesgo.

Mello lo odiaba, después de todo.

Por milésima vez se acomodó para que su cuerpo descansara sobre su lado derecho y observó la habitación. Lo óptimo sería encontrar algo que le diera una pista, pero el cuarto lucía normal. ¿Habría vecinos que le ayudaran? Explicaría esa tendencia de amordazarlo, pero bien podría ser porque no toleraba que hablara y porque lo que decía parecía enojarlo más. Lo segundo, ¿qué hora era? Recordaba que cuando Mello le había secuestrado era de madrugada, más allá de las tres, pero no tenía idea de cuánto tiempo había pasado incosciente y la falta de ventanas no ayudaba a su causa.

Near volvió a tallar su cara en contra de la cama para sacar la odiosa tela que terminaría por absorber toda humedad de su boca pero era inútil. Mello, al igual que con todo lo demás, había sido muy cuidadoso y en retrospectiva, realmente le sorprendía que fuera así.

Jamás lo aceptaría, pero Mello era muy impulsivo y eso le hacía actuar sin plantearse más opciones.

Tras un pesado suspiro, se arrastró por la cama hasta poder sentarse en la orilla y miró a la puerta para comprobar que nadie lo observaba. Con cuidado, se impulsó para acomodarse mejor y miró a la puerta para ver si alguien andaba por ahí. Al no ver a nadie, se esforzó para ponerse de pie.

Mello, muy a su pesar, tenía razón en la poca fuerza que Near tenía.

La poca gente ajena a su grupo se sorprendía de verlo ponerse de pie y caminar dada su manía de estar acuclillado o sentado sobre el suelo. Nadie lo cargaba, eso era obvio, y en la mayoría de ocasiones su inteligencia compensaba todo lo demás, pero ahora desearía tener un poco más de fuerza. El mantener el equilibrio con las manos tras su espalda era toda una odisea y el caminar con el cuerpo tan entumecido parecía imposible en esos momentos. Jamás sería capaz de liberarse por si solo, necesitaba encontrar algo que lo ayudara y para su fortuna, lo encontró en una parte astillada del piso.

Haciendo acopio de sus fuerzas, caminó hasta el lugar exacto y se acomodó lo mejor que pudo para empezar a tallar la cuerda de sus manos contra ella, usando la fuerza que le quedaba para poder lograrlo. Al fin y tras lo que parecieron horas, la cuerda se rompió y Near suspiró de alivio, desatando la tela de su boca.

El resto de la casa seguía en silencio y Near agradeció que Mello lo viera lo suficientemente débil como para no pensar que podría escapar. Con pasos callados caminó hasta la puerta, encontrándola abierta. Fuera de la habitación donde se encontraba se extendía un pasillo a su izquierda, con dos puertas más y un marco que quizá llevaba a una sala común. De una puerta salía una tenue luz por debajo y Near supuso que Mello estaba ahí.

Sentimientos opuestos [Mello x Near]Where stories live. Discover now