Sentimientos opuestos [Mello x Near]

Al final, todo cae en su lugar.

~¡Llegó el capítulo final! 

Queridas lectoras, he aquí el final de esta historia. Espero que les guste y nos leemos abajo para aclaaciones finales.

Enjoy~

Decir que Lidner, Lester y Gevanni no se sorprendieron al encontrar a Mello y Near durmiendo en la misma cama, sería una completa mentira.

Los tres intercambiaron una mirada de confusión y sorpresa que pronto dio paso a una risilla nerviosa al momento en que terminaron por entender qué es lo que estaba pasando. Era extraño y no lo esperaban, pero aceptarlo es lo único que podían hacer para ese momento.

Al día siguiente, el médico dictaminó que Mello se encontraba en condiciones para salir del hospital, solo debía de cuidar propiamente la herida para que no se rearbiera o infectara. Le recetaron calmantes, antibióticos y ungüentos que debería de tomar y usar por varias semanas más, lo cual le hizo poca gracia pero terminó por resignarse.

Por la tarde, y con todos los trámites terminados, le sacaron del cuarto en una silla de ruedas, muy a disgusto del rubio puesto que no le gustaba para nada la idea de depender de alguien en lo más mínimo. En algún momento intentó caminar, pero el punzante dolor lo obligó a regresar un par de pasos después y quedarse con mala cara todo el rato.

—¿Cómo es que sigue aquí? —Mello preguntó al ver al cachorro que Near traía entre brazos—. Pensé que ya se había ido por falta de comida.

—Lidner dice que la siguió hasta el auto, cuando te llevaron al hospital —Near dijo, mirando al animal que dormitaba en sus brazos.

—¿Piensas quedártelo?

—¿Por qué no?

Mello vio frente a si a un niño pequeño con esas palabras

«Deja de enamorarme cada vez más»

—Pues piensa en un nombre y no salgas con uno ridículo —dijo para después cruzarse de brazos y desviar la mirada, dejando a Near pensativo.

El camino a la base de la SPK fue silencioso, Mello se había quedado dormido en algún punto mientras que Near y el perro se miraban fijamente, como si estuviesen en medio de una charla sobre la creación del universo. Cuando arribaron, Mello se obligó a dar unos pasos hasta el elevador.

—El cuarto de Near es el más grande... podríamos poner una cama más ahí y después construir algo más —Lidner sugirió, metiéndose el cabello detrás de la oreja en un deje nervioso.

—Da lo mismo —Mello le restó importancia mientras se sentaba lentamente en el sillón—. Donde sea está bien.

Pero era mejor con Near, eso estaba claro.

—Bien...Volveré en la noche, Gevanni se queda —dijo antes de sonreírles levemente y salir de la habitación.

—¿Qué tanto piensas? —Mello preguntó cuando volteó a ver a Near quien miraba al perro tomar agua.

—En un nombre —contestó, despegando la mirada y viendo a Mello—. Tu medicina toca en una hora.

—Perfecto, tendré mi agenda personal —rió, recargando la cabeza en el respaldo y cerrando los ojos—. ¿Has pensado en algún nombre ya?

—No, aún sigo pensando —Near respondió con toda la obviedad del mundo—. De tenerlo, no estaría pensando.

—Near, de verdad que buscaré una manera de mantener tu boca cerrada —suspiró, sintiendo que Near se sentaba a su lado.