Capítulo 4 - Puto Agoney

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Actualidad

Toda la familia está pendiente de la historia de los dos chicos.

- Y esa tarde ya empezasteis a salir? -pregunta emocionada Ainhoa

- Qué va, hija -ríe Agoney- tu tío es más terco que una mula y si él decía que eso no era una cita, no era una cita

- Qué aguafiestas -ríe la joven

- Aguafiestas no, así nos pudimos conocer bien antes de tener una cita oficialmente -se defiende Raoul

- Tres años, amor -ríe Agoney- tardaste tres putos años

- Tardasteis tres años en empezar a salir? -se escandaliza Pablo

- Ojalá, tardó tres años en dejar que le diera un beso! -comenta con una mezcla de diversión y nostalgia Agoney

- Pero por favor, eres mi tío o mi bisabuelo? -ríe Ainhoa contagiando a toda la mesa

- Entendedme, había ido súper rápido con Alex y me salió el tiro por la culata -se justifica el rubio- además Agoney me gustaba mucho, quería que todo saliera perfecto...

31 de Diciembre de 2001

Nochevieja. Faltan cuatro horas para que acabe el año y Raoul y Agoney siguen apilando cajas como si no hubiera un mañana.

- Qué coñazo, vamos a perdernos el año nuevo -se queja Agoney

- Total, para el plan que tenía...

- Qué plan tenías? -pregunta con curiosidad el moreno

- Pues como desde que huí de casa no tengo familia, amigos, pareja, ni nada, pensaba quedarme en mi casita viendo la tele hasta que me entrara el sueño -afirma Raoul aparentando mucho menos dolor del que está experimentando realmente

- Me ofende que digas que no tienes amigos teniendome delante -le quita hierro al asunto el canario

- Por eso, dónde voy a estar mejor que aquí contigo? -sentencia Raoul

- En un restaurante conmigo, en una fiesta conmigo, en mi cam... vale, no -ríe Agoney- pero lo otro molaría

- La verdad es que lo del restaurante estaría genial -ríe el rubio

Ambos se quedan mirándose en silencio. El canario se acerca lentamente al rubio con intención de darle un beso, pero el pequeño se aparta haciendo que los labios del canario se estrellen en la mejilla.

- Joder, Raoul, que es Nochevieja -hace un puchero el moreno

- Necesito más tiempo, vale? -le coge la cara Raoul- pero voy en serio, me alegro de estar contigo hoy

- Si yo te creo, tranquilo -afirma Agoney envolviendo con sus brazos a Raoul- venga, vamos a trabajar que aún queda mucho que hacer

Raoul observa al canario mientras trabajan, en los pocos segundos que sus miradas se cruzan, Agoney le dedica la mejor de sus sonrisas antes de volver al trabajo. Raoul sabe que hay una gran desesperación tras esa sonrisa fingida, pero también sabe que si se lo pidiera, Agoney esperaría tres años más a pan y agua por él. El rubio lleva desde que conoció al canario con una batalla entre la mente y el corazón. El último le dicta que se lance de cabeza a Agoney, que se nota que le quiere, pero el primero le pide a gritos que vaya con sumo cuidado, que lo mismo pensaba de Alex y mira que bien le salió...

- Raoul, cúbreme porfa, es que acabo de recibir una llamada súper importante -le avisa Agoney interrumpiendo los pensamientos de Raoul- antes de fin de año vuelvo, te lo juro

- Sí... claro...

El canario sale corriendo del almacén Dios sabe dónde. Ya está, ha vuelto a pasar, Raoul se ha hecho ilusiones y vuelve a estar solo en una fecha importante. Quizás Agoney no es tan maravilloso como aparentaba... pero claro, es todo culpa suya por hacerle esperar tanto. Tres años, Raoul, tres años lleva Agoney detrás de ti, es normal que se haya dado cuenta de que no vales tanto la pena. Seguro que tiene a miles de tíos detrás y alguno le ha propuesto cualquier plan mucho mejor que quedarse en un almacén toda la noche con alguien que lleva desde que os conocisteis dándole largas...

Raoul sigue trabajando hasta las diez de la noche, cuando decide hacer su descanso para cenar y poder al menos tomarse las uvas, a ver si el año que va a llegar le trae más alegrías que el que ha pasado. De repente, oye un golpe en la persiana del almacén.

- Rubito, ábreme que me dejé las llaves -oye la voz del canario

El corazón le da un vuelco y va rápidamente a la entrada para dejar pasar a Agoney. Pero no recibe más que otro golpe cuando ve al canario aparecer con otro chico, los dos trajeados de arriba a abajo. Aunque la imagen del moreno con un traje grabada en su retina para siempre es algo que Raoul agradece muchísimo.

- Qu...qué haces aquí? -pregunta el rubio

- Mi trabajo? -ríe Agoney

- Ya claro... y los trajes? Y el champán? Y el pibon ese de ojos azules y metro ochenta?

- Gracias, guapo, tú tampoco estás mal -le guiña el ojo el acompañante de Agoney

- Ricky, a callar que llevo tres años detrás de él como para que me vengas a hacer la competencia -le riñe el canario entre risas- el traje es para recibir el año nuevo como es debido, que por cierto, aquí tienes el tuyo

Agoney saca un traje de una de las bolsas y se lo tiende a Raoul.

- Es mío, así que igual te va un poco grande, pero es lo que hay -ríe tímidamente- el champán es para tomárnoslo después de las uvas y el pibon, también conocido como Ricky, viene a supervisar que todo está bien mientras nosotros nos vamos a ese maldito restaurante a celebrar la Nochevieja

- Qué? -pregunta sorprendido Raoul sin entender nada

- Eso sí, nos tomamos las uvas, una copita de esto -levanta el champán- y el resto nos lo acabamos aquí, que no podemos cargarle el muerto a Ricky toda la noche... bueno, qué te parece?

- Yo... estoy flipando...

- Dijiste que te gustaría pasar la noche en un restaurante conmigo -se explica Agoney- y tus deseos son órdenes

- Y tú vas a perderte las uvas por nosotros? -pregunta Raoul a Ricky

- Bueno, no exactamente, uno tiene sus planes -vuelve a guiñar el ojo- pero bueno, corred que se os hace tarde

- Sí, claro, me visto y salgo -afirma Raoul cogiendo el traje que le ha traído Agoney

Raoul corre hacia el servicio y se pone el traje azul marino del canario, sí que es verdad que no es su talla, pero le queda mejor de lo que esperaba. Se mira varias veces en el espejo pasándose la mano por el pelo. Al ver su reflejo, encuentra un brillo en sus ojos que hace tiempo que no estaba ahí y hace que se muerda la sonrisa. "Puto Agoney..." ríe para sus adentros antes de salir a pasar la que será una de las mejores noches de su vida.

FLAMES (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora