Capítulo 30 - Carrera

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Raoul no deja de correr por toda la casa, a veces delante a veces detrás de la perra. "Nunca crecerá" piensa irremediablemente Agoney "Que no lo haga, por favor".

- Hay que ponerle nombre -dice Raoul con la respiración agitada en su descanso

- Había pensado Whitney -le informa Agoney acariciando a la galgo que también descansa a los pies del canario

Raoul arruga la nariz y frunce el ceño ante las declaraciones de su marido.

- Freddie, Whitney... tienes un trauma con los cantantes muertos -afirma entre risas Raoul

- Uy -se hace el ofendido el moreno- a ver, guapito, propón tú uno

- Ehm... DIOS YA SÉ -exclama ilusionadisimo el rubio- Sharpay

- En serio? -levanta una ceja de modo desafiante Agoney

- Sí, tienes algún problema? Esa mujer era una Diosa -sentencia Raoul

- Te quejas de mí por llamarla como una de mis cantantes favoritas pero tú la llamas como un personaje de High School Musical...

- Vale, que decida ella

- Cómo va a...?

Pero antes de que termine la frase, Raoul se separa de ambos y se coloca a la otra punta de la habitación.

- Colócate en esa esquina -le señala Raoul el rincón de la casa que está paralelo al suyo

Agoney le hace caso y se agacha donde ha indicado Raoul.

- Ahora la llamamos los dos y que venga a quién quiera

- Eso no va a funcionar

- Vamos a intentarlo

Los dos empiezan a llamar a la pequeña, cada uno según el nombre que quiere asignarle.

- No vale, a ti te quiere más -se cabrea Agoney cuando la perra corre sin vacilar hasta el rubio

- Vale, probemos otra cosa

Raoul cruza toda la sala y se sienta apoyándose en la pared que queda frente a la que se encuentran Agoney y la perra.

- Whitney! Whitney ven!

La perra se limita a inclinar la cabeza intentando comprender las palabras de su nuevo dueño.

- Sharpay!

Ahora levanta las orejas y corre hasta Raoul que la acaricia para apremiarla mientras dedica una sonrisa triunfante a su marido.

- Seguro que le has lavado el cerebro -sentencia menos cabreado de lo que aparenta Agoney

- Idiota -ríe Raoul

El canario no duda en cruzarse la habitación y sentarse junto a su familia.

- Sé que no es ni de lejos como tener un bebé... pero es nuestra niña, Raoul -sonríe Agoney acariciando a la perra detrás de la oreja- vamos a cuidarla como tal, al fin tenemos una familia al completo -ríe de su propio chiste el moreno

- Nuestra familia ya estaba completa solo con nosotros, amor -afirma Raoul antes de besar pasionalmente a Agoney- tú siempre has sido mi familia

Y sin nada más que decir, porque cómo narices se responde a eso?, Agoney coloca su mano en la nuca de Raoul y profundiza el beso que se han dado anteriormente. En menos de lo que canta un gallo, se ponen en pie y Raoul se cuelga como un monito, palabras textuales del mayor, del cuerpo de su marido. Entre besos robados, llegan a su cama donde Agoney deja con cuidado a Raoul y se coloca encima para seguir besándose.

FLAMES (Ragoney) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora