Lo Haremos Bien | Wariam

Capítulo 2

Narra Ana

Me desperté porque Marilia había decidido poner una canción de Miriam como tono para su alarma. Escuché un portazo y después las voces de Alba y Marilia cantando a todo volumen.

Me pasé las manos por mi cara y resoplé. Si sabía que esto iba a pasar todos los días, preferiría haberme quedado en Tenerife.

Me preparé para las clases mientras seguía escuchando a mis amigas cantar. Miré la hora, si seguían cantando íbamos a llegar tarde el primer día, y a eso me negaba. Asi que decidí salir de mi cuarto y entrar en el de Marilia.

-¿Sabéis la hora que es? - dije abriendo la puerta de golpe. - Callaos y vestiros, anda.

-Buenos días a ti también, Anita. - dijo Marilia. - Dejanos seguir disfrutando un poco de la música de tu exnovia.

Fulminé a Marilia con la mirada y les paré la música.

-Lo podéis hacer luego, cuando yo no esté.

-Que mal despertar tienes...

-Es que no me gusta que me despierten con la música a todo volumen.

-Seguro que es porque es Miriam, te llego a poner otra cosa y no te quejas.

Rodé los ojos y salí de la habitación, dándoles un último aviso de que se prepararan. Por suerte me hicieron caso y conseguimos llegar a tiempo.

Nos sentamos en una esquinita las tres juntas, mientras los demás compañeros elegían su sitio. Marilia y yo nos habíamos sentado juntas atrás, mientras que Alba estaba enfrente nuestra, con su mesa de al lado vacía.

-Ya toca empezar a estudiar de nuevo... - resopló Alba. - Lo bueno es que como es algo que nos gusta, pues...

Pero se quedó callada cuando vio a Natalia aparecer por la puerta. Miramos a Alba con una sonrisa divertida y luego nos fijamos en la morena, la cual nos vio y nos saludó, acercándose a nosotras.

-Hola, chicas. - nos sonrió. - Hola, Alba. - dijo mirándola con una sonrisa completamente diferente.

La rubia se puso nerviosa y tardó un poco en saludarla. Marilia y yo nos miramos cómplices y soltamos una pequeña risita.

-¿Quieres sentarte con nosotras? - pregunté. - No se sienta nadie al lado de Alba.

La rubia abrió los ojos, sus mejillas se sonrojaron y me miró, fulminándome con la mirada.

-Bueno... - dijo Natalia rascándose un brazo.

-Si no quieres no pasa nada. - dijo Alba rápidamente.

-En realidad me encantaría, pero mi amiga me pidió sentarme con ella.

Marilia y yo miramos a todos los compañeros que estaban ya sentados, pero ninguno parecía estar esperándola.

-¿Y quién es? - preguntó Marilia con curiosidad.

-Todavía no ha llegado. Se va a retrasar un poco. Es que se ha quedado dormida. - dijo rodando los ojos. - De todas formas, muchas gracias. Nos vemos luego en el recreo.

Todas asentimos y Natalia se alejó, sentándose en unas cuantas mesas separadas de nosotras.

-¿¡Pero vosotras sois tontas o qué os pasa!? - dijo Alba dándose la vuelta y fulminándonos con la mirada. - ¿Cómo le decís que se siente a mi lado?

Marilia y yo reírmos.

-Encima que te ayudamos a conseguir novia... - dijo Marilia.

Alba se sonrojó y se dio la vuelta sin decirnos nada más. Marilia y yo nos sonreímos, y en ese momento entró nuestra profesora de interpretación musical.