Capítulo 17

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Narra Ana

Todo pasó a cámara lenta. La mirada de Miriam puesta en mí. Mis lágrimas saliendo poco a poco. Miriam cerrando los ojos y bajando su mirada al suelo. Su mano apretando el pomo, girándolo y, por último, saliendo del baño.

No dijo nada, solo salió del baño empujando con su hombro el cuerpo de Julia.

Apreté mis labios, cerré los ojos con fuerza y aunque estaba intentando que no pasara, acabé rompiendo a llorar.

Escuché a Julia cerrar la puerta y después dirigirse a mí con prisa para después abrazarme con fuerza.

-Joder, Ana, lo siento. No sabía que estabas con Miriam. Ha sido culpa mía. Tendría que haberle preguntado a Mimi primero, joder.

Abrí mis ojos y negué con la cabeza.

-No ha sido culpa tuya. Miriam ha sido la que ha querido irse. Por mucho que le repita que la quiero, no quiere hacerme caso. Ya no sé qué más hacer.

Julia me miró con pena.

-Jo, Ana... Es que yo quiero ayudarte para que tú y Miriam estéis bien...

-No pasa nada. Con Miriam es imposible. Estoy harta de que no me crea, de ir yo detrás de ella repitiéndoselo constantemente. Si no lo quiere ver, allá ella.

Julia enmarcó mi rostro con sus manos y me dio un beso en la frente. Después me secó las lágrimas con sus pulgares.

-Ven, vamos a buscar a Ago y que te lleve a casa. - dijo pasando un brazo por mis hombros.

Me abracé a ella y dejé que me guiara por la sala. Entonces se paró de golpe y me dio un beso en la mejilla.

-Ana, mira, allí está Ago. - dijo señalando hacia unos sofás. - Si no te importa ir hasta allí sola... Es que yo tengo que hacer otra cosa. Lo siento, de verdad. - dijo abrazándome. - Te quiero.

-No pasa nada. Gracias por haber estado conmigo.

Julia negó con la cabeza y me sonrió con ternura. Me volvió a dar otro beso en la mejilla antes de perderse por entre la gente.

Fui hacia ellos, tratando de sortear a toda la gente que estaba por en medio y apartándolos de mi camino. Pero había tanta gente que acabé chocando con alguien.

-¡Joder! - me quejé. 

Miré hacia arriba para fulminar con la mirada a quien no había querido apartarse, pero me sorprendí al ver a Miriam.

-Lo siento, Ana. - dijo tratando de agarrar mi brazo, pero se lo aparté con rapidez.

Me giré y continué caminando hacia donde estaba Agoney, pero Miriam me siguió por detrás.

-Ana, espera. - pero la ignoré. - Lo siento, de verdad. No tendría que haberme ido... La he cagado, Ana.

-¿En serio me lo estás diciendo ahora, Miriam? - dije con rabia y girándome. Miriam asintió. -Me estás vacilando.

-No, va en serio, Ana. No sé por qué he salido cuando era lo último que haría. Yo también estoy enamorada de ti.

Rodé los ojos.

-¿Pretendes que ahora te perdone? Pues estás muy equivocada. Me has hecho mucho daño, Miriam. Y si de verdad estás enamorada de mí, demuéstramelo. Porque con lo que has estado haciendo durante todo este tiempo me lo has demostrado al revés, ¿sabes?

-Ana, yo...

-No, Miriam, no. - la corté. - No quiero que me digas nada ahora. No me apetece estar peor de lo que ya estoy. Adiós.

Lo Haremos Bien | Wariam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora