《°Two Fools In Love°》 ×Taehyung y Tu×

VII. ¿Pensar en algo más?

Desde que Taehyung se fue y mi casa quedo completamente vacía, mi única distracción consistía en yo misma ver las películas Disney.
Aunque tengo que admitir que nisiquiera sabía cual de las películas de Toy Story estaba viendo, ya que en vez de prestar atención a eso, estaba demasiado distraída imaginándo la reacción de Taehyung cuando vea su fiesta sorpresa.

Nunca ha vivido nada así, y de solo imaginarme su sonrisa, no podía concentrarme en nada más.
No hasta que mi perro interrumpió mis maravillosos pensamientos.

-Hey, hey, ¿Q-que pasa Boo?-pregunté al ver como el pequeño cachorro ladraba frente a la puerta.
Ahora lo pienso, preguntarle a un perro "Que pasa" no era muy inteligente.

De pronto el timbre sonó repetidas veces, haciendo que el perro volviera a ladrar.

Suspiré levantándome al ver que esto se volvió a repetir y me acerque a la puerta con pesadez y molestia.

-¡Ya voy!- dije soltando un pequeño gruñido mientras me paraba frente a la puerta y con la poca fuerza que sostenía después de pasar una hora sentada, la abrí.

-¿Por que tardas tanto? No tienes nada mejor que hacer.- dijo una voz grave mientras negaba.

Era el mismo chico pálido, con pelo rubio teñido y ojos rasgados que siempre aparecía en los momentos menos esperados.

-¿Yoongi? ¿Tu aquí?

Normalmente Yoongi solo aparecía por aquí cuando era una emergencia, es más, Yoongi de por si salía poco de casa, así que verle por aquí... Solo pueden ser dos cosas: Yoongi me viene a dar una lección moral, o no le dejan dormir en casa.

- Estaba yendo a comprar leche, y me encontré a Taehyung, me dijo que habías quedado conmigo. Y pensé tal vez debería de estar aquí y no durmiendo en un banco del parque, y de paso explicarme como es posible quedar conmigo sin que yo lo supiese.-completo Yoongi mientras pasaba sin permiso alguno.- ¿Te gusta la leche sin lactosa? Es la única que puedo tomar así que... Lo siento si no es de tu agrado.

-¿Y has venido solo por eso?- reí un poco cerrando la puerta tras él.

Yoongi se dirigió hacia la sala de estar sin decir nada, se sentó en el pequeño sofá como si fuese su casa y agarró el brick de leche.

-¿Sabes dónde ha ido Taehyung? -susurró mirándome detenidamente mientras abría la botella y bebía. Esto no es serio si hace esas cosas.

-Pues... No me ha dicho nada. -respondí sentándome al lado.

La verdad, no me lo había preguntado, daba por entendido que sería alguna tontería suya, como ir a comprar un manga o simplemente a buscar pokemons. ¿Pero por que Yoongi preguntaba? Yoongi es la persona a la que menos le interesa los problemas ajenos, a no ser que sean realmente serios, ¿Desde cuando se preocupa por cosas así?

-Hm... -susurró después de una larga pausa y miró hacia la televisión.-¿En serio? ¿Toy Story?

Yoongi soltó una pequeña risa negando y volvió su mirada hacía mi.

-¿Tienes una idea mejor? -pregunte alzando una ceja.

Yoongi miró hacia un punto fijo y comenzo a divagar en sus pensamientos. Cuando se ponía así realmente parecía un niño pequeño pensando como solucionar un problema de matemáticas.

-¿Uno contra uno? Se que ayer estuviste limpiando el patio, se puede jugar perfectamente, no hay excusa para negarte, Taehyung habla mucho y de vez en cuando le escucho. -dijo finalmente el chico pálido mientras se levantaba.
Por la mente de Yoongi solo pasan dos cosas: jugar a básquet y dormir, y si le das tiempo para preparar el discurso perfecto, no puedes negarte.

-Venga T/N, de paso me cuentas tus planes para el cumpleaños de Tae. -concluyó con una pequeña sonrisa.
Y Yoongi sabía como ganarme.

-Bien, bien...-me levanté soltando una pequeña risa. -¡Y recuerda que mañana tienes que ser puntual!

Yoongi negó soltando un suspiro y caminó sin decir nada hacia el patio, yo le seguí como un perrito faldero.

En el equipo de básquet Yoongi y yo siempre la pasábamos hablando, fue el primero al que conocí. Es más, como le conocí, eso si fue cómico, recuerdo que fue hace dos años: entré al equipo junto a él, siendo los más jovenes, y por error me dieron el uniforme de Yoongi, y cuando fui a entregarselo lo vi tan pálido que pensaba que se estaba muriendo, así que lo llevé a la enfermería corriendo, y no fue hasta que se sentó encima de la camilla, que me confesó que su tono de piel era así desde que nació.

Los dos estuvimos aproximadamente una hora jugando, nisiquiera quiera llevaba la cuenta de cuanto llevábamos.
Pero mientras jugabamos... Note que Yoongi estaba extraño, cada vez que agachaba la mirada o mantenía un momento de silencio él comenzaba hablar de cualquier cosa, sacándome de mis pensamientos.

-Yoongi... Ya, estoy cansada.. Y Tae estará al llegar. -suspiré sentándome en un pequeño banco frente a él.

Yoongi agarró la pelota y siguió tirando a canasta durante un rato, como si estuviera pensando que decir, hasta que dejo de canastar, entonces me miró.

-T/N, ¿Has pensado en Tae alguna vez como algo más que amigos? Ya sabes, como tu pareja.