Capitulo 12 - Rumores

2.9K 325 13
                                    

El olor a cuero y limpio del auto de Hyukjae era extrañamente reconfortante, los asientos tan cómodos. Ya había pasado una semana desde el incidente con mi madre y mi hermano, me llamaban de vez en cuando intentando que regresara y me reformara por el buen camino y dejara esta vida. Querían que fuese algo que no era y dolía. Saber que mi propia familia no me quiere por algo tan vano como mi orientación sexual es tan absurdo.

— Giró a...

— La derecha.- Respondí rápidamente. Nos dirigíamos a mi departamento a recoger mis cosas. Algunas ya las habían llevado debido a que Hyukjae las mandó pedir pero habían faltado unas cuantas. Le dije que podía venir solo, pero insisto en acompañarme. Me había ofrecido su departamento para vivir pero me negué, no sería incapaz de poder pagar una renta tan alta por ese lugar, él me insistió en que no debía pero resultaría muy incómodo vivir con mi jefe gratis una semana era mas que suficiente. De cualquier forma me ofreció ayuda para encontrar otro piso, espero que pronto no quiero que crea que me aprovecho de él.

Ademas estaba el trabajo, me habían visto llegar con Hyukjae, en el mismo auto, durante cuatro días. Había escuchado algunos de los rumores y el que mas llamaba la atención es aquel que insinúa como me follo a mi jefe para sacarle dinero. Aun peor, sí me acosté con el y estoy viviendo en su casa. Pero yo se que fue lo que sucedió, si ellos quieren pensar que me revuelco con el todos los días, adelante. Admito que es incomodo escucharlos, sus susurros para nada discretos cada vez que paso, me enfurece que crean que no puedo lograr algo por mi mismo y ocupo meterme en la cama del jefe, si lo hiciera obviamente no seria por dinero. Bueno no lo hice por dinero.

—Aquí es.- Le indique cuando nos acercábamos a un bloque de departamentos. Se estaciono al frente en un solo movimiento. Yo en mi vida había puesto las manos en un volante.

La puerta a mi lado se abrió y brinqué de la sorpresa, creo que me perdí en mis pensamientos lo suficiente para que él saliera y me abriera la puerta del coche. Intente salir pero aún tenía el cinturón de seguridad puesto. Se aguantó las ganas de reírse de mi y se lo agradecí internamente mientras me quitaba el cinturón torpemente, salí del auto intentando fingir que no pasó nada.

— Te sigo.- Dijo en un tono risueño.

Avance entrando al edificio, me dirigí al elevador. No había nadie en la recepción probablemente era su hora de comida, de cualquier forma no tenia ganas de explicarle a los dueños todo lo que había sucedido estos últimos días, apenas lo podía digerir como para ponerme a dar explicaciones. Suspire profundamente, subimos el elevador en silencio.

Al llegar al departamento empezamos a recoger lo que quedaba. Mis cuadros. Todos y cada uno de ellos, las carpetas de dibujo, mis pinceles, lápices, plumas y pinturas. Eso era lo único que quedaba, al parecer los chicos que llevaron mis cosas a su departamento no quisieron tocar esto y lo entiendo todo estaba tan pulcramente colocado y lucia tan delicado. Era lo único de mi departamento que esta, bueno estaba en orden.

— Son hermosos.- Susurro Hyukjae. Sentí la cara arder, no acostumbraba a que vieran mis cuadros, sólo Heechul y prácticamente me rogaba y el nunca ruega así que...

— Gracias.- Conteste tímidamente. Miraba cada una de mis pinturas con admiración y podría pensar que orgullo.  Volteo a verme y me sonrió, se acercó lentamente y me acaricio la mejilla.

— Eres realmente muy talentoso.- Por inercia cerré los ojos y casi al instante sus gruesos labios tocaron los míos. Los acaricio como si se fuesen a romper, tan delicados. Se separó unos milímetros. No me atreví a abrirlo los ojos.

— No dejes que nadie te diga lo contrario.- Susurro antes de volverme a besarme. Esto parecía un sueño, un hermoso sueño.

•••

— Señorita Young ¿Puedo hablar con usted?.- preguntó la secretaria Jung. La mencionada observó a la chica que se asomaba por la puerta, asintió a lo que está pasó rápidamente.

— ¿Sucede algo?.- Cuestionó la rubia a la chica que se acaba de sentar frente a ella, cabello negro, tes pálida y bonita nariz. Si definitivamente era Jung.

— Usted aún es la encargada de recursos humanos ¿Cierto?

— Sí, lo soy.- Una sonrisa se extendió por el rostro de Tiffany, empezaba a sospechar hacia donde iba el tema.

— No quisiera molestarla, pero creo que las relaciones entre los empleados están mal vistas ¿No?.- Su tono de voz sonó tan sarcástico que era obvio que conocía la respuesta.

— Sí es otra historia como la del pasante Jeon y el imaginario enamoramiento que usted le inventó con la señorita Lee, la ex de Hyukjae, puede ir ahorrándoselo. Tuvo suerte de que el chico fue comprensivo y no la demandó por difamación.- Soltó la rubia intentando que su voz no fuera tan aguda aunque no pudo evitar que el tono despectivo se desprendiera de cada una de sus palabras. Forzó una hipócrita sonrisa. Esa mujer la estaba volviendo loca, había inventado tantas cosas del pobre chico que fue una suerte no terminar con una demanda.

— Eso era verdad el chico la miraba como si fuera una diosa, ni siquiera era tan bonita.- Replicó con ese horrible tono que usaba. Como si lo supiera todo. Tan creída. Antes de que pudiera contestar Jung habló de nuevo.

— Pero esto es diferente, me refiero a que es tan obvio y todas mis compañeros lo han notado.- Su voz adoptó un tono de suspenso, como si fuera a decir la noticia del año. —Ese chico, Lee Donghae y el Señor Hyukjae se están acostando.

Tiffany abrió los ojos y la boca de forma tan exagerada, llevando una mano a su pecho mientras un "No" lleno de sarcasmo salió de sus labios, la sobre reacción fue tan cómica que resultó una lástima que no la viera ya que la señorita Jung tenía los ojos cerrados y asentía satisfecha de sí misma.

— Deje contarle todo lo que se, verá...- Antes de que la chica continuará, Tiffany La interrumpió con un movimiento de mano. No tenía tiempo para tonterías.

— Señorita Jung le recomiendo que regrese a trabajar yo me encargaré sobre lo que dijo.- La chica se levantó con una enorme sonrisa y se dirigió a la puerta pero antes de que saliera, la voz de la rubia la detuvo.

— Gracias por compartir conmigo esta información, yo le haré saber sus preocupaciones al señor Lee.- La sonrisa de Tiffany fue tan grande que sus ojos se empequeñecieron. Por otro lado la sonrisa de la morena desapareció de golpe.

Moderation [En Edición]Onde histórias criam vida. Descubra agora