Veo, veo... •ziam•

1

Nuestros ojos se encontraron por sobre el pastel de pollo. Era un muy buen pastel de pollo, y yo debería saberlo. Yo lo hice.
Los ojos eran de un hermoso color castaño claro y pertenecían a un hombre que nunca había visto antes.

―¿Quién es ese? ―Le di un codazo a Bessie mientras volvíamos a la cocina.
Bessie sacudió la cabeza con una sonrisa.

―Me preguntaba cuánto tiempo te tomaría fijarte en él.
Poniendo mi mejor mirada inocente, le dije:
―¿Qué quieres decir?
Bessie se limitó a girar los ojos y sacudió un poco de harina de su mejilla.

―Su nombre es Zayn. Empezó ayer.

―Ah, bien.

Élla me miro, esperando. Élla me conocía demasiado bien. Ese era el problema con alguien que te conocía desde que estabas en el jardín de infantes.
―Entonces ... ¿De dónde es?

Bessie sonrió. ―Alabama.

―Y ¿qué está haciendo aquí en medio de jodida ninguna parte?
Bessie frunció el ceño y me señaló.

―Cuida tu boca, Liam. Puedes ser grande, pero no eres demasiado viejo para que te golpee el trasero.
Gire los ojos.

―Lo siento. Entonces, ¿cómo es que terminó aquí?

―No lo sé, cariño. ―Bessie se encogió de hombros y se recogió el pelo con más firmeza en un moño―. Vas a tener que preguntarle a los chicos. ―Entonces se ocupó en la limpieza de las ollas y sartenes. Yo sabía que era todo lo que iba a salir de ella por el momento.
Había vivido y trabajado en el Rancho M&M con Bessie y sus dos hijos desde que había dejado la escuela hace unos quince años. Élla era como una segunda madre para mí, y yo la quería a muerte.

Así que, Zayn. Eché una mirada hacia atrás en el comedor para verlo comer su cena con la otra media docena de peones. Mis ojos se deslizaron sobre su perfil, tomando en el corto cabello oscuro, cejas elegantes, y la atractiva sombra de barba en sus mejillas. Se veía delgado y musculoso. Era difícil decir cuan alto, ya que estaba sentado. De cualquier manera, él era precioso y totalmente mi tipo, que era un poco sorprendente. No tenemos muchas caras nuevas por debajo de la edad de cincuenta por estas partes. Supuse que estaba al final de sus veintes, pero necesitaría una inspección mucho más cercana para estar seguro. Zayn debe haber sentido mis ojos en él, porque él se volvió hacia la cocina y me atrapó mirándolo. Me aparté bruscamente, avergonzado de haber sido atrapado con la boca abierta como un pez.

―Mierda, ―murmuré en voz baja. Una fracción de segundo más tarde, la punzada de un paño de cocina pico en mi pierna.

―Lenguaje, ―dijo Bessie.

Maldije de nuevo, esta vez en silencio. Élla puede haber estado presionando los sesenta, pero Bessie tenía la mejor maldita audición de Texas y una puntería mortal con su paño de cocina.
El sonido de botas pesadas y varias sillas arrastradas ruidosamente sobre el suelo de madera en el comedor me llamó la atención. Podía oír el murmullo de la  conversación mientras los trabajadores del rancho se movían.

―¡Liam! ―Gritó una voz profunda―. ¿Dónde está mi cena? Estos perros sucios se han comido todo el pastel de pollo. ¡Mueve tu marica culo aquí y dame de comer ahora!
Sofocando una sonrisa, recogí el segundo pastel que había hecho esa tarde y lo lleve a la sala del comedor.
Los hijos de Bessie, Mac y Mike, estaban tendidos en sus asientos, los ojos azules idénticos abriéndose y
cerrándose con diversión. Puse el nuevo pastel en el centro de la mesa de roble viejo y los deje cavar en el.

―Te tomaste tu dulce tiempo. Casi me desmayé de hambre por aquí. ―Mike se sirvió una enorme porción. Empezó a comer, gimiendo de placer.

―Puedes tomarte un segundo para respirar ya sabes, ― dije―. Eres tan Neandertal.

―Muerde mi culo. Maldición, esto es bueno. Así que cuando te vas a casar conmigo, eh, ¿Liam?

―No, Liam va a casarse conmigo. ¿no es así? ―Mac guiñó un ojo y se inclinó para pellizcarme el culo.
Los otros peones no parpadearon ni un ojo, ya que estaban más que acostumbrados a nuestras bromas, pero no sabía cómo lo tomaría Zayn. Yo había estado tratando de evitar mirarlo durante este pequeño intercambio, pero vi sus ojos abrirse cuando Mac tanteo mi culo. Mi corazón se hundió, y realmente esperaba que no llegara a ser otro homófobo. Habíamos visto algunos de esos por aquí, y nunca funcionaba bien. Yo golpeé la mano de Mac lejos con el ceño fruncido, supuse que no había necesidad de poner nervioso al nuevo chico si estar alrededor de un hombre gay lo asustaba.
Mac y Mike eran tan heteros como el día es largo. Ambos habían estado casados durante años y tenían cinco niños entre los dos. A pesar de su vida personal ocupada, no les impedía tomarme el pelo sobre mis preferencias veinticuatro/siete.

Nunca lo sabrías al verme. Supongo que puedo ser bastante intimidante para la gente que no me conoce. Tengo más de seis pies cuatro1  y cargo con mucho  músculo. Algunas personas dicen que me parezco a Wentworth Miller2  en esteroides, sólo que no tan apuesto. Figúrate.
Zayn se sentó en silencio, una mirada de preocupación en su rostro. Yo sabía que debería estar tratando de hacer que se sienta más cómodo, más en casa. Estoy seguro que no quería tener problemas con Bessie y los chicos por ahuyentar a los nuevos empleados. Cruce a su lado de la mesa, hice un gesto hacia su plato vacío.

―¿Quieres algo más?

Sus ojos se movieron hasta los míos y revolotearon con incertidumbre.

―Ee ... no ...gracias.

Un indicio de su acento sureño ronco vino a través de esas tres palabras. Su voz era como la miel que gotea del pan tostado con mantequilla caliente. Siempre he tenido una debilidad por los fuertes acentos del sur; hacen algo  no se puede mencionar a mi interior y me hacen retorcer. Sostuve su mirada y considere tratar de hacerlo  hablar más, pero entonces cambie de opinión. Asentí y me di la vuelta rápidamente, aclarando mi garganta, no queriendo ser cogido mirando denuevo.
Mike y Mac se codeaban con una sonrisa mientras recogía el primer plato de pastel vacío y me dirigía a la cocina. Tenía la sensación de que los dos me habían leído como a un libro.

1 1,93m
2 Es un actor estadounidence que se hizo famoso con la serie Prison Break interpretando a Michael Scofield.