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Bessie estaba de pie al lado del lavabo mientras sumergía el plato en el agua para élla.

―¿Todo bien por ahí, Liam? ―Me preguntó.

―Sí. ―Me incliné sobre el mostrador, mirando por la ventana a la puesta de sol sobre el horizonte lejano, tratando de ordenar mis pensamientos mientras Bessie revoloteaba a mi alrededor.
Bessie había sabido que era gay desde alrededor del mismo tiempo que empecé a trabajar por mí mismo. Élla insistía en que ella percibió una vibración de mí un día, pero no estoy tan seguro de que yo le crea eso. Supuse que debe de haber encontrado mi colección de fotos comprometedoras de Johnny Depp. Un medio desnudo Johnny Depp.
Una pesada mano sobre mi hombro me hizo saltar.

Mac se inclinó y me susurró al oído.

―Yo veo a alguien con un flechazo.
Yo le di un golpe en el estómago con el dorso de la mano.

―No seas estúpido, ―me burlé.

―Ajá. ―Mac me dio una mirada de complicidad. Él inclinó la cabeza hacia atrás en el comedor―. Deberías ir a hablar con el chico nuevo allá fuera. Él puede batear para tu equipo. Cosas más extrañas han sucedido.

―Oh por favor. Sólo déjalo. De ninguna manera alguien así querría un pendejo como yo.

Vi a Bessie retorcer su paño alrededor, lista para atacar. Sostuve mis manos en defensa.

―¡Lo siento! Se me resbaló la lengua.

―Sí, yo sé exactamente donde deseas deslizar la lengua, ―dijo Mac, agarrando el paño de cocina de repuesto fuera de mis manos.

―Cierra la j... cállate, ¿de acuerdo?

Mac tiró la toalla sobre su hombro y retrocedió hacia el comedor. ―Vamos a probar el agua, ¿deacuerdo?

―Mac...¿Qué vas a hacer? ―Pregunté con cautela. Mac sonrió y guiñó un ojo.

―Sólo déjamelo a mí.

Sí, como si eso siempre ha funcionado tan bien en el pasado. Mac, Mike y yo habíamos ido todos a la escuela juntos, allá en sus días. Había tenido varias relaciones ocasionalmente al paso de los años, pero los chicos siempre parecieron sentir que podría utilizar un poco de ayuda en ese departamento. A veces estaban bien, pero por lo general eran más un obstáculo que una ayuda y me temía que esta sería una de esas ocasiones.

―¡Zayn!

Me encogí al oír a Mac bramar, cuando volvió a entrar en el comedor.
―Los novatos tienen que secar los platos antes del postre. Regla del rancho. ¡Lleva tu culo huesudo allí ahora!
Oí el chirrido de una silla mientras Zayn obedecía sin comentarios. Le lancé una mirada preocupada a Bessie, que me dio una sonrisa tranquilizadora. No hizo nada para resolver la ligera agitación en mis entrañas. Yo quería saber más acerca de Zayn, seguro, pero no quería que mis amigos trataran de emparejarme de nuevo. Se estaba volviendo mucho más que embarazoso.
Zayn apareció en la puerta apoyando su hombro contra el marco de la puerta.

―¿Necesita ayuda, señora?

Él era más alto de lo que había imaginado, probablemente poco más de seis pies3  con piernas largas y delgadas, y una cintura estrecha. Se veía en buena forma, lo que no era nada inusual con todos los trabajos físicos que los trabajadores del rancho hacían, pero algo acerca de Zayn pulsaba todos los botones en mi. No podía dejar de mirarlo, y esperaba que no lo estuviera asustando.

―Por aquí, cariño, ―Bessie llamó.

Me dio una mirada rápida y se movió para estar junto a Bessie, recogiendo una olla húmeda para secar.

Veo, veo...  •ziam•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora